Pesadilla

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Hikari no era una persona miedosa, ¡depresiva sí! Pero no tenía problemas con eso ya que no se la pasaba llorando y sabía llevar bien su dolor tras perder su brillo por culpa de esa jirafa, ¡pero ella nunca se atemorizaba! Hasta ahora... ese sueño que tuvo, esos ojos amarillos que no reflejaban nada... esa sonrisa maniática que vio... junto con esas palabras de advertencia... la aterraron, no sabía quién era y qué era para esa persona de su sueño... pero tenía clara una cosa... debía salvarla de su muerte.

Claro que llegar a esa resolución no fue fácil, tuvo que soñar 20 veces con aquella chica, además ella observó con sus dos ojos inexpresivos como la secuestraba, escondía en un lugar y mataba ¡mataba! No sabía si todo era culpa de sus traumas, o bien, era una señal, pero necesitaba ayuda... pero no tenía dinero para un psicólogo así que hablaría con alguna de sus compañeras... es decir, Hoshimi Junna estará a cargo de escuchar sus desgracias... de nuevo, por lo cual se bajó discretamente del techo para abrir la ventana del cuarto donde Karen la obligó a dormir en el suelo para hablar con ella.... ahora que al fin era de noche era su gran oportunidad.

En cuanto abrió la puerta de su habitación escuchó unos fuertes gritos, con calma caminó hasta una pared donde se escondió para ver.... que la pelimorada del grupo se había desmayado, mientras casi todas estaban rodeándola tratando de buscar una forma de ayudarla, y esa.... era una mala señal, así que Hikari lentamente se retiró para pensar con quién podía hablar, ¿Isurugi-san? Al ser la más baja quizás sabría entender su situación.... pero la idea de que Hanayagi Kaoruko lo descubra es sinónimo de más problemas, Nana no es una opción porque terminaría comiendo más que hablando o bien, podría morir.... lógicamente Tendo Maya jamás pero jamás de los jamases sería la persona ideal para conversar bastaba con recordar lo que ocurrió con cierta banana.... quedaba Mahiru que sería una candidata ideal si no fuera porque gracias a ella Karen descubriría su problema y ya no podría ir al baño sin escuchar un "Hikari-chan!" a lo lejos... conclusión, iría donde Saijo Claudine la terapeuta de las hermanas Yumeoji y de Futaba con su complejo de altura.

-Entra- dijo la rubia calmada al verla-

No sabía cuántas horas habían pasado pero debía admitir que la francesa era una persona más que paciente y empática, pues dejó que estuviera sobre su cama con tres mantas encima de ella, abrazara un peluche gigante de Mr. White que por alguna razón su compañera tenía guardado en uno de sus estantes, para posteriormente preparar un taza de té para después relajarse en una silla que tenía cerca.... había mucho silencio pero no era incómodo, estaba claro que ella estaba acostumbrada a este trabajo.

-Tuve un sueño...-

-¿Era uno malo?-

-Fue... aterrador....-

-¿Eras la esposa de Karen y tenías mini Karens que no paraban de perseguirte?-

-No, al menos no fue eso esta vez- dijo recordando su charla con Junna sobre la genética y por qué no podía pasar-

-Eso es bueno- respondió tomando un poco de té-

-Soñé... con una chica, creo... que estaba enamorada de alguien con una voz igual a la mía- señaló dejando sobre un mueble la taza ya vacía-

-Okey- dijo tomando una libreta más un lápiz- ¿qué recuerdas de la persona con tu voz?-

-Solo sé, que se llama Umi....- dijo acostándose sobre la cama abrazando a Mr. White-

-¿Y de la otra joven?-

-Sus ojos... eran amarillos... fríos, sin compasión alguna.... se veía que estaba dispuesta a matar a cualquiera que se acercara a mí... digo Umi...-

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