Una Vida Por Agradecer (Soudam Fanfic)

Capítulo 2: Habitaciones Compartidas

//Con respecto al dibujo se que los ojos de Gundham estan un poco (bastante) mal pero es que no tengo una buena goma y si continuaba borrando se me iba a estropear la hoja así que lo dejé así😕. Además por más que los hacía no me quedaban bien los ojos, ya tengo algo que practicar. Creo que el error no se nota mucho si no le miras la cara por mucho tiempo//

-Mi nombre es Jin Kirigiri, como saben soy el director de está escuela.....(saltemonos la charla). Como pueden notar en la puerta estan sus futuros profesores, cada uno sostiene un cartel que indica la clase a la que atiende, vayan con ellos, les explicaran lo que haran a continuación. Muchas gracias por su atención y espero que tengan un buen primer día-

-¡Bien!, si mal no recuerdo mi clase es la número 77B- Decía Kazuichi mientras buscaba al que sería su nuevo profesor, entonces ve a una mujer de pelo naranja con un cartel con ese número. -¡Esa debe ser!- Exclamó mientras se dirigía hacia ella. -Usted es la maestra de la clase 77B, ¿cierto?- Solo para asegurarse de que estaba en lo correcto le preguntó. -Sip, mi nombre es Yukizome Chisa, espero poder contar contigo a partir de ahora- Le dijo con una cálida sonrisa.

Uno a uno se fueron acercando los estudiantes de la clase 77B. Y entonces lo vió a él, al parecer estarían en la misma clase. Este nada más verlo lo ignoró. Para su mala suerte parecía que Kazuichi y su más nuevo enemigo estarían en el mismo salón de clases. -Uno, dos, tres......quince. ¡Perfecto ya estan todos!, buenos muchachos siguanme, a lo que será su nueva aula- Todos siguieron a la profesora, hasta que llegaron a su destini. -Bien, ahora quiero que cada uno se siente en el asiento que encuentre más cómodo- Y eso hicieron todos.

Kazuichi se sentó en la primera fila, al lado de una hermosa chica rubia, de brillantes ojos azules. El mecánico no podía dejar de admirar su belleza, le parecía como estar viendo un ángel caído del cielo. -Será esto lo que llaman amor- Pensaba mientras no paraba de mirar embobado a su compañera, hasta que notó que justo al lado de la chica estaba su más nuevo rival. Cuando sus vistas se cruzaron, ambos rápidamente miraron para el lado opuesto.

-¡Perfecto!, ahora quiero que uno a uno vengan aquí al frente y se presenten. Empezaremos contigo- (saltemonos esto, ustedes ya saben quienes son) -¡Bien, contigo ya son todos! Quiero decirles que aunque aquí las clases no sean obligatorias, deben asisistir. No puedo permitir que desperdicien su juventud, sin construir lazos de amistad con sus amigos- Sin embargo no mucho prestaron atención a lo último que su profesora les dijo. También les explicó los distintos horarios de las clases, los del comedor, los de dormir y les indicó la dirección de los dormitorios. -Bueno creo que eso es todo, pueden retirarse a sus nuevas habitaciones y comenzar a desempacar sus coasas. ¡Nos vemos mañana!- Todos se despidieron de Chiza y salieron del aula.

Los dormitorios estaban en dos edificios separados, uno para todas las chicas de la escuela y el otro para los chicos. Ambis estaban atrás de la academia y se encontraban uno al lado del otro.

Como estaba emocionado por ver como sería su nueva cama, Souda fue corriendo hacia los dormitorios, dejando atrás a todos los demás. Mientras se dirigía a estos no paraba de pensar lo buena que sería su nueva cama con respecto a la hamaca en la que estaba acostumbrado a dormir en su casa (tenían que ahorrar). Al llegar abrió la puerta muy feliz por lo que encontraría. Sin embargo lo que vio lo sorprendió.

No era una sola cama, habían dos literas en su cuarto. Si bien estas eran mejor de lo que esperaba, el haber varias significaría que tendría que compartir la habitación con otros tres compañeros de clases. Aunque esto no lo molestaba mucho no estaba acostumbrado a dormir con otros en un mismo cuarto. Además de las literas habían cuatro guarda ropas y cuatro esfritorios. Era un cuarto bastante espacioso, para que los estudiantes pudieran convivir sin ningún problema. Mientras miraba todo a su alrededor Kazuichi notó su equipaje justó al lado de la puerta, junto con el de sus nuevos compañeros. Cuando se agachó para recogerlo, escuchó como la puerta se abría, en efecto habían llegado aquellos con los que compartiría habitación.