Extra

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Una semana, llevaba una semana sin ver a su novio y ya estaba desesperado. Nunca habían pasado un día sin ver al otro aunque sea unos minutos.

El castaño llamó a su novio una, dos, cinco, trece veces e incluso más pero en todas se terminaba escuchando un Hola, soy Kim Dongyoung y te estoy evitando, deja tu mensaje~ y eso lo frustraba y preocupaba cada vez más.

Ya frustrado y nervioso por la ausencia de su pareja tomó las llaves del auto y se pusó una chaqueta que encontró por ahí.

— Jae, ¿a don...? — iba a preguntar Krystal pero Jaehyun respondió antes.

— Voy a ver a mi novio. — contestó, olvidando que su madre no sabia ni de su homosexualidad ni de su pareja.

— Espera ahí, muchachito. — Jaehyun quedó helado. — ¿Novio?

— Sí, mamá mira yo realmente lo amo y no quiero que me separes de él, solo... Respeta mis gustos. — dijó asustado.

— Solo quiero saber una cosa. — el chico asintió para que siga hablando. — Es Doyoung, ¿no?

Jaehyun abrió la boca para responder y luego la cerró nuevamente para solo asentir.

— Lo sabía, ese brillo en los ojos que tienen no son sólo de amigos. — suspiró. — No me importa quién sea o si es hombre o mujer, solo quiero que seas feliz. — se acercó a su hijo y acarició su mejilla.

— Gracias mamá, yo, te amo. — sonrió y la abrazó fuertemente.

— Te amo más, hijo. — besó su frente. — Ahora anda.

Jaehyun se separó y se despidió de su madre con un gesto de mano antes de salir de la casa hacia el auto, tomó un atajo que había para llegar más rápido a la casa del mayor.

Cuando llegó notó que las luces de su habitación estaban encendidas, se bajó del auto rápidamente y tocó la puerta esperando a que le abran.

Le abrió una señora que no conocía lo cual hizo que se pusiera pálido al pensar lo peor.

— ¿Quién es, Yen? — escuchó una voz y luego vio a la señora Kim frente a el también. — ¡Jaehyun! Pasa, pasa.

El chico pasó saludando a Minju y a la tal Yen.

Iba a preguntar por Doyoung pero volteó a las escaleras las cuales sonaban levemente.

— Mamá, sabes dónde-

Doyoung quedó helado viendo a su novio en la sala, viéndolo.

— Jaehyun... — el mencionado iba a responder pero solo alcanzó a atrapar al mayor entre sus brazos pues había corrido hasta el y se le había lanzado encima como un koala.

— Cone- Doyoung. — sonrió apretandolo fuertemente.

Por otro lado, las dos señoras y los dos adolescentes, Jeno y Jongho, veían todo desde donde estaban.

— Yo digo que, vayan a la habitación de Doyoung. — mencionó otra voz saliendo de la cocina.

— ¡Seulgi! — exclamó su esposa, Joohyun, dándole un golpe y de lejos se vio a Yeosang golpeando su frente suavemente.

Jaehyun vio a la señora Minju quien asintió con una sonrisa, pidiendo disculpas a todos se dirigió hacia las escaleras y subió hasta la habitación del mayor. Una vez ahí Doyoung tomó el rostro de su novio para besarlo, le hacía tanta falta.

Unieron sus labios en un beso dulce, Jaehyun caminó hasta la cama del mayor y lo acostó allí poniéndose encima sin cortar el beso.

Pocos minutos después se separaron por la falta de aire. Jaehyun suspiró luego del beso, lo extrañó tanto.

— Bebé, ¿por qué no me contestabas? — preguntó acariciando su cintura.

— Uh, se me perdió el celular. — hizo un puchero leve.

— ¿Seguro? — arqueó una ceja el castaño.

Doyoung asintió rápidamente.

— Déjame probar algo. — Jaehyun sacó su celular y marcó el número del mayor.

Se escuchó el coro de la canción Love me right de EXO, el grupo favorito de Doyoung, desde el escritorio del mayor, Jaehyun colgó.

— ¿Por qué no me contestabas? — volvió a preguntar el menor mientras que veía el puchero de Doyoung.

— Es que, quería decirte algo pero no sabia como. — murmuró, Jaehyun se separó del mayor y se sentó en la cama.

— ¿Ahora eres hetero y me vas a terminar? — Doyoung hizo cara de asco.

— Claro que no.

— Entonces dime. — habló ansioso Jaehyun.

— Bueno, mi mamá ya sabe que, ya sabes, que somos pareja. — susurró lo último mientras jugaba con sus dedos.

— ¿Qué? ¿Cuándo pasó? — preguntó Jaehyun mientras alzaba a Doyoung para sentarlo en sus piernas.

— Pues, le pregunté porque me hizo llevar a Jeno a tu casa la última vez que nos vimos y dijo que porque el día que volvimos del cine nos vio en la puerta besándonos y eso. — se escondió en su cuello abrazándolo por el torso.

Jaehyun río. — Bueno, no es la única madre que sabe. — Doyoung alzó la cabeza.

— ¿A qué te refieres?

— Sabes que a veces me dejo llevar por mis sentimientos así que al ver que no me contestabas y te extrañaba iba a salir de mi casa a buscarte pero mi mamá me vio y me preguntó a dónde iba. — Doyoung asintió para que siga. — Y pues me olvidé que mi mamá no sabía ni de mi homosexualidad ni de que tu eres mi novio y le dije que iba a ver a mi novio.

El dueño de la habitación abrió la boca sorprendido. — Wow, no te dijo nada malo, ¿verdad?

Jaehyun negó.

— Me iba a sentir culpable si lo hacía. — Doyoung hizó un puchero.

— Pero si mi mamá te quiere más que a mi. — el castaño besó el puchero del mayor.

— Bueno, sí. — solto una risita. — Y mi mamá te quiere más a ti que a mi. — Jaehyun sonrió también.

— Bueno, cada quien tiene a la suegra de su lado.

— Idiota. — sonrió ampliamente Doyoung.

— Uhm, pero soy tu idiota.

— Exactamente.

Jaehyun bajó su rostro al cuello del mayor y repartió besitos allí haciendo temblar a Doyoung.

— N-no, Jae. — tembló el chico cerrando los ojos.

— ¿Qué? Te extrañé mucho, conejito.

— Sí, pero, mi mamá y mis tías y-

— Shh, si eres silencioso no habrá problema. — Jung murmuró sobre sus labios antes de unir sus labios en un beso desesperado.

Jaehyun estuvo a punto de sacar la camisa del mayor pero escucharon la puerta ser tocada.

— Donggie, Jae. — era la señora Kim. — nos vamos todos al zoológico, ¿quieren ir?

— No, mamá. — respondió Doyoung sintiendo como Jaehyun volvía a besar su cuello.

— Está bien, si les da hambre se calientan la comida, los quiero. — dijo y se fue.

— Creo que tengo la comida justo en frente y me gustaría calentarla. — Jaehyun murmuró con voz ronca acostando a Doyoung en su cama.

Se escuchó la puerta principal ser abierta y luego cerrada dejando la casa en total silencio.

— No creo que tu familia sea un problema ahora, bebé. — el castaño murmuró en el oído del pelinegro mordiendo el lóbulo de la misma.

Se escuchó un gemido por la habitación y poco después varios más en toda la casa.

intruso [jaedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora