|Unidos Por Siempre| (Furry Gay)

Capítulo 7

Luca

Ya ha pasado una semana entera desde que Matt y yo nos reunimos para hacer el proyecto, la entrega ya pasó y afortunadamente logramos tener una buena calificación

Al ser domingo uno espera estar relajado en casa sin hacer nada, pero ese no era mi caso, en lugar de estar tranquilo me encontraba nervioso y algo aterrado, esto se debe a que mañana comienza el torneo y sinceramente no creo estar listo

Eran aproximadamente las dos de la tarde cuando decidí salir a caminar para despejarme, tomé mis llaves y salí de la casa avisándole a mis padres a donde iba

Al salir sentí una brisa golpear mi rostro, respiré profundamente y caminé en dirección al parque

Una vez ahí opte por pasear sin rumbo, seguí solo el camino que estaba en el suelo cuidando de no golpear a nadie mientras caminaba

La temperatura cálida del día sumado a la paz del parque lograban darme un efecto relajante, en un punto me detuve y ví algo que me sorprendió, en una banca se encontraba Matt dibujando, me acerqué a él

–Hola Matt– el lince pareció no haberme escuchado, note que tenía puestos sus auriculares, así que toque su hombro para llamar su atención

–Uh, hola– dijo retirando sus auriculares –¿Qué haces aquí?– me hizo un espacio para que me pudiera sentar

–Solo vine aquí para despejarme, el torneo me tiene ansioso–

–Ya te dije que va a estar bien, sé que van a ganar– guardó sus lápices para no perderlos –Te tienen a ti después de todo–

–¿A mí?–

–Si, te he visto jugar, eres increíblemente bueno para ser un zorro torpe– me dió un pequeño golpe en la cabeza con su dedo índice

–¿A quién le llamas torpe?, Torpe– le devolví el golpe pero esta vez en el estómago –Eres un lince muy torpe– le seguí dando golpecitos con los dedos, él se movía para esquiar

–Auxilio, me atacan– dijo soltando leves carcajadas ante las cosquillas que le hacía

–Miren a los tortolitos– me detuve y mire a quien nos había hablado

–Hola, Luis–

–Hola Matt, y hola Luca– el mapache se sentó junto a nosotros –Se ven muy tiernos juntos, ¿Lo sabían?– nos miró pícaramente

–Callate– le di un golpe con mi codo –¿Qué haces aquí?–

–Vengo de la casa de mi abuela– Sobó su brazo mirándome de mala manera –¿Y ustedes qué hacen aquí? Es una cita?–

–No imbécil, vine a caminar un rato y me encontré a Matt–

–Ajá si, ¿Quieren que me vaya? No quiero ser el mal tercio– suspiré frustrado

–No, quédate si quieres–

–Oh, gracias Matt, deberías aprender de él, zorro– Luis fingió estar indignado –De verdad Matt, no sé que de bueno le vez a este grosero– hice un puchero aún mayor