Habitación pintada de rosa, con cobres y ramos de flores populares. En el centro, una mesa con mantel. Es la mañana.
(SUEGRA de Leonardo con un niño en brazos. Lo mece. La MUJER, en la otra esquina, hace punto de media).
SUEGRA
Nana, niño, nana
del caballo grande
que no quiso el agua.
El agua era negra
dentro de las ramas.
Cuando llega al puente
se detiene y canta.
¿Quién dirá, mi niño,
lo que tiene el agua,
con su larga cola
por su verde sala?
MUJER (Bajo).
Duérmete, clavel,
que el caballo no quiere beber.
SUEGRA
Duérmete, rosal,
que el caballo se pone a llorar.
Las patas heridas,
las crines heladas,
dentro de los ojos
un puñal de plata.
Bajaban al río.
¡Ay, cómo bajaban!
La sangre corría
más fuerte que el agua.
MUJER
Duérmete, clavel,
que el caballo no quiere beber.
SUEGRA
Duérmete, rosal,
que el caballo se pone a llorar.
MUJER
No quiso tocar la orilla mojada,
su belfo caliente
con moscas de plata.
A los montes duros
sólo relinchaba
con el río muerto
sobre la garganta.
¡Ay, caballo grande
que no quiso el agua!
¡Ay, dolor de nieve,
caballo del alba!
SUEGRA
¡No vengas! Detente,
cierra la ventana
con rama de sueños
y sueño de ramas.
MUJER
Mi niño se duerme.
SUEGRA
Mi niño se calla.
MUJER
Caballo, mi niño
tiene una almohada.
SUEGRA
Su cuna de acero.
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Bodas de sangre
PoesíaEn esta tragedia en tres actos, el autor vuelca prosa, verso y música para vestir a unos personajes con las ropas del amor, los celos, el odio y la violencia. Una historia pasional que tiene lugar en un innominado pueblo andaluz y que constituye un...