Enamorada de mi mejor amigo

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Era el día, estoy lista para hablar con él, o eso creo. Me encontraba fuera de la casa de mi mejor amigo, al menos hasta ahora, dispuesta a hablar con él, para arreglarlo todo o... aún no estoy lista para pensar en esa posibilidad. Toqué la puerta y esperé, pero nadie abría, cuando me dispuse a volver a tocar, la puerta se abrió.

–Hola Emily-Me saludó una Maggie alegre, igual que siempre.

–Hola Maggie-Le sonreí-¿Está Jack?

–Sí, está arriba con su novia

–¿Su novia?-Pregunté extrañada, con un tono de dolor en mi voz.

–¡Oh! ¿Jack no te lo dijo?-Al ver que no recibía respuesta mía continuo-Es reciente, lo debió de haber olvidado

–Sí... seguro fue eso

–¿Quieres pasar? Sí tú quieres lo llamo

–¡No! Esta bien, solo dile que vine y que necesitamos hablar

–Está bien Emily

–Adiós Maggie-Me despedí con una sonrisa tan forzada que perfectamente era una mueca.

–Emily-La miré-Tu eres más bonita

Le sonreí y procedí a irme. Ahora sabía que Maddison y él ya eran oficiales, y el no me lo dijo, supongo que ese fue el fin de Emily y Jack, el duo dinámico.

Camine sin rumbo fijo por una hora, solo metida en mis pensamientos, mi teléfono sonaba, pero no me molestaba ni siquiera en mirar quién era, no quería llegar a casa, entonces entré a una cafetería cerca del parque de siempre, me senté frente a una ventana para ver a la gente pasar y ver a los pajaritos volar, en estos instantes, más que nunca, quisiera ser uno, ellos solo se preocupan por no lastimar sus alas, son tan libres.

Para cuando me dispuse a ver mi teléfono, era tarde, habían pasado horas desde que dejé la casa de Jack, aun me sentía aturdida y en chock. Vi que tenía varias llamadas perdidas, de mi madre, de Liam, de Bella y de... Jack. A la única que necesitaba llamar, que me metería en problemas si no lo hacía era a mamá, creo que ya era hora de contarle todo, siento que explotaré en cualquier momento. Al tercer tono contestó, preocupada.

–¡Emily¡ ¿Dónde carajos te metiste? He estado llamando todo el bendito día ¿estás bien?

–Hola mamá, sí estoy bien-Respondí lo más tranquila que pude-Sólo necesitaba un tiempo para pensar, llegaré a casa pronto y prometo contarte todo

–Te quiero en casa lo antes posible, me tenías preocupada

–Lo siento-Suspiré-No he tenido buen día

–Está bien, solo ya ven a casa

–Sí, adiós mamá

Sin darle oportunidad para que respondiera, colgué, dispuesta a irme a casa.

Al llegar, mamá estaba sentada en el sofá de la sala, esperándome, con una cara de enojo con preocupación.

–¿Dónde estuviste?

–En una cafetería, cerca del parque

–¿Por qué no respondías tú celular? Para eso lo tienes Emily

–Lo siento, hay cosas que tenía que pensar-Me senté con ella en el sofá.

–¿Cómo cuáles?

–Mis dramas adolescentes-Sonreí sin ganas.

–Cuéntame, quiero entenderte

Entonces le conté todo, lo de Halloween, el beso, el baile, que ya son novios, todo. Con forme avanzaba mi historia y se la contaba a mi madre, se hacía más real, se me formó un nudo en la garganta y lágrimas rebeldes brotaban por mis ojos, mi madre sólo escuchaba atentamente, sin dar su opinión, era lo que necesitaba, hablar sin ser juzgada, sólo sacar todo. Al terminar mi historia me abrazó.

–¡Oh mi niña!-Yo solo lloraba sobre su hombro-No sabía por lo que estabas pasando

–Era mi mejor amiga mamá-Sollocé-¿Cómo no me va a doler si era la persona en la que más confiaba?

–A veces no terminas de conocer a una persona nunca-Las palabras de mi mamá me tocaron, sentí que eran ciertas y qué tal vez no conocía a Maddison en realidad, al menos no a la que no mostró empatía por mi, y eligió a un chico sobre mi, su "mejor amiga".