Athena Vitale

Hermanos Crawford

Pensé que era una broma, que tal vez había una cámara escondida por ahí, pero no. Parece que realmente todos estaban tan sorprendidos como yo, era algo completamente inusual y cualquiera pensaría que es una locura. La profesora decidió volver a hablar.

- ¿Quién decidió jugar una broma? ¿Fue usted joven Crawford? – Dijo señalando al chico que me había dado el papel anteriormente.

- No, solamente lo tomé del suelo y se lo di. No crea que por haber hecho eso, tenía un plan macabro detrás, además, no es como si me atrajera el querer ver como se corta ese cabello tan largo que tiene, sería una gran pérdida. – Dijo el chico, su mirada me mostraba burla, pero a la vez era seductora y con ese matiz de color grisáceo en sus ojos era bastante atractivo, a decir verdad.

- Está bien joven. Probablemente esta sea una confusión, no creo que los encargados de crear las tradiciones hayan colocado semejante tarea para la señorita Vitale. A mi parecer, usted no debería cumplir dicha obra jovencita, pero le dejaré a usted tomar su propia decisión. Si decide no realizarla podría simplemente tomar un asiento y unirse a la clase como los demás estudiantes, no tiene de que preocuparse.

- Muchas gracias profesora, la verdad es que preferiría no hacerlo.

- Por favor tome asiento señorita, parece que el único disponible es uno en la última fila así que siéntese ahí. Ahora comenzaremos con la clase jóvenes.

Todos me miraban como que, si tuviera un insecto en la cara o peor, un moco. Incluso yo podía notar que esto no era nada común por estos lados, siempre las indicaciones que daban en los papeles eran cumplidas y, por ende, fui la única en toda la historia que no cumplió. No era del todo culpable, si solo era cabello y no era como que iban a dejarme calva, pero a la vez era una completa locura. ¿Cómo a alguien se le podría ocurrir querer cortarle el cabello a un nuevo?

Sí, era lo más extraño que me había pasado. No, no es la primera vez que quieren que me corte el cabello.

La clase no estaba del todo aburrida, parecía que a la profesora le fascinaba hablar de la historia que tenía esta ciudad, con eso nos introducía a América, como llegamos hasta dónde estamos y como poder seguir avanzando en la historia, consiguiendo logros, desafíos y probablemente más que algún conflicto ya que no estaban de acuerdos con las decisiones u opiniones de todos. Era increíble ver la emoción en sus ojos, eso daba ganas de poner atención y sacar una buena nota para no decepcionarla, aunque probablemente ella aún no estuviera esperando algo de mí.

El resto del día fue tranquilo, al momento que nos tocaba comer busqué con la mirada a Jul y pude verla a lo lejos, no era difícil de encontrar esa cabellera tan hermosa que tenía. Fui donde estaba y me senté a su lado, claramente no estaba sola, estaban un grupo de chicos que poco a poco me presentó. Primero un chico de piel clara, ojos color miel y una melena rubia, se llamaba Ben y dijo que venía de Venezuela. Las demás eran chicas, una se llamaba Hailey y era bastante graciosa, tenía esa energía que ningún terremoto podría calmar, tenía el cabello azul, piel bronceada y ojos color zafiro, parecía una diosa. La chica a su lado se llamaba Madison y era prima de Hailey, la verdad a pesar de compartir un árbol genealógico no tenía tanto parecido. Esta tenía la piel un poco más clara, ojos color hazel, su cabello era largo y color negro y tenía pequeñas pecas por toda su cara, la verdad es que era bastante adorable.

Todos eran agradables e inmediatamente me cayeron muy bien. Teníamos las mismas edades, 18 años, solo Jul que era un año mayor, por eso solo compartía una clase conmigo.

A lo lejos pude divisar al chico Crawford, parecía que tenía prisa. Vi que se acercaba a un casillero, supongo que era el suyo. Lo abrió, sacó algo del casillero y desapareció por uno de los pasillos. Era un chico bastante misterioso a simple vista, aún no sabía su nombre así que me pareció bien si les preguntaba a los chicos.