。･: Linda jovencita :･ 。

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-Y ¿qué con ese teatro de recién? ¿Dónde está tu ropa y como demonios le hiciste para llorar?-
Pregunté exaltado, podría jurar que si no creaba el teatrico de recién, alguien terminaría muerto y ese alguien sería yo

~°~

- No entiendo a  qué te refieres-
Dijo el peli negro mirando hacia un costado, haciéndose el inocente.

- ¡Vamos! No finjas inocencia que eso es lo que mas te falta-
Hablé en un tono fuerte, pero evitando gritar.

- Lo peor es que ahora tendré que crear todo un cuento para que ese hombre no me mate ¿acaso viste como me miraba? Pensé que me iba a quebrar un brazo solo con mirarme-
Helen me observó asustado, creo que exageré un poco con mi reacción.

Luego de eso, él abrió la boca para decir algo pero antes de que pudiera hablar, salí de la habitación, aun estaba un poco enojado y aparte tenía que dar una explicación.

Bajé por las escaleras encontrándome, al final de estas a aquel hombre que venía en busca de Helen y que en estos instantes me miraba con cara de "o me das una jodida explicación o te arranco los ojos y todo lo que hay dentro de tí hasta desollarte cual Marsias".

-Este ¿Hola?... acompáñame-
Dije casi en susurro que por suerte escuchó, siguiéndome hasta la sala para luego sentarse en uno de los sillones, acto que imité.

Ahora ¿Qué es lo que supuestamente le tengo que contar? ¿Qué excusa le daría? si ni siquiera yo sé qué fue lo que ocurrió ahí arriba.

-Bueno...-
Antes de poder pronunciar una palabra él me interrumpió,  dejándome algo atontado con lo que preguntó.

-¿Ustedes son pareja? -
Yo simplemente lo mire sin responder.

-Igualmente no me sorprendería, Helen es un chico muy lindo y puede ser toda una dulzura cuando lo conoces bien, además los vestidos le quedan súper lindos-
Sus palabras me dejaron helado.

-Eh, yo, él, nosotros-
No sabía qué responder ¿qué se supone que tengo que decir ahora?

-¿Ustedes?-
Repitió mis palabras pero en un tono de pregunta.

-Nosotros... -
Bien, ya está decidido y por cierto, Helen, esto es TU culpa, no mía.

-Sí, nosotros estamos saliendo-
Dije sin titubear, tratando de sonar lo más seguro posible.

-Bien, en ese caso no tengo nada más que hacer en esta casa, me disculpo por interrumpir-
Habló con una sonrisa ladina mientas se levantaba del sillón. Acto que imité para así guiarlo hasta la salida, pero antes de cruzar la puerta, se detuvo para volver a hablar.

- ¡Ah!  Te diré dos cosas antes de irme. La primera, donde dañes a Helen te castro-
Dijo con voz firme mientras me miraba fijamente, cosa que me causó un escalofrío, además que de manera casi inconsciente llevé ambas manos a mi entrepierna, cubriéndola.

-Y la segunda, recuerda que sin gorrito no hay fiesta-
Terminó de decir su frase en un tono pícaro mientras me dirigía una sonrisa ladina y se retiraba de mi casa.

Luego de cerrar la puerta me dirigí hacia las escaleras para subir estas e ir a mi habitación, tengo que hablar muy seriamente con Helen.

~°~

Al estar frente a la puerta lo primero que hice fue tocar esta, acción que fue respondida con silencio, volví a golpear y nada, ya estando cansado, tome el picaporte de la puerta dispuesto a entrar, pero esta estaba cerrada.

-Helen, quiero que me abras-
Dije tratando de forzar la puerta para abrirla. Pero sólo recibí más silencio y un leve dolor en la mano.

-¿Helen? ¿Estás bien?-
Nada, solo más silencio.

Esto comenzaba a preocuparme, seguí tratando de abrir la puerta hasta que recordé que mis padres tenían una llave de repuesto en uno de los cajones del mueble que estaba en su habitación por si algo llegaba a ocurrir, el momento había llegado.

Bajé a toda velocidad por las escaleras casi saltando los escalones y corrí hasta la recamara abriendo todos los cajones para buscar la llave, en una de esas me encontré con una de mis peores pesadillas, o tal vez estoy exagerando pero no es exageración que fue la primera vez que ví eso en casa, digamos que es un micrófono que vibra, hablando de micrófonos ¿estaria bueno hacer un karaoke ahora que esta Helen en casa?no, este no es el momento para ponerme a pensar en karaoke ni nada por el estilo. Una vez encontré la llave volví a subir la escalera con la misma velocidad con la que bajé.

Me acerqué y abrí la puerta, encontrado a Helen recostado en la cama con los auriculares puestos y la música a tope.

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Edición: 18/07/20