Capítulo 2

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  ¿De quien es ese rugido?

El viaje fue largo y tedioso. Nos tomo un dia entero revisar dos pequeñas islas, Hiccup nos hizo recorrerlas minusiosamente, pero no habia nada, acampamos en una de ellas, Patapez y Albóndiga consiguieron unos peces, pero gracias a mi y al increible fuego de Dientepúa los cocinamos. Oh si, el gran Duo en Llamas salvo el día.

En la mañana siguiente Astrid nos levanto "dulcemente" y digo "dulcemente" Por que golpeó su escudo con su hacha haciendo un ruido molesto, enseguida todos montamos nuestros dragones y nos dispusimos a ver las demás islas.

- Okey chicos, las demás islas son más grande, lo más probable que nos tome mas tiempo de lo previsto recorrerlas- dijo la mandona de Astrid.

- ¿Y si nos dividimos para terminar antes? En verdad quiero irme a mi casita- replique con pesar.

- No Patán, ya te dijimos cientos de veces que...¿Que pasa amigo?- dijo Hiccup preocupado a Chimuelo. Derepente todos los dragones movieron sus cabezas en busca de algo.

-¿Que te pasa Colmillo?- dije desorientado acariciando su cabeza, pero el me ignoro. Torpe dragón. No entiendo por que me molesto en ser amable con el.

- ¡Silencio Patán!- gritó Astrid.

- ¿Ahora por que?- replique. ¿Que tienen todos contra mi?.

- Shhh- calló Patapez - Escuchen- agrego en voz baja. Se hizo un gran silencio y luego todos escuchamos lo mismo, era como un rugido parecido al de un Canto Mortal pero más dulce.

- ¿Es un dragón o una flauta?- dijo Brutilda interrumpiendo el silencio.

- Jamás había escuchado uno así- agrego Brutacio.

- ¡No, alto Tormeta!- gritó Astrid, Tormenta se agito con violencia, sin previo aviso esta se lanzó de picada hacia una isla y los demás la siguieron.

- ¡Alto Dientepúa!- grite como loco agarrandome con fuerza de sus cuernos, estuve a nada de soltarme, pero justo al aterrizar mi mano no aguanto y sali aventado lejos de los demas cayendo de cara el piso.

El se acerco a mi y de lejos vi como los jinetes bajaban tranquilamente de sus dragones pero ninguno fue capaz de venir a ver si me encontraba bien. Son unos bárbaros. Mientras me sacudia la tierra de mi ropa una densa niebla morada los rodeo.

- Chicos, esto no me esta gustando- dijo preocupada Astrid empuñando su hacha, Dientepúa y yo nos acercamos pero al escuchar unos rugidos nos detuvimos.

- Patapez analisis- dijo Hiccup, entre ellos se pusieron en modo de ataque y los dragones hicieron lo mismo.

- Por las vibraciones puede ser un rugido de un Nader- dijo Patapez mirando como loco sus cartas. Volvi a caminar pero Dientepúa mordió mi playera inpidiendome avanzar.

- Pero hace unos momentos fue el rugido de un Canto Mortal- replico Hiccup.

- ¿Alguien huele eso?- dijo Brutilda - Guacara ¿Eres tu?- agrego pero el dragon negó.

- ¡Corran la nuebla esta combinada con aliento de Cremallerus!- gritó Astrid pero fue muy tarde, la niebla se encendió y creo una gran explosión.

Dientepúa me solto y ambos corrimos, todos estaban aturdidos en el suelo, de la nada un gran dragón con una armadura hecha de huesos aparecio y detras de el una mini version.

- ¡Aléjese!- grite poniéndome frente a los chicos, el dragón grande lanzó fuego pero Colmillo me protegió y les gruñó - Dientepúa ¡Ataca!- así lo hizo cubriendose en llamas, los dragones se alteraron y huyeron de ahí rápidamente.

La Chica Con Alma De DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora