Re: Black Symphonia.

Violet.

Al llegar a aquél hospital no tardaron mucho en llevarlo a la habitación donde se encontraba la persona que busca, y al abrir la puerta pudo observar a una joven de 14 años recostada sobre aquella cama de hospital, su hermoso pelo negro se estaba cayendo lentamente, casi quedándose calva. Ella al notar la presencia de Joseph, lo volteó a mirar para regalarle una débil sonrisa y decirle “Gracias por venir aquí, te extrañé..”.

Al observar el rostro de aquella chica obviamente pudo notar la cara sonriente de su hermana, al verla sonreír de esa forma incluso se le salieron algunas lágrimas. En ese momento tratando de ocultar esas lágrimas, rápidamente miró atrás como si hubiera visto algo extraño, y en el acto pudo secarse sus lágrimas.

Cuando porfin se sintió preparado, entró a aquella habitación y se sentó al lado de aquella chica enferma, junto a su hermana enferma. Y en ese momento la conversación empezó a fluir, obviamente una charla con el fin de desatrasar a su hermana de los sucesos más importantes que han ocurrido, como que ese mismo día iba a empezar a trabajar como un detective.

Su hermana Noellia al escuchar a Joseph decir eso prácticamente dio un brindo de felicidad y le fue imposible no abrazarlo y desearle buena suerte sin saber que solo iba a trabajar para ayudarle a ella. La felicidad de Noellia era demasiado notoria, primeramente por ver a su amado hermano y por esa buena noticia, después de todo no tenía nadie con quien hablar en ese hospital.

Joseph al ver la hora pudo notar que eran las 5 de la tarde, justamente 30 minutos antes de su cita de trabajo. Así que tuvo que contarle a Noellia que ya era hora de irse, y justo antes de dar un paso afuera pudo escuchar unas palabras saliendo de la boca de su hermana:

–No te presiones tanto porfavor, papá se que se mata trabajando para poder ayudarnos, pero tu ten paciencia en todo lo que vayas a hacer... No te estreses ni te desgastes, si tienes paciencia todo saldrá bien tarde o temprano.– Dijo Noellia con una expresión tranquila en su rostro.

Cuando escuchó esas palabras salir de la boca de su hermana se quedó parado un segundo, para luego de unos segundos despedirse y caminar rápidamente a la salida del hospital pensando una y otra vez sobre lo que hablaba su hermana, y su única respuesta para eso fue un “Si tengo paciencia, tarde o temprano no estarás a mi lado”, Obviamente fue una respuesta para ella, una respuesta que no podía escuchar.

No tardó mucho en tomar un taxi y llegar a la comisaría, con el tiempo necesario para poder llegar al punto de encuentro y tomarse un café mientras espera a los demás, una puntualidad perfecta, como siempre de parte suya.

Pero justamente al abrir la puerta pudo notar que ya todos habían llegado antes que él, incluso su padre se encontraba en esa sala.

–23 segundos tarde, Joseph.– Dijo su padre con un expresión de superioridad.

Joseph intentado ignorar eso, simplemente se puso al lado de su padre y observo fijamente a un comisario a los ojos, aquél comisario notó que eran padre e hijo por sus miradas asesinas y de desagrado total con las que observan a todo el mundo, incluso pareciendo ojos rojos cuando se fijaban en una persona.

En ese mismo momento entraron 3 personas, un tercer policía y su hermosa hija, una chica pelinegra con un vestido, e incluso maquillada, se notaba que era una completa dama por su forma tan delicada de moverse, y la mirada de Joseph se volvía aún más fuerte al observarla a ella.

–Ya que todos estamos acá puedo empezar a explicar... Verán, La policía nacional en estos últimos meses a tenido muchísimo más trabajo de lo normal, así que estamos trayendo a jóvenes fuera de lo normal para ser policías, obviamente Alumnos acompañados por un oficial.– Dijo aquél comisario, Joseph ya sabía de esa estrategia de la policía para tener menos trabajo, pero no tenía ni idea el porque estaban esas 2 personas ahí.

Joseph instantáneamente giró sus ojos a dirección de la chica, se notaba que estaba apunto de decir algo, Joseph se llenaba la cabeza de posibles preguntas que podría dar aquella chica, leyendo su personalidad según su tipo de ropa y forma de pararse, prácticamente sacando su iq con solo ver su apariencia.

–Muchas gracias por dejarme participar en esto, y darme un compañero tan maravilloso.–Dijo Aquella chica para luego hacer una reverencia japonesa como forma de agradecimiento pero Joseph pudo ver sus ojos al estar un poco atrás de ella, unos ojos que lo observaban con tanto desprecio como el la miraba a ella.

–Uh... Si, muchas gracias.– Dijo Joseph intentando no quedar mal o como un mal agradecido.

Al terminar esas palabras todo el mundo se fue de esa sala, dejando a Joseph y a su padre completamente solos. Su padre no tardo demasiado en prender un cigarro y empezar a caminar a la salida mientras su hijo lo seguía. Al ya estar fuera de la comisaría, se recostaria sobre una de las paredes de la comisaría para fumar más a gusto.

–Aquella chica se llama Danielle Nicolae, es la hija del Comisario Nicolae, y tu nueva acompañante... Pero que sea tu acompañante no importa para nada, recuerda que tu debes desifrar el caso solo, debes pasar por encima de todos los compañeros posibles.– Dijo su Padre mientras lo observaba con una mirada aterradora y denigrante en toda regla.– Después de todo así llegué yo a Comisario también, pisoteando a la competencia, y así planeo llegar a ser el próximo Súper Intendente.

Joseph simplemente se quedó completamente callado mientras escuchaba a su padre, él ya sabía que era una terrible persona, pero no tanto. Así que al terminar de escucharlo, se fue lejos de su padre y vió un auto donde se encontraba Danielle esperándolo.

–Es hora de irnos, Joseph.– Dijo Danielle con una linda sonrisa en su rostro.

–No pensaba que fuera tan rápido.– Respondió Joseph.

En ese mismo momento Joseph entró al auto y observo que un Policía diferente estaba manejando el auto, así que confirmó completamente que el policia que acompañaba a Danielle era el Comisario Nicolae y este el acompañante de ambos.

Momentos antes de que el auto arrancara el padre de Joseph se acercó solo para decirle:

–No lo hagas ni por ti ni por mi, Hazlo por Noel.– Fueron sus últimas palabras antes de dejar que el auto arrancara y dejar ir a su hijo.

Joseph solamente se quedó observando la ventana un buen rato mientras pensaba en sus cosas, pero al ver un letrero enorme que decía "Bienvenido a Knowledge" no evitó sonreír.