Recuerdo muchas cosas de mi vida antes del accidente.Mi tiempo como estudiante, mis viejos amigos y amores de colegio. Los celos de Yoongi cada vez que llevaba a un chico nuevo a casa cada cierta temporada, los regaños de mi padre por abandonar la escuela y dedicarme al arte. Los consejos de mi madre, la comida de Nana, mi mejor amigo. Mi perro, Hal, mi departamento...Hanjoo.
Fue en una exposición de arte en Jeju, un evento pequeño al cuál asistí como invitada de honor y en el que subastaria uno de mis cuadros más representativos sobre la isla. Ahí lo conocí, vestido como todo un vagabundo. Se acerco a saludar y cordial halago mi cuadro, le sonreí sintiendo miedo y curiosidad por el hombre tan peculiar. No era la única, toda la gente lo miraba de manera extraña, con una copa de champán en la mano y comportándose como todo un aristocrata de clase alta. Me sorprendió el hecho de que comprara mi cuadro, paso cerca de mi y me halago por tan bello retrato. Lo llevo en brazos y lo mire perderse fuera del lugar.
Regresé a Seul, pensando en el pinté varios cuadros que se vendieron de manera muy rápida. Mi inspiración era demasiada, al cerrar los ojos y abrirlos una nueva idea surcaba mi mente y me mantenía atrapada hasta terminarla. Comencé a distraerme mucho, Hoseok comenzó a preocuparse, me pidió que me centrará menos en el trabajo y más en mi vida. Tome su consejo y arme mi maleta, vole a Jeju y me dedique a buscar al hombre. No tarde en dar con el, un doctor nómada. Le gustaba viajar, conocer el mundo y ayudar a personas a su paso.
Un fin de semana me basto para enamorarme de el.
Comenzamos una relación que fue desaprobada por todos, solo contaba con el apoyo de Hoseok. Eso hasta que decidí mudarme con el.
Dispuesta a dejar todo y viajar a Japón junto al hombre que amaba, empaque mis maletas en secreto, subí a mi auto dejando una nota atrás, me puse en marcha al aeropuerto. Las calles estaban solas, una pequeña llovizna me acompañaba, mi teléfono sonó, pensé que era el, pero no...no era el. No recuerdo, todo es borroso.
- ¿Piensas seguir con esto?
- Ya sabes la respuesta
- No te quiero perder
- Lo amo y el me ama
Conducía con el teléfono en la mano y la otra en el volante. No había nadie, por lo que no me moleste en poner mayor a tención al camino.
- Tu lo quisiste así
Una luz sego por completo mi vista y todo se volvió negro.
Desperté en un lugar totalmente diferente al de siempre, mi vista tardo en enfocar por completo el lugar y mis sentidos se iban activando al pasar de los segundos. Yo conocía ese lugar, paredes coloridas, cuadros por todas las paredes, la hermosa luz que se filtraba por la enorme ventada de la terraza. Era mi habitación.
¿Que hacía ahí?
Me levanté de manera lenta de mi cama y me senté a la orilla de está, pensé que era un sueño, debía serlo. Pero todo era tan real, todo excepto yo. Aún sentía que el cuerpo que habitaba no era mío, solo metal. Caminé un poco por el lugar hasta topar con el espejo que había allí, me observé y toque para confirmar que no era yo. Nunca podría ser yo, mi tiempo había terminado y debería estar muerta.
Deje de verme en el espejo por el escándalo de dos voces que discutían y que cada vez se oían más serca. Reconocí una perfectamente, la otra también, pero hacía mucho que no la escuchaba por lo que ahora mis sentidos estaban al mil.
- Detente, no cometas una estupidez - gritaba ahora demasiado cerca
Hoseok.
- Debería matarte por lo que hiciste. ¡No tienes ningún puto derecho en experimentar con ella!
- Por ella es por quién lo hice
- No me vengas con más mierda como esa
- No, espera
La puerta se abrió de golpe, de inmediato nuestras miradas se conectaron. Pude ver el momento exacto en el que su mirada perdía la furia siendo remplazada por tristeza. Su seño poco a poco se ablando, su mano resbaló de la manilla de la puerta y dejo caer su peso en esta. Hoseok nos observó perplejo, no tardó en escucharse el taconeo y los pasos apresurados de mi madre y padre. Los sentí entrar, solo eso basto para desviar la mirada de Yoongi a mis padres.
- ¡Dios mío! - grito mi madre cubriéndose con ambas manos la boca para después caer desmayada siendo sostenida por Hoseok
- Señora Min, no me haga esto - alzó a mi madre como pudo, nos miró a ambos dudoso en dejarnos
- Vamos - alentó mi padre - dejémoslos un momento en lo que se repone mi esposa
Hoseok no tuvo más opción que salir, mi padre me sonrió de manera nostálgica, era el único no tan angustiado de verme. Una vez que quedamos solos, volví mi vista a Yoongi que seguía igual. Intenté acercarme, solo basto un paso para que su enfado volviera.
- No te acerques - murmuro muy por lo bajo - no te quiero serca de mi - alzó la vista totalmente derrotado - Tu no eres mi hermana
- Yoongi
- ¡No quiero oírte! ¡No eres ella maldita sea!
Golpeó la puerta, es su manera de descargar la furia contenida. No lo había visto así desde que le dije que me iba de Corea. Con los puños manchados de sangre, salió azotando la puerta tras de si. Me quedé estática en mi lugar, necesitaba respuestas y mi corazón dolía apesar de no tener uno. Necesitaba de alguien que no me odiara en estos momentos.
- Taehyung
Recordé muy tarde que ya no me encontraba con el, estaba en mi casa pero, ¿Dónde estaba Taehyung?

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Experimento 3-6-5
DiversosMin DaeSoo era una mujer que lo tenía todo, hasta que un accidente rompe su tan añorada vida de ensueño. Su amigo hace lo imposible para que el coma no afecte su vida, pero, ¿Lo hará por ella o habrá algo oculto detrás de todo? - Tienes una manera e...