CAPITULO 4

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CAPITULO 4

Anaïs se quedó unos segundos en shock, había dicho que Alex, la que pensaba que era su amiga resulta que es un chico, no lograba entenderlo, necesitaba respuestas e iba a aprovechar que Matt era más comunicativo. 
- A ver como que Alexander, será Alexandra ¿no? -le preguntó ella algo nerviosa.
- No, lo has oído bien, Alex es un chico, no es una chica como tú pensabas
- Pero…pero cómo… cómo es posible… quiero decir… ella… bueno él es…, no entiendo ¿Por qué viste así? Acaso se considera un….
- Noooo, para nada, él se considera un hombre, por eso no te preocupes, pero ahora mismo no puedo explicarte por qué lo hace, solo te puedo decir que es por trabajo, si te has fijado sus rasgos son femeninos y vestido con ropa de mujer está…
- Ahora entiendo su tono de voz, cuando me llamó por teléfono sonaba más ronco, no era tan suave como cuando hablamos en persona, pero pensé que estaba acatarrada o algo así.
- Si cierto, por teléfono suena más varonil, no puede ocultar tanto su timbre de voz, pero a ver, si me estoy arriesgando a contarte esto, es porque desde que te conoció no ha dejado de pensar en ti, tengo que admitir que es la primera vez que lo veo tan pillado por una mujer, él nunca se atreverá a decirte nada por miedo a que tú lo rechaces, como has podido comprobar su figura se asemeja más a una chica que a un chico, por eso es que hace este tipo de trabajos, para él es más fácil que para mí por ejemplo, yo aunque me vista de mujer no daría el pego ¿o sí? –le preguntó quitándole hierro al asunto y soltando toda la parrafada de golpe.
- Nooo para nada, serías una mujer muy masculina y tu voz tan grave tampoco ayuda en nada -le contestó Anaïs riéndose sin poder evitarlo a carcajada limpia.
- Bueno, ahora que lo sabes, viene la pregunta más importante de todas ¿te gusta mi amigo?, ¿sientes algo por él?, y por favor dime la verdad, él ni se imagina que yo estoy aquí contigo, contándote todo esto.
- La verdad… sabía que había algo raro en esa chica, pero… a ver me considero una persona heterosexual, y sentirme tan atraída por otra chica me hacía sentir algo rara, yo tampoco he podido quitármelo de la cabeza, y que conste que lo he intentado, además hoy cuando lo abrace y le di dos besos, se sonrojo e intento apartarme de una manera muy sutil, pensé que se sentía avergonzado o algo parecido, pero ahora que se la verdad creo que lo hizo para…. vamos para que yo no… tendrá cara y cuerpo de mujer, pero siendo hombre, tendrá sus atributos y si yo le gusto, pues…. pues tú ya sabes Matt -le dijo sonrojándose por tener que admitirlo todo delante de un hombre como aquel. 
- Me alegro mucho y ya sé a qué te refieres, a pesar de que están bien resguardados, la verdad que tu beso lo altero un poco, y no era una excusa el que no se sentía bien, llevaba todo el día con dolor de cabeza y malestar, por eso había vuelto al hotel a descansar y por suerte o por desgracia os encontrasteis.
- Y ¿cuándo os vais? -le preguntó sabiendo que tenía poco tiempo para actuar.
- Seguramente mañana, ya hemos terminado aquí, por el momento, puede que tengamos que volver, pero no sé cuándo, eso si te pido, que si lo ves o hablas con él no le digas que yo… bueno ya sabes… -le dijo ya levantándose para irse, había hablado demasiado, pero es que su amigo merecía ser feliz por una vez en su vida.
- Estate tranquilo Matt, toma mi número si alguna vez necesitas algo puedes llamarme, o si le pasara algo a Alex, dios no lo quiera, me avisas por favor, no sé si te habrá contado, pero estoy estudiando enfermería, me faltan dos años para terminar la carrera -le dijo dándole su tarjeta y acompañando a su nuevo amigo a la puerta.
- Bueno, ha sido un gran placer conocerte y gracias por todo, espero que nos volvamos a ver en alguna otra ocasión -le dijo mientras le ofrecía la mano a modo de despedida.
- Toma, este es mi número personal, pero no se lo digas ni des a nadie. Si alguna vez te pasa algo, estas en peligro o crees estarlo llámame, si no contesto deja mensaje o envíame uno -le dijo dándole su tarjeta y estrechándole la mano antes de irse.
Anaïs cerró la puerta y se quedó mirando la tarjeta que este le había dado, pero en ella solo ponía:

MATT HUNTER
Gerente de King Services
666567303

Se quedo decepcionada, pensaba que en ella aparecería también su dirección, así sabría donde vive Alex, porque siendo su compañero de trabajo y su mejor amigo seguro que vivirían cerca el uno del otro, se guardó la tarjeta en su cartera junto con la nota que aun guardaba de Alex, se cambió y fue a prepararse algo para cenar.
Matt llegó al hotel y se fue a su habitación no sin antes picar en la de Alex, quería saber cómo estaba, pero al no tener respuesta pensó que estaría durmiendo, como tenía la llave luego se pasaría a ver si quería cenar algo y ver como seguía.
Al día siguiente fue Alex quién pico en la habitación de Matt, pero al ver que no contestaba uso la llave para entrar, lo vio todo espatarrado encima de la cama, primero se aseguro que estuviera solo y cuando vio que así era se acercó a despertarlo. Después de varios intentos lo consiguió.
- Joder tío que difícil es despertarte, anda levántate que tenemos que irnos o perderemos el vuelo.
- Mnnnn déjame dormir, tengo sueño, ya cogeremos otro.
- O te levantas o te hecho ahora mismo una jarra de agua helada por la cabeza, tú mismo -le dijo algo enojado y deseando salir de la ciudad.
- Voooooy pesaoooooo -le dijo levantándose mientras bostezaba e iba al baño.
Alex se quedó allí hasta que estuviera listo o Matt era capaz de volverse a la cama si se quedaba solo, él ya tenia la maleta lista y estaba haciendo la de Matt para no perder más tiempo y llegar pronto al aeropuerto.
Al mediodía ya estaban de vuelta en Barcelona, cogieron el coche de Matt, este lo había dejado en el párking y pusieron rumbo a casa, ya que vivían cerca el uno del otro. 
DOS MESES DESPUÉS…
Alex llevaba días que no se sentía bien, pero lo achacó a los exámenes finales y la acumulación de tareas y trabajo, apenas descansaba  y para colmo no dejaba de pensar en Anaïs, muchas veces había marcado su número, pero antes de que diera el primer tono siempre cortaba la llamada.
Matt lo llamó para que se pasara por su casa, tenían que arreglar unos asuntos y tenía los papeles en su despacho, éste le dijo que en diez minutos estaría allí.  
Llevaban un rato liados con los papeles y Matt le dijo que iba a la cocina a coger algo para picar que le había dado hambre, Alex al levantarse noto que se volvía a marear como días atrás, pero llego un momento en que su cuerpo dijo basta y se desmayó, sorprendiendo a su amigo que entró y lo vio tirado en medio del despacho.
Al verlo lo primero que hizo fue mirar por si había intrusos, aunque Alex le habría avisado o escuchado ruidos, al ver que no había nadie se acercó a su amigo, notó que solo estaba desmayado así que lo cogió y lo llevo a la cama, le quito la camiseta y cuando iba a llamar al médico este empezó a despertar.
-Que… ¿qué ha pasado?, ¿Qué hago en tu cama Matt? -le preguntó Alex algo desorientado y sin saber cómo había llegado hasta allí.

FUEGO CRUZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora