hello ⨟ chanmin

You

Las personas iban y venían de un lado al otro. El lugar estaba completo de distintos tonos de voces, algunos practicando sus habilidades del rap o canto, otros simplemente conversando y algunos gritando o riéndose. Eso era algo que se veía todos los días y también algo que al rubio ya se le hacía un poco agotador pero no se quejaba porque amaba estar ahí.

—¡Hoy es el día!—. Uno de ellos exclamó emocionado juntando sus manos para dar pequeños aplausos. El rubio alzó una ceja y vió la emoción de sus amigos.

—¿El día?—. Preguntó extrañado y llevando la pieza de pollo hacia sus labios. Para él era un día normal y común como otros, no creía que había olvidado algún cumpleaños o un hecho demasiado importante.

La sala comenzó a llenarse de gente con caras nuevas y completamente extrañas para los trainees. El ruido se hizo más fuerte y gran cantidad de personas ingresaban con curiosidad.  Fue en ese momento donde comprendió.

—¡Es el día en el que vienen los que fueron aceptados por audiciones directas o programas!—. Habló otra vez el pelinegro y todos los de la mesa asintieron emocionados, exceptuando por el rubio que por su parte dejó escapar un "ah" de sus labios.

Para Chan no era algo nuevo o muy llamativo. Había estado ya bastantes años ahí y cada persona nueva que ingresaba era solamente alguien más de el montón. Después de tantos años de entrenamiento y ver cómo personas iban y venían, no había nada que le entusiasmaba respecto a los recién llegados.

Continuó comiendo con poco interés y esta vez tomó entre sus manos el bol con la ensalada. Su grupo hablaba demasiado y algunos ya hasta planeaban como saludar a los nuevos trainees. Chan prefirió observar las redes sociales mientras comía su ensalada, después de todo él creía que iba a ser un día normal como los demás.

Pero estaba completamente equivocado porque existía él.

—¡Hola!—. Un tono de voz amable logró hacer que la mesa se callara y llamó la atención de Chan como para que él también lo observara.

Un chico de estatura normal con cabello marrón despeinado, camisa blanca, pantalones celestes y zapatillas blancas, se encontraba sonriendo frente a él. Se notaba muy feliz y emocionado por haber obtenido la atención de todos los presentes.

Chan pudo observar como su sonrisa se volvió más alegre cuando recibió saludos de respuesta y cuando sus miradas se encontraron el rubio se quedó sorprendido. Sus ojos eran realmente bonitos e inocentes, parecían mágicos.

—Hola...—. Contestó intentando mostrar poco interés y al castaño eso no le importó porque seguía igual de feliz que al momento de saludar.

Ellos dos eran completamente opuestos. Uno tenía un ánimo muy elevado y el otro no tenía interés en demostrar alguna emoción. El más bajo con ropa blanca y el más alto con ropa negra. Y a Chan eso le fascinaba.

La sorpresa de todos fue que después de saludar, el castaño hizo una reverencia y continuó su camino como si nada. Él no iba en busca de algo, él solamente quería saludar y desearles un lindo día. No era como los otros trainees que iban por algo en específico.

—¡Es muy adorable!—. Uno de sus amigos dejó escapar con cariño y los demás asintieron para comenzar a hablar sobre cosas sin sentido pero Chan no podía dejar de pensar.

El chico que estaba a su lado lo notó y acercándose más al rubio para llamar su atención, le dió una pequeña sonrisa. El rapero iba a molestar a su mayor pero cuando notó que este estaba demasiado distraído prefirió mostrar preocupación.

—¿Está bien, hyung?—. Sus ojos se veían tristes y Chan le sonrió para calmarlo, lo que menos quería era preocupar a su amigo.

—El chico que acaba de venir y saludar, bueno él...—. Dejó la oración sin terminar y negó con la cabeza para levantarse de su lugar.

Los demás lo observaron curiosos y las miradas fueron a su pequeño amigo, quién negó al no saber que le sucedía al rubio. Chan ignoró todo y fue directo hacia donde el castaño se había dirigido.

Él era diferente.