3

24 4 0
                                    

No puede ser, ¿Cómo es posible que esté aquí...

- Hoy si preciosa, vas a morir.

Cada palabra que salian de sus labios sentía un escalofríos. Mi cuerpo estaba congelado, no podía moverme solo le miraba el rostro, sus ojos grises  y su sonrisa perversa... Todo fue tan rápido que no me dí cuenta cuando su cuerpo estaba frente al mío, a solo pocos centímetros.

- sigues teniendo el mismo olor, preciosa.- bajé mi cabeza, pero él agarró mi mandíbula con algo de fuerza, para que pueda verlo a los ojos.- mucho mejor. ¿Creiste que ibas a escapar de mí?

¿Por qué mi cuerpo no responde? Pero él está muer... Una de sus manos se posó en mi cuello haciendo que haga un quejido de dolor.

- ¿Sabes? Amo cuando haces ese sonido?

- ba...Basta por favor.

- y también cuando pides clemencia.

Su agarre se hacía más fuerte, puso su otra mano para poder sostenerme mejor. Podía ver al hombre que tanto odio y amo a la vez. “tratando de matarme” no puedo creer como termino con chicos como estos. Se me hace difícil respirar, le estoy dando,  pero al parecer mis golpes no le hacen nada. Y solo su sonrisa se hace más grande. Mi visión está borrosa, mis brazos cayeron, no sentía mi propio cuerpo. Se que en algún momento me voy a desmayar o peor aún ¡Morir!

Cerré los ojos y no supe más de mí.

Escuché un sonido que me hizo entrar en razón. Ví el reloj y eran las 6 de la mañana. Recordé lo que pasó anoche y fui al espejo de prisa para ver mi cuello. Y no ví nada, ¿Por qué no hay nada?... ¿Entonces solo fue un sueño? Pero se sintió tan real... Creo que me estoy volviendo loca.

No puedo creer que mi cerebro esté jugando conmigo. Respira hondo Amalia hoy es el día en que entras a la universidad. Ya eres universitaria. Olvida el pasado y trata de hacer una nueva vida aquí donde ellos no me encontrarán.

-¿No vas a salir del baño?- ah cierto que Keiren está aquí. Me había olvidado que estaba con alguien.

- S.. si. Salgo en seguida.

Salí del baño. Un poco nerviosa. Ella entra al baño, me senté en la cama y lloré, no entiendo ¿Por qué tengo que pasar por esto? ¿Por que todo lo malo me persigue? Y lamentablemente se la respuesta y es que  soy la causante de todos mis problema. Cuando creí que encontraría paz. Llega él a poner mi mundo al revés y  aun estando muerto.

Creo que han pasado minutos pero en realidad no me importa. Quiero calmar este dolor que siento en mi pecho que no cesa.

-¿Que te pasa? -Silencio de mi parte, no quiero que nadie sienta lastima por mi. Eso nunca.- si te sirve de algo, estaré aquí para tí... ¿Puedo darte un abrazo?... Mi madre siempre dice que eso ayuda para calmar las heridas del corazón.

Si necesito el abrazo... Todo esto es nuevo para mi. Nadie ha sido capaz de hacer eso. Tengo un peso en mis hombros que lamentablemente tengo que cargar con ella por el reto de mi vida. Keiren me abrazó y por un momento sentí paz.  Y puedo  decir que conocí a alguien que no busca algo a cambio de mi. No pensé que sería tan buena persona.

- Descuida, todo estará bien. Y cuando estés lista habla con alguien.

Me aleje de ella ya me sentía un poco mejor, es cierto lo que ella dice los abrazos si ayudan y también que necesito hablarlo con alguien... Es un peso muy grande el que llevo a mi espalda.

- Keiren... Yo... Ne... necesito hablar contigo.

- ¿Si? Te escucho.

- ya no puedo...-las lágrimas salían. - yo...- en ese instante tocan la puerta. Sentí un escalofríos en todo mi cuerpo. - no no que no suceda de nuevo. - digo con voz temblorosa.

- Tranquila. ¿Quién es?

Pero nadie responde.

- Él viene por mí.

- tranquilízate, nadie viene por ti. Iré a ver quién es.

THE HEART OF A GIRLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora