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Ariana se hallaba sentada en el pupitre del colegio mirando atentamente el reloj, aun quedaban cinco minutos de clase. La profesora estaba usando los últimos minutos para comentar sobre el exámen que tendrían en una semana y de tan solo pensarlo, ella suspiro.
Tan pronto como sonó la campana, la chica recogió sus pertenencias y se levantó de su asiento para caminar hacia el pasillo, con Kira Yukimura siguiéndole el paso.
—¿Quieres que estudiemos juntas después de clase? —preguntó la asiática, cuando ambas se detuvieron en sus casilleros.
—Si, me vendría bien. Realmente necesito estudiar —contestó, mientras guardaba sus libros que luego necesitaría en su mochila y los demás dejarlos en el casillero.
En el bolsillo de su chaqueta su celular comenzó a vibrar, lo sacó y prendió la pantalla, un mensaje de texto.
Theo
¿Qué tal su reprogramas esa sesión de estudio y nos encontramosdespués de la escuela?
Ariana retiró la mirada de la pantalla del celular para mirar a su alrededor en busca del chico, al encontrarlo, sus ojos se encontraron con los del él, quien estaba apoyado en los casilleros con una mano en el bolsillo y la otra con su celular en mano.
—Aria, ¿a quien estas mirando? —habla Kira, con una sonrisa.
Claramente el joven Raeken había escuchado eso y sonrió para después mirar a otro lado.
—A nadie —Ariana le devolvió la sonrisa.
—Recordé que tengo que hacer después de la escuela, podríamos vernos más tarde, ¿cerca de las seis de la tarde?
—Claro, no hay problema —contestó dulcemente. Su teléfono volvió a sonar.
Theo
Entonces te verédespués de la escuela, linda.
La chica sonrió ante el mensaje antes de bloquear la pantalla y nuevamente guardarlo en su bolsillo.
Se despidió de Kira, quien esperaría a Scott, y salió del establecimiento para dar una pequeña visita a su casa.
Subió nuevamente a su vehículo y se dirigió hacia la casa de la quimera; al llegar, se detuvo enfrente para bajar e ir hacia el porche donde tocó la puerta principal. Pasaron unos segundos antes de que el chico la abra; como siempre, tenia su característica sonrisa plantada en sus labios, ella rodó los ojos ante su arrogancia y sin decir nada; subió a su habitación.
Theo Raeken y Ariana Jones no eran realmente amigos, y la manada no aceptada aquello, todos desconfiaban de él, especialmente Stiles, quien hablaba como si fuera el enemigo.
