Capítulo 3

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Luego de haber escapado de aquella gasolinería pudieron respirar con tranquilidad al haber logrado evadir a la policía, aunque una sonrisa surcaba los labios de Suga, desde que habían subido al auto no había dejado de sonreír, pero, inocencia no era lo que precisamente rondaba en sus pensamientos.

-¿Puedo saber por qué sonríes así? Das miedo- comentó Namjoon mientras contaba el dinero que tenían en la mochila.

-No es nada, pero estoy seguro de que ese omega será mío, me divertiré un rato con él- fue la respuesta del alfa mientras conducía por las calles iluminadas, aunque ya casi vacías a esas horas de la noche.

-¿El rubio? Pensé que no habíamos ido al local por omegas- cuestionó el menor con confusión.

-Lo sé, pero cambié de opinión, hace mucho no me divierto con alguno y ese es perfecto para lo que tengo en mente, mataré dos pájaros de un tiro- hablaba el alfa con la vista puesta en el camino.

-Como digas, sólo espero que no intervengan tus gustos con nuestros trabajos- terminó la charla con la frase del moreno, quien terminó de contar el dinero para dividirlo en partes iguales.

A los pocos minutos ambos llegaron a la casa del alfa menor, quien soltó un suspiro de alivio al estar en al fin en su hogar.

-Bien, esta es tu parte hyung, todo partido a partes iguales- el castaño le entregó un fajo grande de billetes al pálido. -Sabes que siempre que quieras estar seguro puedes contarlo tú mismo- se aseguró de informarle sólo para asegurarse de mantener esa confianza con su amigo.

-No es necesario Nam, ya sabes que todo es limpio entre nosotros- afirmó el mayor mientras agarraba el dinero, guardándolo en el maletero del auto. 

-De acuerdo, sólo quería decirlo, sabes que si quieres puedes corroborar por ti mismo lo que necesitas, descansa hyung- se despidió el menor saliendo del auto.

-Descansa- repitió el pelinegro asintiendo y seguidamente arrancó el auto hasta su casa, la cual estaba como a unas diez cuadras de la de Namjoon, una vez llegó se encargó de bajar el dinero con mucho sigilo ingresando rápidamente a su hogar.

Dejó el dinero en un bolso de viaje que mantenía oculto en una pequeña caja de madera que pasaba desapercibida al estar debajo del suelo, se quitó las botas militares que cansaban sus pies y arrojó la chaqueta de cuero negra al sofá. Con prisa subió hasta su cuarto acercándose a un estante que mantenía varios libros guardados, así como también cajas que contenían fotos o recuerdos del alfa; estiró ambas manos tomando una caja en especial de color dorado, casi parecería que fuera un regalo de no ser que se encontraba bastante gastada.

Se sentó en la cama con dicha caja en brazos quietándole la tapa, al instante varias fotografías se dejaron ver, aunque Suga se enfocó en buscar una en específico, una que en cuanto la encontró la levantó en una de las manos observándola con detenimiento, necesitaba estar seguro de que fuera él.

-Sólo espera y verás, Jiminie…- una sonrisa elevó sus comisuras luego de observar la fotografía, la cual volvió a guardar en la caja colocándole de paso la tapa.

Unos golpes resonaron en la puerta del cuarto, por lo que solo suspiró metiendo la caja debajo de la cama para que su hermano no le viera.

-Adelante, Hoseok- dio permiso de entrar y a los segundos un alfa de cabello rojizo entró a su habitación.

-Sólo quería saber si te fue bien- habló el alfa recostándose por el marco de madera y cruzándose de brazos mientras miraba al mayor con curiosidad.

-Si, me fue bastante bien- respondió con sinceridad subiendo y bajando los hombros.

-De acuerdo, también venía a preguntar si quieres cenar, me imagino que debes tener hambre y preparé la cena- propuso soltando un bostezo.

-Veo que te encuentras cansado ¿Te fue bien en tú trabajo?- cuestionó el pelinegro mientras se dejaba caer de espaldas en la cama.

-Sólo un poco, hubo muchas reservaciones para esta noche y dos de los demás meseros se reportaron enfermos, por lo que estuve sólo- respondió soltando un bajo gruñido de fastidio.

-Entiendo, pues entonces ve a dormir- Yoongi le dio una mirada neutra mientras hablaba.

-Si, lo haré ahora, pero venía a por otra cosa también- dijo de improvisto acercándose más a su hermano. -No te di tú dosis diaria de cariño- el mayor puso cara de espanto ante eso.

-¡Ni se te ocurra Hoseok!- cuando trató de huir ya era tarde, el pelirrojo se le había lanzado entre risas despeinando su cabello.

-¡Un besito y yaaa!- 

-¡Aléjate! ¡Me despeinas!-

-¿Quién es un lindo hermano mayor? ¿Uhm?-

-¡Tú culo es un buen hermano! ¡Bájate de encima y deja de hacerme c-cosquillas! ¡¡HOSEOOOK!!-

Así estuvieron rodando ambos por la cama un buen rato, el pelirrojo despeinaba el cabello del mayor mientras le picaba el abdomen con los dedos, le encantaba molestar a su arisco hermano, quien le tiraba golpes a diestra y siniestra tratando de liberarse, aunque al final terminó por unirse a sus carcajadas cayendo los dos boca arriba sobre la cama aún riendo, aunque un poco más bajo que antes.

-Aish, no tienes remedio Hobi- se quejó el alfa soltando un suspiro, aunque la leve sonrisa que tenía no se borraba.

-Antes jugábamos todo el día Yoongi hyung, ahora apenas y me das un besito de buenas noches- el menor estiró sus labios en forma de piquito haciendo reír de nuevo a Suga, quien le tapó la boca alejándole de su rostro. 

-Ya estas bastante grande para estos berrinches ¿No crees?- se burló el pelinegro liberando los labios del menor, quien soltó otra risa. -Además... Dime Suga Hoseok, ya lo sabes-

-Esta bien, lo acepto, pero me tienes abandonado desde que cumpliste los dieciocho y empezaste a trabajar- se quejó Hoseok sentándose en la cama. -Y no, naciste siendo Yoongi y así te diré por siempre-

-Solo tú piensas eso- rebatió el mayor cruzando los brazos por detrás de su cabeza.

-Oye, tengo una pregunta- dijo de nuevo el pelirrojo mirando por la ventana -¿Sabes que ya no tenemos que hacer trabajos sucios? Ya tenemos suficiente dinero para empezar una nueva vida- habló con cuidado.

-Aún tengo asuntos pendientes, no puedo irme sin resolverlos antes- respondió el alfa mirando el techo pensativo, lo mejor era decirle a su hermano lo que estaba por hacer. -Voy a secuestrar a alguien- la rabia volvió a su sistema al pensar de nuevo en ese omega.

-¿Cómo?- Hoseok le miró sorprendido ante esa confesión. -¿Y en donde lo tendrás? ¿Eso es el asunto pendiente que tienes?-

-Hay una casa que mandé construir hace poco en el bosque, está muy bien oculta y nadie la encontrará… Y si, ese es el asunto, tengo que cobrar una pequeña venganza- respondió con molestia.

-De acuerdo… Sabes que si necesitas algo puedes contar conmigo, mis labios están sellados- el menor hizo el amago de cerrar su boca con una especie de cremallera invisible y tirar la llave.

-Lo sé… Ahora si ve a dormir, calentaré la cena y comeré- el mayor se sentó en la cama mientras que el pelirrojo se levantaba acercándose a la puerta después de mencionar un “Descansa”.

"Déjame Amarte" (Yoonmin - Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora