Otra jornada estaba a punto empezar, aquella chica de pelo largo blanco y ojos verdes llegó a comisaría al anochecer junto con Kylie Johnson, ambas tenían el turno de noche y habían decidido que patrullarían por todos Los Santos.
Erica Daller, al igual que la agente Johnson, era una alumna que había entrado recientemente en el cuerpo. Ella destacó desde el primer día, tanto con sus compañeros como con los civiles:
"Que blanca es"
"Parece una muñeca"
"No, más bien un fantasma"
"Yo me asustaría mucho si me la encontrara por la noche"
"Muerta en vida"
"No la tocaría ni borracho"
Daller estaba acostumbrada a esta serie de comentarios, su albinismo siempre ha sido el factor número 1 para recibir miradas y críticas de todo tipo, pero con sus 28 años ya estaba totalmente acostumbrada.
Dentro de su albinismo había tenido suerte, no tenía todas las características de una albina completa, si bien si que tenía que tener un gran cuidado con su piel, no había heredado la típica característica ocular que a largo plazo debilita la visión. Por lo que pudo cumplir su sueño de entrar en el CNP.
-¿Me esperas y nos vamos juntas a patrullar?.-
-Claro, te espero en el lobby.-
Y eso hizo Erica, se sentó en las conocidas sillas de la entrada de comisaría a esperar a su castaña amiga. La comisaría a esa hora estaba tranquila, tan solo había un civil realizando una denuncia y algunos de sus compañeros charlando animadamente.
Esa tranquilidad de pronto acabó con la entrada del superintendente, seguido de Volkov quien llevaba arrastras al "famoso" Segismundo García detenido.
Daller al ver a sus superiores se levantó de la silla y les saludó educadamente, Volkov saludó de igual manera mientras que Conway solo gruñó. El gallego al ver a la blanca chica se detuvo en seco haciendo que Volkov perdiera un poco el equilibrio.
-¡Erica porfavor ayúdame! ¡El supermariconetti va a pegarme!.-Rogó Segismundo intentando acercarse a ella, sin éxito porque Volkov lo enganchó de la nuca y se lo llevó ignorando los comentarios sobre "crueldad policial" de Segismundo.
Daller simplemente rió un poco, conocía bien a Segismundo, más de una vez él se había acercado a ella para poner alguna que otra denuncia a la Paqui y al superintendente, para luego quedarse charlando con ella un buen rato largo. Cuando esto pasaba, Kylie le repetía una y otra vez que el gallego iba con más intención que poner una simple denuncia, sin embargo la albina lo negaba ya que nunca había tenido mucho éxito con los hombres.
El gallego fue llevado al despacho del superintendente, Volkov lo desesposó y se dispuso a poner los nuevos cargos que Segismundo se había ganado a pulso a la PDA. Conway salió del despacho con intención de ir a la máquina de cafés, lo último que quería era aguantar las idioteces de García.
-Joder, esto no va.-Se quejó Volkov, Segismundo alzó la mirada para ver como el ruso apretaba con fuerza los botones de aquella tablet.- A ver García, quédese un momento aquí que voy a buscar otra PDA.
El comisario salió del despacho, pero como era obvio cerró con llave para que el detenido no escapara, aún le quedaba cumplir su condena en los calabozos.
Segismundo soltó un largo suspiro y empezó a observar todo el cuarto perdido en sus pensamientos. Empezó a rogar mentalmente que Erica fuera la encargada de vigilar en los calabozos para así tener más oportunidad de estar con ella.
Desde el primer día que la conoció, aquel día que ella realizó su primera negociación, aquella mañana en la que ella le preguntaba que quería por los 4 rehénes que tenía detrás, mientras que él se quedó callado perdido en sus bellos ojos verdes, en aquel hermoso cabello blanco que junto con sus delicadas facciones le pareció una chica extraída de alguna película de fantasía.
No podía sacarla de su cabeza.
Muchas fueron las excusas para hablar con ella, poco a poco Erica se iba soltando e iba contandole más sobre ella, llegando a conocer la poca autoestima que tenía ella sobre su aspecto. Al gallego le hervía la sangre cada vez que escuchaba todas las palabras malsonantes que le dedicaban a la albina por el mero hecho de serlo:
"No saben apreciar una obra de arte humana" pensaba.
Su vista acabó dirigiendose a un pequeño micrófono de estudio situado encima del escritorio, Segismundo se imaginó que sería a través de ese objeto por el cuál el superintendente mandaba sus órdenes para que se escuchara por toda la comisaría.
Una idea cruzó por su cabeza.
Su mano temblorosa se acercó al botón de encendido del micrófono, lo pulsó deprisa, como si aquel botón le fuera a quemar su dedo. Su respiración empezó a agitarse, sin embargo no se detuvo, se levantó y empujó uno de los estantes para atorarlo en el manillar de la puerta, quería conseguir tiempo.
Cogió el micrófono encedido con sus manos, dispuesto a cumplir su idea.
-Eh... hola ¿Me escuche? Muy buenas noches gente de la comisaría.-Se sobresaltó al escucharse fuera del cuarto, Conway le iba a matar.- Ejem ejem... esta es una muy bonita noche...como tú Erica Daller.-
"Porfavor que lo esté escuchando" pensó muerto de vergüenza.
-Me gustas mucho Erica y he visto esta cosa y he pensado que sería buena idea declararme a través de este trasto.-Empezó a reír muy nerviosamente.- Así que deja de pensar que eres horrible o que eres todo defectos por tu albinismo.-
"Eres la chica más perfecta que he conocido nunca", comentó por aquel micrófono.
Segismundo se dió la vuelta asustado escuchando como el Comisario Volkov le gritaba detrás de la puerta, mientras que forcejeaba intentando abrirla.
-Y ahora va una canción para tí.-
"Never mind, I'll find someone like you"
"I wish nothing but the best for you"
"Don't forget me, I beg"
"I remembe...AAAAAAAAAAAAAAAAAAAH"
"¡QUÉ COÑO HACES ANORMAL DE CARRITO!"
El gallego que cantaba la canción "Someone Like You" de Adele con su extraña pronunciación en inglés fue interrumpido por el superintendente, que con una patada suya había sido suficiente para hacer caer aquella estantería y abrir la puerta de golpe.
Erica, quién tenía las mejillas más rojas que cualquier tomate, empezó a reírse muy nerviosamente ante las miraditas picaronas que sus compañeros le dedicaban. Kylie que ya se encontraba con ella le puso una mano en su hombro.
-Te lo dije, Eri.-Comentó la castaña guiñándole un ojo.-¿Ahora que le responderás?.-
-Primero cuando se recupere de la paliza del super le golpearé por hacerme pasar vergüenza, luego quizá le... ¿Bese?.-Esto último lo susurró bajando su mirada al suelo, aunque Kylie la escuchó perfectamente y se rió al verla totalmente avergonzada.
-Más le vale sobrevivir a la ira del superintendente.-
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One-Shot's GTAROLEPLAY RPSPAIN
De TodoSimplemente one-shots de los personajes que aparecen en RPSpain Roleplay. Habrá de todo e.e Acepto pedidos :3