Aunque tratará de correr con todas sus fuerzas, aunque contuviera aquellas lágrimas que amenazaban con caer, aunque no pudiera respirar. El castaño no se detendría. Su vida dependía de eso, corría por todo el bosque frondoso y oscuro, lleno de pesar y penumbras, escapando de aquel sujeto que alguna vez decís ser su tío, sin escapatoria, sin fuerzas, sólo corría sin dirección aparente tratando de sobrevivir a cualquier costó, podía escuchar los pasos de aquel hombre siguiéndolo lo, sentía muy cerca de él, intentaba no sollozar, se mordía constantemente el labio inferior...
Deseando fielmente sobrevivir...
Buscaba con la mirada alguna zona en la cual resguardarse y recargar fuerzas... Viendo de reojo y cómo un rayo de esperanza... La estatua de su antiguo archí-enemigo. Sin pensarlo dos veces y por alguna extraña razón; corrió hacía está con las pocas fuerzas que tenía consigo, no paró de correr una vez escuchaba cómo Ford lo llamaba advirtiendo un peligro inminente, no paró, corrió y corrió sintiéndose cada vez más una cálida sensación de bienvenida, cada vez más fuerte, cómo sí... Estuviera a salvo, cómo una vez se sintió hace ya bastante tiempo... Una bienvenida cálida, familiar un ambiente... Muy bueno.
Se detuvo una vez que tocó la estatua, sintiendo cómo todo a su alrededor temblaba, viendo a su alrededor cómo todo se distorsionaba y aparecían rejas parecidas a una jaula, por una extraña y desconocida razón... No sentía miedo, Sentía alivio, felicidad al estar ahí cerca de dicha estatua. Se recostó un poco en esa estatua de piedra sintiéndose a salvo, viendo cómo su tío intentaba ingresar sin poder lograr lo.
—Estoy... A salvo— murmuró para si mismo con una sonrisa.
—Claro que lo estás.—
Una voz chillona se hizo presente, por lo cuál, el castaño inmediatamente volteó a ver sin ver nada ahí pero podía sentir... Una extraña presencia que le tranquilizaba.. pero no podía darse el lujo de distraerse o confiarse mucho.
—¿¡Q-quién eres!?— exclamó alarmado, ocultándose Detrás de la estatua, su respiración era agitada, pero por alguna razón... No tenía miedo.
—Todo estará bien.— volvió a hablar aquella persona.
El castaño podía oír muy claramente sus pasos acercándose hacía él.
—Nada malo volverá a pasarte joven Pines...— eso sin duda alguna llamó la atención del castaño, quién sólo se limitó a echar un vistazo sin salir de ahí.— Todo estará bien... No permitiré que algo te pasé...
—¿L-lo prometes?—sin poder evitarlo, aquellas palabras salieron de sus finos labios, con algo de duda; mientras se cuestionaba mentalmente del porque preguntó o quién era esa persona que se encontraba con él.
Definitivamente no era su hermana, menos su tío Stanley y obviamente no era Ford... Era alguien más, conocía esa voz pero por alguna extraña razón... No la identificaba, sólo sabía... Que esa persona y su voz lo tranquilizaban.
—Lo prometo.— aquellas palabras hicieron eco.
Sintiendo como su corazón latía al mil, el castaño sonrió mientras se abrazaba a si mismo, sintiendo esa cálida sensación y por alguna razón desconocida... Sentía una mano acariciando sus cabellos...
(...)
—¿Mabs?— inquirió con duda él castaño entrando a la habitación de su gemela.
—¿Sip, Dip-Dop?— preguntó alegre su gemela, quién salía debajo de su cama.
Él castaño Arqueó una ceja—¿Que haces ahí?— preguntó confundido, viendo como salía de ahí y se ponía de pie.
—Estaba buscando mi tacón Rosa pero no lo encuentro.— se excusó la castaña sacudiendo su ropa mientras acomodaba su cabello, luego de unos segundos cayó en cuentas de algo.—¿Tuviste otra pesadilla?¿Estas bien? ¿Te duele algo, algo te dijo él tío ford?¿que sucede Dipper?— se apresuró a decir mientras se acercaba a su hermano examinándolo de arriba hacia abajo mientras movía con cuidado su cabeza y cuerpo.
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Experiment [BillDip] -Part#1- Terminada.
FanfictionLa vida podía ser una completa perra con el joven pines... Tan perra y desgraciada. Condenando a Dipper a una vida miserable y llena de dolor. Todo inició cuando Stanford lo invito a ser su mano derecha, pero termino siendo su conejillo de indias...