querido diario | jenzie

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"¿Todavía estas molestA?" Nadia hizo un moffin mientras movía la cabeza hacia arriba para mirar a Mackenzie, que colgaba la cabeza de la cama, su cabello como mechones de enredaderas. 

"¿Qué piensas?" Mackenzie bajó la cabeza aún más, un pequeño suspiro revoloteado entre sus labios, "mi diario. Mi maldito diario, ¿y lo metiste en su casillero como un obsequio?"

"Lo siento", Nadia se incorporó rápidamente mientras ponía los ojos en blanco, "¡pero mira qué bien te trajo! Ese tonto admitió que le gustas"

"deja de frotar sal en mi herida", maldijo Mackenzie, frotándose los ojos mientras su pecho se apretaba de nuevo, dejándola sin aliento, "¿cómo puedes decirme que el gusto de arrepentirse después de que él decidió todos mis sentimientos?"

"las emociones son una perra completa, confía en mí", resopló Nadia, antes de murmurar con una voz más suave, "es por eso que estoy tan tan colgada de Darius ignorándome" 

"hm, ¿estoy oyendo lo que creo que es?" Una pequeña sonrisa apareció en la cara de Mackenzie mientras miraba a Nadia con picardía, esquivando un puñetazo.

"de verdad, ¿crees que solo yo está contando todo esto porque se compadece de mí?" Mackenzie terminó las manos por encima de la cabeza y giró los dedos mientras miraba el impecable techo blanco, "tal vez se siente mal de que me haya gustado durante cinco años y nunca se haya dado cuenta. ¿Cree que eres patético?"

por un momento, solo escuchó el sonido del ventilador girando en la habitación, hasta el emocionado chillido de Nadia se escuchó, "¿qué tal si le preguntas ahora?"

Los ojos de Mackenzie se abrieron cuando las palabras de Nadia se registraron en su cabeza. No podría ser . Siguiendo la línea de visión de Nadia, presionando una mano hacia su boca mientras giraba hacia la puerta, que había abierto lo suficiente como para revelar un par de brillantes ojos verdes. 

. . .

"Hola", Johnny entró lentamente en su habitación, deteniéndose en el borde de su cama mientras miraba a Mackenzie con timidez, apartando el pelo del frente.

"chicos, recuerden, el condon!" La voz de Nadia sacó a Mackenzie de su trance, mientras se apretaba más contra las almohadas. solo estaban hablando de él, y ahora está parado justo frente a ella, luciendo lo más vivo posible. 4

un ligero sonrojo sacudió las mejillas de johnny cuando se giró hacia la puerta que se cerró tras nadia, antes de darse la vuelta y toser torpemente.

"Entonces, um, estoy aquí", Johnny se mordió el labio, dando unos pasos más para estar frente a Mackenzie, su cuerpo alto se alzaba sobre el de ella.

"Puedo ver eso", Mackenzie tratar las cejas, tratar de mantener la cara serena, pesar de que su corazón estaba a punto de salir de su pecho.

Estaba tan cerca.

"Sé que prometí darte más tiempo, pero ha pasado una semana. Y no puedo dormir, y no puedo concentrarme en nada, y realmente quería verte, así que vine aquí, y Melissa me dejó adentro", Johnny se quejó nerviosamente mientras tiraba de las puntas de su cabello revuelto, "lo siento, así que no te enojes, solo ..." 

"Está bien", Mackenzie miró los dedos retorcidos con timidez y una sonrisa mostró en su rostro. se consideró bien saber que le importaba.

"bueno, ¿me vas a dar una respuesta?" Los ojos verdes de Johnny se clavaron en los de ella, mientras ella cerraba los suyos. Estuve pensando en él todo el día y toda la noche, y estaba lista. listo para intentarlo y dejar ir todas esas emociones estúpidas.