-Columpio

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Era medianoche; el cielo estaba pintado de azul, dejando unas pocas y diminutas estrellas como adorno, cada una con distinto tamaño y tonalidad de brillo, y claro, no podía faltar la gran y ahora amarillenta luna llena, cual era algo cubierta por grisáceas nubes.

Era una noche tranquila, apenas había viento que movía lo más mínimo a los árboles, búhos, grillos y ranas cantando su propia melodía, y el paisaje al jardín de diferentes especies de flores..

La noche indicada para disfrutar una rica y fresca leche de plátano, eso repetía el maknae mientras se acercaba a echar un vistazo al patio trasero.

Entre los tantos juegos para infantiles, logró ubicar, exactamente en el lugar de las amacas, a Min YoonGi; quién se encontraba con la cabeza gacha y cubierta por la capucha del fino abrigo, sus piernas yendo de adelante hacia atrás, y apenas en donde estaba sentado podía mecerse. Su hyeong parecía triste, por lo tanto, debía tomar su papel y encargarse de hacerlo feliz.

Así que, acomodó sus pantalones, dejó su ya terminada bebida sobre unos de los muebles en una de las esquinas de la habitación, y corrió la puerta hacia un costado.

—Yoonie hyeong, ¿qué haces ahí? —Salió por la puerta corrediza de la cabaña, acercándose al solitario mayor en el columpio.

Llegó hasta él, poniéndose en cuclillas adelante suyo y apoyar sus manos sobre los muslos ajenos, ya ubicando sus oscuros ojos sobre él.

—Ay, hola Gguk —Lo encontró con la boca llena y una bolsa de gomitas en su regazo las cuales no eran suyas, sino del menor de los tres Kim; TaeHyung.

Rastros de azúcar habían alrededor sus labios, también con pequeños puntos blancos de lo mismo. Era genial, el chico azucarado con más azúcar en él.

«Tierno..» Fue lo único que pensó.

—No le digas a Tete que me comí sus gomitas, es que tenía hambre..

—Dame una y mi boca será una tumba —Pasó ambas yemas de sus dedos pulgar y índice sobre sus belfos, simulando tener un cierre.

—Está bien, está bien —Le dio una de color rojo, llevándola hacia la boca contraria para que pueda degustar.

—Gracias, Hyeong —Masticaba animadamente palmeando las piernas del mayor.—. Por cierto.. pareces un perrito mojado, ¿estás bien? —preguntó, ya preocupado por su bienestar.

—De hecho, estaba esperando a que alguien tenga pena por mí y me empiece a dar empujones —Sonrió, ajustando el agarre de cada mano contra las cadenas del columpio.

Este arrugó el ceño, ahora con la tarea de cumplir los caprichos del azabache y darle empujoncitos hasta llenar por completo la "barra de felicidad".

—Eres astusto.

—Y tú torpe.

Se paró y en pasos perezosos fue a ponerse detrás de él, tomando de la cintura de YoonGi y levantarlo poco a poco.

—¿Rápido y fuerte, o despacio y suave?—Cuestionó, reprimiendo su risa.

—¡Alto, alto! ¡Llévame a las nubes, JungKook! —Mordió su labio inferior por la emoción, sabiendo que gracias a la fuerza del dongsaeng, sería capaz de ir tan alto como él quisiera.

—Claro, a las nubes —Rió, comenzando a columpiarlo como pidió.

—¡Wiii! —Celebró seguido de una atontada risita, meciendo su cuerpo delante hacia atrás al compás de los empujones, queriendo ir más allá

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—¡Wiii! —Celebró seguido de una atontada risita, meciendo su cuerpo delante hacia atrás al compás de los empujones, queriendo ir más allá.

Los chillidos y risas era lo que se escuchaba en las afueras de la cabaña, demostrando lo divertido que lo estaba pasando el segundo mayor entre el grupo; quedando fascinado cada vez que podía llegar más y más alto con cada empujón del maknae, como si fuera a tocar las mismas estrellas.

JungKook no quería cortar esa inmensa felicidad, pero sus brazos estaban soportando un fuerte dolor al estar más de una hora amacando al de cabellos negros; totalmente exhausto, pero hacía el mayor esfuerzo por seguir viendo las rosadas encías de Min aparecer con las grandes sonrisas que emanaba.

—Hyeong.., ya me estoy cansando, ¿no crees que es suficiente? —dijo entre jadeos por el cansancio, disminuyendo la velocidad de los empujones.

—MaYBE i can'T toUCh tHe skYyyYyyyY—cantó con sentimiento, mientras sus brazos y cabeza estaban alzados.

—Ya lo tocaste por mucho tiempo, dame un respiro —Se sentó sobre el asfalto, dándose un tiempo para recuperar el aire.

—¿Sabes? Se me hace extraño que no estés con tu cámara, apuntando hacia mí y ponerme nervioso —Dio la vuelta para verlo, mientras que sus manos se saltaban de las cadenas para pasar a acomodar el flequillo de su cabello.

—Oh, si preguntas por eso.. Es fácil, lo hice mientras estaba adentro—respondió, cruzándose de brazos y mirándolo con una sonrisa.

—¿Me estuviste observando todo este tiempo? —Arrugó la nariz cuando Jeon asintió, con razón se sentía tan vigilado durante el tiempo que él creía estar solo.—. Acabas de subir un escalón, ahora eres todo un acosador.

 Acabas de subir un escalón, ahora eres todo un acosador

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¡Click, Yoonie Hyung! [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora