4. Un demonio mentiroso

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2 días, no se ha levantado en dos días, no puse mucha atención en eso, sabía que un cuerpo humano debía descansar tarde o temprano, decidí dejarla pero esta vez mi señorito a pedido verla aquí estamos, en su habitación enfrente de su cama mientras su cabello cubre su cara, incluso parece un lindo gato durmiendo

C: ¡Oye! – La golpeo con el bastón y mire preocupado – Está muerta

Imposible no pude haberla matado teniendo sexo con ella... aunque dijo que le dolía, fue mi culpa me descontrole y le hice el amor en mi forma real pero si murió... murió con una sonrisa

-No está muerta está sonriendo amo – Me acerque y puse el dorso de mi mano en su frente y mejilla

C: Voy a intentarlo

-Ya le mencione que eso no servirá

C: Cállate – Le pego una cruz en la frente y suspire, puse uno de mis dedos sobre mis labios

-Tengo una idea, salgan por favor

Puse mi rostro a par del suyo y rose mis labios con los suyos, se rió pero no despertó, sabía que estaba totalmente dormida, aunque se puede notar por sus ojos un ser tan poderoso no debería... Salí y tome la mano de Mey-rin para meterla conmigo a la habitación

M: Dime que hago Sebastian-san

-¿Puedes picar tu dedo con esta aguja?

M: S-si – Se pinchó el dedo y nuestra querida vampiresa sonrió de nuevo

S: ¿Sebastian?

-¿Scarlett, estas bien? – Se levantó y se estiro para sonreírnos a Mey-rin y a mi

-Por fin

POV Scarlett

-Vamos Sebastian que molesto... Espera... dormí – Lo mire emocionada – Y hasta soñé

S: Lo note, de haberlo sabido te hubiera despertado así desde el principio

-No seas ridículo, iré a servir el té de la mañana para el señorito – Me puse el vestido rápido y el delantal, tome una de la ropa interior para ponérmela

S: Dormiste por dos días, y son las 4 de la tarde falta una hora para la hora del té

-No seas ridículo no pude dormir tanto – Me puse de espaldas y me mire al espejo mientras peinaba mi cabello, sentí como Sebastian volvía a hacer el moño de mi delantal y seguí en lo mío

S: Fuiste muy dominante, jamás lo había hecho con una mujer así

-Por favor Sebastian, no me compares con tus humanas dóciles que con una caricia caen en tus brazos además... supongo que lo disfrutaste mucho

S: ¿No se supone que ambos lo debíamos de hacer? – Me reí

-Bueno supongo pero recuerdo que yo no hago nada para complacerte, si no a mí – Me di una vuelta completa y acomode mi vestido, fui a la puerta para encontrarme con los sirvientes y el conde – Mi señor que hace aquí

C: Por fin, despiertas – Me dio con su bastón en la cabeza y me reí

-¿Por qué?

C: Acompáñame, quiero lo que me prometiste – No tenía ni idea de que hablaba pero lo seguí, Sebastian abrió una puerta y entra... mi dios que biblioteca

-¡Sí! Que quiere que lea primero, dios hay muchos, quiero de todo

5 horas después

Nueva ama de llaves (Sebastian y tu)Where stories live. Discover now