Nuestra Historia.

Encuentros constantes.

Ahí estábamos tú y yo, nuevamente encontrándonos cada día de la semana, tú ya habías salido de la escuela mientras tanto yo iba a las clases de Danza.
Siempre que te encontraba quería pasar horas y horas contigo, sin importar que me perdiera las clases, se me hizo costumbre verte todos los día y no sabía que iba hacer si te perdía, tal vez que acabaría todo para mi, se que estoy exagerando un poco las cosas, pero así las sentía.
Cada que nos quedamos hablando horas, yo quería consentirte como lo merecías, te compraba todo lo que me pidieras, lo cual era poco porque a ti no te gustas que me compren cosa.
Y así seguimos por varios días.