Narra Antonella
-Me duele la cabeza- dijo Iara entrando a la cocina
-A mí también- dijo Tina
-DIOS por que tome tanto? - grito Anto
-No grites tarada- la retó Iara
-Acá están sus cafés- dije llevando los cafés a la mesa y las medialunas
-Te amamos Anto- dijo y reí
Las chicas desayunaron y luego se fueron a sus casas, ordené mi casa y me tiré al sillón a ver Greys Anatomy hasta que llamaron a la puerta.
-Hola- dijo Paulo con una sonrisa y entrando al departamento.
-Hola, ya te despacho la rubia de anoche? - pregunte directa
-Qué? Qué rubia? - preguntó palido y reí
-No te hagas el tarado, la idea era empezar a construir la confianza y saliendo y chamuyándote al primer gato que se te cruce no me das confianza eh- dije tomando mi taza de café
-Vos me seguiste? - preguntó y solté una carcajada sarcástica
-No sos el pupo del mundo Paulo, fui y tuve la suerte de verte como te llevabas a esa minita, sabes qué? Esto es un planteo estúpido, porque no somos nada, pero como se yo que el día de mañana no vas a hacer eso estando conmigo? - pregunte elevando una ceja
-Porque tendrías que confiar en mí- dijo- y muy bien lo dijiste, todavía no somos nada así que yo tuve todo el derecho anoche de estar con quien se me canta- dijo
-Que linda manera de querer recuperarme, allá esta la puerta, retírate- dije señalando la puerta
-Claro, tiene futbolista nuevo y ya no me necesitas, pero solo te recuerdo que yo facturo más- dijo
-Vos te llevaste a esa piba a la cama por que me viste hablar con ese chico? - pregunté
-Seguro ya lo tenias re fichado, si vos vas de futbolista en futbolista, pero te aviso que estas bajo de salario, yo les gano a eso dos juntos. Y te aviso que esa chica con la que estuve anoche debe tener mas dignidad que vos, que te fijas solo en la billetera- dijo y le di una cachetada
-A mi no me faltas el respeto, ahora te vas y te olvidas de mí- dije y negó
-Estás segura? Acordate de mi sueldo- dijo arrogante
-Anda Paulo, no sé que mierda te pasó, pero yo así no te quiero- dije
-Nunca me quisiste, siempre te importó mi plata, incluso cuando me estabas perdiendo no te importó- dijo
-Tenía miedo, estaba asustada, lloré, sufrí, sentía que te perdía y no sabia que hacer y si te perdí y sufrí, sufrí al verte con ella, me sentí tan reemplazable, me sentí verdaderamente miserable, pensaba que tenía ella que yo no, fue la peor sensación y Lautaro me ayudó, me sacó de ahí, pero ya tenia que venir el señorito a revolucionar todo, yo estaría con el si nunca te hubiera visto y ahora me reprochas que estaba hablando con un chico que no tenia ni idea de quien era antes de preguntarle. Me lastimaste tanto, pero tanto, que ahora simplemente necesito curarme y que te vayas- dije llorando.
Paulo se dio media vuelta y salió del departamento como si nada y yo como siempre quedé llorando y sola.
