Parte 2 (2/3)

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-Gabrielle, despierta querida- Escuchó una voz

- Albus, ¿qué pasa? - Dijo con voz somnolienta mientas se acomodaba en su cama

-Es hora de que vayas al caldero chorreante, Harry llegó hace dos semanas y el señor Weasley y la señorita Granger acaban de llegar- Le explicó

-Harry ¿Cómo? -Preguntó confundida- ¿Sus tíos lo dejaron ir? ¿Dos semanas? -

-Bueno, ha escapado. No sé cómo se le ha ocurrido, con Black suelto. Aunque me parece que no sabe quién es, no todavía. Debo hablar con él, nunca debe volver a dejar su casa de esa manera- Decía preocupado -Por suerte, el autobús noctámbulo lo llevó al caldero y el ministro lo recibió-

- ¿Fudge? – Preguntó confundida - ¿Por qué Fudge...- Dumbledore la interrumpió

-Podrás hacerle todas las preguntas que quieras a Harry una vez estés allá- Le dijo mientras salía de la habitación

Gabrielle salió del fuego verde para encontrarse en el caldero chorreante, donde divisó a los Weasley desayunando

-Buenos días- Saludó alegremente

-Buenos días, cariño- Saludó amablemente la señora Weasley

-Gabrielle, Ron me dijo que te dijera que él y Hermione están en Florean Fortescue. Te están esperando -Dijo el señor Weasley, dejando de leer el periódico que se encontraba en sus manos

-Muchas gracias, señor Weasley- Dijo Gabrielle, poniéndose su capa para salir en busca de sus amigos

- ¿Es verdad que inflaste a tu tía? - Preguntó Hermione

-Fue sin querer, perdí el control- Se excusó Harry

A lo que Gabrielle y Ron estallaron en risas.

-No tiene ninguna gracia, me sorprende que no te hayan expulsado- Comentó seria Hermione

-A mí también- Admitió Harry -No solo expulsado, lo que más temía era ser arrestado- Dijo Harry, causando una carcajada de Gabrielle

- ¿Por qué? ¿No tener control de tú magia? - Respondió Gabrielle -Para eso se supone que vamos a la escuela Harry, para aprender a controlarla- Continuó con una sonrisa en su cara -Además, la gente no va a Azkaban por inflar a su tía- Le comentó mirando divertida al pelinegro

-Eso fue lo que dijo Fudge...- Comentó Harry, aunque su cara aún reflejaba preocupación

-Mira Harry- Dijo la pelirroja más seria -La gente va a Azkaban por cosas mucho peores... Maldiciones imperdonables, mortífagos, magia oscura. No habría lugar para un chico de 13 años que infló a su tía accidentalmente-

Harry se quedó pensativo y miró a Ron - ¿No sabrá tu padre por qué me ha perdonado Fudge el castigo? -

-No sé, probablemente porque eres tú ¿No? – Respondió el pelirrojo encogiendo los hombros

Tras comentar sobre la situación de Harry, la cantidad de libros que tenía Hermione y el estado de salud de la rata de Ron, decidieron ir a la tienda de animales. Ron preguntaría sobre Scabbers y Hermione compraría una lechuza.

Hermione terminó comprando un gato que casi se come a Scabbers y, tras encontrarse con el señor Weasley, volvieron al caldero chorreante encontrándose con los demás Weasleys.

Comieron todos juntos y a Gabrielle se le ocurrió que podría ir a Hogwarts este año en el tren, ya que nunca lo había visto. Así que decidió escribirle a su padrino y mandarle una lechuza:

¨Querido Albus,

Se me ha ocurrido ir mañana a Hogwarts con los chicos en el tren, nunca lo he visto y siento curiosidad. Te pido que por favor devuelvas la lechuza con mi uniforme, si no es mucha molestia.

Nos vemos en el banquete.

Te quiere,

Gabrielle¨

Y tras eso Gabrielle ayudó a Ron a alistar su equipaje, ya que todas sus cosas ya estaban en Hogwarts.

Gabrielle bajó a pedir un vaso de agua y se encontró con la señora y el señor Weasley, que discutían algo seriamente.

-Oh Gabrielle, ven un momento por favor- Le pidió Arthur

- ¡Arthur! -Le reclamó Molly

Este, habiendo caso omiso a su esposa, se dirigió a la pelirroja -Supongo que Dumbledore te conto sobre Sirius Black- Le dijo con mirada inquisitoria

-Sí señor- Respondió mientras la señora Weasley miraba a su esposo desaprobatoriamente y con la cara colorada

-Supongo que también te comentó el por qué escapó de Azkaban -Volvió a preguntar

-S...Sí señor-

-Como le comentaba a Molly, no tiene sentido ocultárselo a Harry, tiene derecho a saber, pero Fudge sigue tratándolo como un bebé- Comentaba seriamente -Tu ya has visto como son con Ron, siempre buscan problemas. Pero esta vez les puede salir caro-

- ¡Pero lo va a aterrorizar! -Reclamó la señora Weasley -Gabrielle, él estará a salvo en Hogwarts. Dumbledore estará muy pendiente de él-

-Claro que sí- Argumentó el señor Weasley- Hemos tenido que casi rogarle para que dejara que los guardias de Azkaban custodiaran el colegio. No le hizo mucha gracia-

- ¿Por qué? -Preguntó confundida la señora Weasley

-No les tiene mucha simpatía- Comentó Gabrielle, ganando la atención de los dos  -Sí quieren mi opinión, pienso igual que Arthur. Señora Weasley, siempre se está metiendo en problemas, lo mejor que podemos hacer es advertirle a Harry en que se está metiendo, si es que intenta hacer algo, y estoy segura de que lo hará -Concluyó causando una expresión de disgusto en la señora Weasley

-Bien Arthur. Debes hacer lo que te parezca mejor -Le dijo con una mirada seria

-Buenas noches señor y señora Weasley- Se despidió Gabrielle

-Buenas noches-

Cuando Gabrielle se dirigió a su cuarto pudo divisar una figura de un chico escondido tras la puerta del comedor donde Arthur y Molly habían estado discutiendo.

La heredera de Gryffindor [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora