~~Hinata POV~~
Mucho más tarde esa misma noche y tumbada en mi cama, di media vuelta de nuevo para acomodarme sin éxito alguno. Al paso que iba no dormiría en toda la noche, y mañana necesitaba estar presentable.
Tampoco es como que tuviera muchas esperanzas de hacerlo, así que daba igual.
No después de todo lo que había pasado ese día, y del giro de acontecimientos tan raros en mi vida, en menos de veinticuatro horas.
La diferencia de anoche es que ahora por fin tenía la certeza de que mi hermano saldría de la cárcel, y claro, tenía que casarme con el guapísimo magnate y jefe de mi jefe, Naruto Uzumaki.
Me estremecí sin remedio al pensarlo.
Sabía que sería una simple farsa entre nosotros, sin embargo, fingir ante todos los demás no me tranquilizaba para nada. Mucho menos cuando gente tan cercana a él sería testigo de esa mentira, como por ejemplo su familia.
A la que mañana mismo conocería en un almuerzo familiar.
-Genial- susurré frustrada, colocando mi brazo encima de mi frente y rodando de nuevo hasta quedar boca arriba.
Ahora sí no podría dormir en toda la noche.
Con una mueca de frustración, recordé la corta pero intensa conversación telefónica que había tenido con Ino nada más llegara a casa, así como los gritos de emoción y asombro de mi amiga mientras le contaba todo.
De acuerdo a lo que me había dicho, Naruto tenía una familia a la que adoraba y que era bastante unida. Dos padres, Minato y Kushina Namikaze Uzumaki, a los que amaba; un hermano de sangre con tres hijos, y una hermana con dos. Por supuesto, la familia incluía a las familias de sus hermanos y a los amigos más cercanos, que eran los Uchiha y que también eran un montón.
Todos ellos muy ricos, y por supuesto, a todos los conocería mañana.
Moría de los nervios.
Estaba segura que aún en el caso de que mi matrimonio con Naruto fuera real estaría asustada, por supuesto que en mi caso estaba aterrada. ¿Cómo iba a fingir frente a toda esa gente que era la feliz y enamorada prometida de Naruto?
Peor aún ¿Cómo haríamos para hacerles creer que todo era real y que no sospecharan de la herencia?
-Ay por Dios-
Incapaz de pensar más en lo mismo y muerta de cansancio, me acomodé de lado y cerré los ojos para seguir durmiendo.
.
.
.
Esa mañana estaba terminando de acomodar mi cabello frente al espejo de mi sala cuando sonó el timbre de la puerta.
Nerviosa, miré el reloj a mi lado y solté un largo suspiro. Las nueve y media de la mañana. Era él.
-Bien, Hinata- le sonreí a la mujer del espejo- ¡Aquí vamos!-
Y con esa última expresión para infundirme valor, tomé mi bolso que se encontraba en la mesita y me acerqué a la puerta con pasos seguros. Cuando la abrí, los ojos azules que me habían perseguido toda la noche me miraron suavemente para después abrirse con ligereza.
-Estás…- comenzó a susurrar y después pareció recomponerse- Estás guapísima-
Sonreí satisfecha. Para ese día había escogido un vestido corto en color azul y algo entallado que marcaba mis curvas. De tirantes finos, tela suave y a mitad de muslo, el vestido lo había complementado con mis sandalias de tacón alto y tiras en los tobillos, mi cabello recogido en una coleta y un maquillaje suave.
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Negocio Arriesgado (Adaptación)
Fiksi PenggemarDesesperada por sacar de la cárcel a su hermano, Hinata acude al la única persona con el suficiente poder para hacerlo. Su multimillonario jefe Naruto U., con quien nunca había hablado. Para cobrar una herencia muy importante, Naruto necesita una es...