Capítulo 1

539 31 3
                                    

Aun en mi pensamiento está el recuerdo de aquella fatídica noche en la cual sucedió todo… Y en cada ocasión que el recuerdo toca el ventanal de mi vida, la tristeza crece cual arroyo aumenta al ser tocado por cientos de gotas de lluvia.
Juntando todas las fuerzas de mi débil cuerpo intente abrir los ojos de manera brusca y como si de un golpe de un tren a toda marcha se tratase este vil intento, me fue denegado por mi propio cuerpo, no lograba observar nada, mirase para donde mirase solo veía oscuridad… La misma oscuridad que durante toda mi vida desprecie, ¿y es que como no hacerlo? Si aun recuerdo ese momento en el que todo el pavor hacia la oscuridad empezó. Tenía tan solo 7 años, era un muchacho alegre, risueño, extrovertido y sobre todo juguetón; recuerdo que una tarde en casa jugaba solo (ya que nunca tuve hermanitos y esto fue algo que siempre se lo reproché a mis padres, ya que ellos por su trabajo nunca podían jugar conmigo) pero… Quién necesita un amigo o un hermano si cuentas con tu imaginación, y así pues siguiendo esa lógica jugaba todas las tardes sin importar quien estaba a mi alrededor, esa tarde, exhausto de adrenalina debido a mi programa de vaqueros favorito decidí jugarles una broma a mis padres, consistía en gritar de modo agónico para hacerles creer que algo malo me sucedió, posterior a eso esconderme en el closet y para finalizar salir de este como un verdadero ser de otro mundo y vaya que si lo hice.

Mi mejor amiga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora