— Hijo, ¿pasó algo con Jaehyun? No lo veo hace días. — comentó Minju sentándose a su lado y sacando a Doyoung del trance en el que estaba.
— ¿Ah? N-no, no hemos peleado. — murmuró.
— Doyoung, te traje a cenar aquí porque quiero decirte algo. — habló un poco nervioso el castaño caminando por la arena, sí, lo había llevado a la playa.
— ¿Qué pasa, Woojae? — preguntó cariñosamente.
Claro que quedó petrificado al ver que el menor paraba de caminar y se arrodillaba frente a el.
— Bebé, yo sé que somos jóvenes y no sé si tu sientas lo mismo que yo pero realmente no puedo pasar un día sin ti, eres la razón por la que me despierto todos los días y adoro eso, pero preferiría que seas la persona que vea cuando me despierte todos los días, Kim DongYoung, ¿quieres casarte conmigo? — terminó mientras sacaba una pequeña caja de terciopelo rojo con un anillo hermoso dentro.
Doyoung quedó sin habla, realmente no sabía que decir, quería decir que sí porque amaba a Jaehyun, más que a ninguna otra persona pero tenía miedo, estaba asustado de lo que pudiera pasar en un futuro. Como la persona insegura que es, lo primero que pensó fue "¿Y si luego se arrepiente y me abandona? No puedo vivir sin él" y "Tal vez encuentre a alguien mejor que yo en cualquier momento".
El pelinegro abrió la boca un par de veces antes de suspirar y hablar. — Y-yo... No lo sé. — le dolió, le dolió ver la expresión triste de Jaehyun, se quizo acercar pero el otro no lo dejó. — Jae...
— Está bien, no te voy a obligar. — notó su voz levemente quebrada mientras se levantaba del suelo, guardo la cajita en su bolsillo. — Será mejor que te vaya a dejar a tu casa.
El mayor se quizo negar pero Jaehyun no lo dejó, todo el camino a la casa de Doyoung fue un tanto incómodo.
No tenía la gran mano sobre su muslo como siempre la tenía, tampoco escuchaba su voz cantando lo que salía en la radio y mucho menos se reía de los propios chistes que hacía para hacer más entretenido el camino.
Recordando lo sucedido, Doyoung se permitió llorar. Jaehyun y el no habían terminado, pero sabía que Jaehyun se sentía afectado y no quería verlo por ahora.
Seguía confundido y desanimado, su madre la cual seguía a su lado lo abrazó fuertemente, iba a preguntar qué pasaba pero él habló primero.
— Me propuso matrimonio. — murmuró en su hombro, aún así Minju logró escuchar.
— ¿Eso que tiene de malo? ¿Le dijiste que sí. — Doyoung negó. — ¿Lo rechazaste? — negó de nuevo.
— Le dije que no lo sabía. — se apartó un poco de su madre limpiando sus lágrimas.
Ella asintió peinando su cabello hacia atrás con cuidado.
— Yo quería decirle que sí pero me congelé y me pusé a pensar en que pasaría si luego se arrepentía o encontraba a alguien mejor. — sollozó escondiéndose en el pecho de su progenitora. — De verdad lo amo, no puedo vivir sin el.
Minju suspiró mientras acariciaba su espalda. — Cariño, dudo mucho que alguien como Jaehyun te deje por otra persona y mucho menos se arrepienta de casarse contigo.
— Pero y si-
— Y si nada, han estado casi 7 años juntos sin contar que te gustaba desde hace mucho antes según me contaste hace poco. — la madre del pelinegro lo interrumpió. — Creeme que Jaehyun te ama y no te pidió matrimonio para luego arrepentirse y muchos menos para engañarte después, si no lo ha hecho en todos estos años estoy segura de que no lo hará cuando se casen.
Doyoung se separó y limpió sus lágrimas sintiendo como salían pero en menor cantidad. — Gracias, mamá, eres la mejor.
— Claro que soy la mejor, ahora anda a casa de Jaehyun y dile que sí, espero que cuando vuelvas tengas ese anillo en tu dedo o le dejo todo a Jeno. — Doyoung hizo un puchero pero asintió.
Se levantó de su cama, besó la frente de su madre y agarrando sus llaves y celular de su escritorio salió corriendo.
Pudo tomar el autobus e incluso manejar el auto de su hermano menor pero estaba ansioso. Él no soportaba correr más que dos minutos pero Jaehyun lo valía, el y su sonrisa lo valían por completo.
Unos 15 minutos después corriendo (o incluso más) Doyoung ya sentía que se iba a desmayar del cansancio, varias personas lo vieron raro pero nadie dijo nada.
Al fin y en un tiempo que parecía imposible para Doyoung correr, llegó a la casa de su pareja. Sin esperar más tocó la puerta, había timbre pero no podía pensar en nada más que Jaehyun.
Vió la puerta abrirse mostrando a un Jaehyun sorprendido y algo desanimado.
— ¿Doyoung? ¿Qué haces aquí? — preguntó extrañado, lo vió jadear así que tomó su brazo y lo entró a su casa.
Lo sentó en el sofá e iba a buscar agua a la cocina pero el pelinegro lo detuvo.
— ¡Espera! Espera, estoy bien. — murmuró tocando la área del corazón por sobre su camisa aún sintiendo este latir rápidamente debido a la carrera que había pegado desde su casa hasta la del menor.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó viéndolo algo dolido, volteó a verlo y notó sus ojeras, sus ojos más grandes de lo normal y con una pequeña pinta de rojo.
Aunque siendo sinceros, Doyoung se veía peor. Tenía toda la nariz y mejillas rojas, aún habían lágrimas secas en sus mejillas mezcladas con el sudor, además de sus ojos hinchados, rojos y sus increíblemente grandes ojeras.
— Sí. — respondió sin más, Jaehyun lo vió confundido. — Lo siento mucho, de verdad, yo quería decirte que sí hace unos días pero pensé que tal vez luego no me querrías o encontrarías a alguien y me duele porque eso no lo sopor-
Jaehyun lo abrazó sin importarle que estaba lleno de sudor, Doyoung correspondió acariciando su espalda.
— Pensé que... — aclaró su garganta al sentir el nudo en su garganta. — pensé que ya no me amabas y por eso no me habías dicho que sí. — finalmente empezó a sollozar aún abrazado al mayor.
— Dios no, yo te amo más que a nadie, nunca pienses lo contrario por favor. — acarició su cabello con una mano y su espalda con la otra. — Me ganó la inseguridad en ese momento, lo siento mucho de verdad, amor.
El castaño se separó y limpió sus lágrimas con el dorso de su mano. Vió que Doyoung también estaba llorando pero sin emitir sonido, las lágrimas sólo bajaban por sus mejillas.
— ¿De verdad corriste más de 20 minutos para verme? — Doyoung asintió. — No puedo creer que hayas hecho eso.
El chico golpeó su hombro sin fuerza. — Mira lo que hago por ti, en mi vida había corrido tanto. — hizo un puchero.
— No hagas pucheros porque me dan ganas de besarte pero estás todo sudado. — Doyoung frunció la nariz. — Anda a mi baño y date una ducha, tienes tu ropa en mi armario.
Doyoung hizo caso y subió a la habitación del castaño, agarró su ropa y una toalla antes de entrar al baño.
Se dio una ducha rápida y salió mientras se secaba el pelo con la toalla, al abrir la puerta de la habitación de Jaehyun para salir, se encontraba el menor arrodillado.
— Bebé, ¿me darías el honor de casarte conmigo? — preguntó sonriendo ampliamente.
Doyoung soltó la toalla y sonrió también. — Claro que quiero, amor. — Jaehyun se levantó y pusó el anillo en su anular antes de abrazarlo fuertemente.
— Te amo, conejito.
— Yo también te amo, Woojae.
Se separaron del abrazo y sonrieron antes de unir sus labios en un beso lento y lleno de cariño.

ESTÁS LEYENDO
intruso [jaedo]
Fanfiction♡ Doyoung es obligado a llevar a su hermano cuando sale con sus amigos. - Two-shot + extras. - Mención de Johnil, Taeten y Luwoo. - No se busca asumir la sexualidad de ningún idol.