𝓘𝓷𝓯𝓲𝓭𝓮𝓵𝓲𝓽𝔂 ↝𝓛.𝓢

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 03

𝙳𝚎𝚍𝚒𝚌𝚊𝚍𝚘 𝚊↝ MelaniGonzlez896 @KarenG324 𝚢 Miky-Senpai

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“𝔽𝕒𝕝𝕤𝕖𝕕𝕒𝕕”

Tal vez si las personas mostraran su verdadero rostro que se esconde detrás de una máscara de mentiras, el mundo sería mejor.

Y la felicidad dejaría de estar tan fuera de nuestro alcance.

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El embarazado y dolorido cuerpo reposaba entre las suaves frazadas de seda, aquellas que intentaban de alguna manera amortiguar su sufrimiento. Sentía su anatomía tan pesada, el cansancio se fundía con las náuseas y daban una tormentosa sensación.

Las lágrimas salían sin permiso, lentamente cubrían las pálidas mejillas hasta llegar a los delgados labios que se apretaban con fiereza, reteniendo los sollozos que eran una pequeña prueba de su sentir. Apuñaba las sábanas enredandos sus huesudos dedos y apretujando hasta dejar sus nudillos blancos.

Lastimero liberó una de sus manos y con un repugnante temblor la posó sobre su vientre, tentando la circunferencia de la tripa e intentado proporcionar un alivio, que bien sabía, no podría hacerlo.

Había una vida allí dentro. Un pequeño bebé que pudo resultar herido por ese maldito accidente, un bebé que no tenía malicia ni culpa. Su pequeño bebé.

Lloró aún más fuerte al ser consciente de eso. Esa criatura vendría a este mundo siendo ajeno a todo lo que sus padres habían hecho y aún así, tendría que sufrir las consecuencias de sus acciones.

Situado a los pies de la cama, estando fentre a frente y totalmente tenso, Harry lo observaba con inquietud. La mueca que tenía en el rostro era tan expresiva y a la vez tan impropia de él.

El rizado no era alguien que manifestara sus emociones si la situación no lo exigía, pero esto era diferente, no se trataba de una simple situación donde tuviese que ser complaciente con su amante, esto se trataba de su hijo.

Se pintaba un escenario ante sus ojos que lo hacía sentir impotente y sin poder evitarlo carcomía su ser. Le producía desasosiego pensar en la posibilidad de que el bebé estuviese mal.

El médico entró a la habitación captando la atención de Styles, mientras que Álex se perdía en su agonía y se dejaba envolver por la repugnante sensación. La criada que había dirigido al hombre hasta la alcoba de los señores hizo una venia y se retiró sin formular palabra.

Todos allí eran conscientes de lo sucedido, el rumor corrió como pólvora y terminó siendo afirmado por la mujer que había auxiliado al rubio.

El de bata blanca se veía ajetreado y algo exaltado, poseía una respiración acelerada y las gotas de sudor transcurrían un camino que iba desde su rostro hasta el cuello alto de su camisa de rayas, donde se perdían y daban paso a una sofocante sensación.

Había sido todo un reto llegar hasta allí. Quedándose atrapado en el tráfico de la gran ciudad, apretando el claxón y buscando una salida rápida y eficiente para poder llegar hasta la mansión Styles.