One; Welcome to Game.

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Han pasado ya varios años desde la última visita de los gemelos misterio, aún así, un día inesperado y en malas circunstancias... Mabel y dipper pines han regresado al pequeño pueblo casi destruido, sus ruinas tan preciosas y miserables, tal y cómo las recordaban.
La capilla de la vieja y abandonada iglesia les dio una cálida bienvenida y junto a eso, los pobladores del casi muerto pueblo.

Mabel pines se había apresurado a ir con sus amigas, Candy y grenda eran geniales, eran su mundo, pacífica se les unió en ese abrazo, realmente. La pines se sentía tan bienvenida y nostálgica, los recuerdos la hacían feliz y estaba excitada con todo lo que estaba por suceder. Había hecho una extensa lista de cosas que quería hacer con sus amigas.

Por su parte el gemelo menor por un milímetro, mantenía su neutra mirada. vestía con una camisa blanca simple, unos pantalones negros elegantes. mientras en su ante brazo, que mantenía a la altura de su abdomen mantenía reposado una camisa negra elegante, su cabello se encontraba perfectamente peinado.

Frente a ellos estaba Stanley Pines, dándoles una calurosa bienvenida, mientras les daba pasó a la cabaña y ellos inmediatamente hicieron caso, Dipper se mantenía callado, mientras veía como su gemela mayor andaba por ahí riendo y bromeando con su tío. Dipper Pines se sentó en el sillón, cansado, fatigado y realmente molestó con la vida entera.

Después de todo. Lo obligaron a ir allí... ¿no? No está equivocado, odiaba la idea de regresar a ese insípido pueblo lúgubre y aburrido, odiaba la idea y le ocasionaba náuseas el sólo pensar que se toparía con todos los habitantes de aquel pueblucho insípido que tanto detestaba con el sólo pensar lo.

Dos días habían pasado, en los que a mabel la invitaban a fiestas a altas horas de la noche o de madrugada, a él también le ofrecían la misma invitación, pero al contrario que su hermana, él sólo deseaba alejarse de todos y cerrarse, confinarse así mismo a la que ahora conocía como su habitación; sumergido en su soledad.

—Dipper.— bramó la voz ronca de su tío Ford, mientras oía la puerta de su habitación abrirse de golpe.

El joven pines ni se muto ante la acción de este, es más, se dio el lujo de ignorarlo, retomando su lectura con aquel libro grande y pesado por encima de su pecho. Provocando que el mayor gruñera.

—Mason, te estoy hablando— inquirió molesto golpeando con su pie el suelo de madera mientras se cruzaba de brazos.

El joven castaño chasqueo su lengua contra su boca con molestia—¿Que?— exclamó indiferente.

El mayor contuvo un Gritó y se tranquilizaba a si mismo para no golpear a su sobrino.

—Te necesito en el laboratorio— finalizó, cerrando la puerta de madera con brusquedad.

Dipper sin embargo se dio un tiempo antes de levantarse y salir por el mismo lugar en el que salió el anciano, odiaba tener que obedecer...

A pasos pesados bajaba por los escalones de la cabaña, mientras oía como el televisor daba una maratón de patotedtive y como su tío Stan reía y soltaba comentarios alababando aquel pato, soltó un bufido al ver al anciano en calzoncillos y con una camisa sucia cual idiota, siguió su camino, donde se encontró a mabel jugando con pato.

—Hola Dip-Dop— saludo su gemela Alegre mientras le veía de reojo.

El otro simplemente gruñó ante su saludo— Si, si lo que digas— su voz indiferente hería a la mayor.

Decidida a ignorar esa actitud continuó;—¿Quieres ir a una fiesta conmigo hoy?, Dicen que hoy llegará al pueblo un famoso escritor barra científico barra elocuente al pueblo— se separó de su mascota fiel mientras veía a su gemelo acercarse a la máquina en la que anteriormente vio entrar a su tío. Con una enorme sonrisa sincera esperando la respuesta de su gemelo.

Este se detuvo de golpe, un silencio se produjo, la castaña dedujo que lo estaba pensando bien, hasta que el castaño gruñó.

—Claro, te veo después mabs— inquirió entrando al ascensor que daba paso al "Sótano".

Mabel con una sonrisa entristecida, contuvo su llanto mientras se culpaba mentalmente por lo que había sucedido días atrás... En la que tanto ella como su tío Stan no pudieron evitar que Ford experimentará y manipulara a su hermano.

(...)

Por su parte, el castaño se encontraba cruzado de brazos recargado en la pared viendo como su tío movió papeles por papeles sin éxito alguno, ya harto solamente decidió hablar sin pensar.

—¿Porque me llamas? Ni siquiera tienes idea de donde está esa cosa que me mostrarías, de colmó me interrumpes en mi lectura— inquirió molesto viendo como su tío se detuvo de golpe.

—Escucha...— la voz de Ford resonó por el lugar, captando la atención del presente castaño— Siento mucho lo que pasó hace días... No quería... Es decir... Todo pasó rápido y... Bueno a lo que quiero decir es...—Al no encontrar las palabras correctas, rascó su nuca con incomodidad, desde su primera feria de ciencias no se sentía tan nervioso.

Dipper arqueo una ceja incrédulo— ¿Porque te disculpas?— la voz tétrica y fría de su sobrino hizo que se asustara por unos segundos, fijando su vista en este— pasó mucho tiempo Ford Pines... ¿crees que con una maldita disculpa... Todo se resolverá?— la indiferente voz de Dipper resonaba por el laboratorio, haciendo que Ford se sintiera pequeño ante su sobrino—¡Pues dejame decirte, que es demasiado tarde!— exclamó furioso, haciendo que su voz se agudizará y rompiera los bombillos que se encontraban iluminando aquel laboratorio lúgubre y muerto.

Stanley Pines pudo escuchar aquel Gritó chillón de su sobrino, seguido de la acción extraña de las luces al encenderse y apagarse. Recordando de golpe el extraño pero increíble poder que mantenía su sobrino. Sin perder tiempo se hecho a correr hacia la máquina.

Mientras tanto: Dipper forcejeaba en búsqueda de ganar aquella batalla contra el anciano que ya mantenía debajo de él, presionando su cuello, el deseo... De matarlo y torturarlo era más grande que la poca... Pero muy poca cordura que Dipper intentaba mantener.

—¡Tú me hiciste esto!— exclamó Dipper, mientras StanFord luchaba por quitárselo de encima, intentando buscar una manera de respirar otra vez—¡Tú me hiciste un monstruo!— exclamó otra vez, mientras sus ojos se llenaban de un líquido negro y sus pupilas dilatadas se mostraban de un color brilloso carmesí—¡Todo es tú culpa Ford Pines, todo!— Gritó otra vez, mientras mantenía su agarre en el cuello del anciano.

—¡Para Dipper!— el susodicho volteo a ver hacia atrás al no recordar otra voz, encontrándose con su tío Stanley quien intentaba separarlo —¡Tu no eres eso, no eres un monstruo, debes parar!— exclamó alterado su tío, que por fin logro quitar a su sobrino de encima del mayor.

Dipper pateaba, se retorcía, lanzaba golpes al aire y gritaba como un maniático mientras de su boca, salía ese liquido negro al igual que salía de sus ojos.

—Yo no quería ser un monstruo— susurró al fin deteniendo sus acciones, ganándose miradas confusas de parte de los mayores— Yo no quería ser esto... ¡Yo no pedí ser esto! ¡Por tú maldita culpa...—Apunto a Ford molesto, mientras sus ojos y el líquido cambiaban a un rojo carmesí— Mis padres no me quieren cerca y me llaman monstruo!— exclamó molestó, mientras se zafaba del agarre de Stanley y salía corriendo fuera del laboratorio.

29/6/19

Experiment [BillDip] -Part#1- Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora