Después de un año llega la hora de coronar a Carla como la nueva reina de España lo que llevará a que tendrá que dirigir todo un país.
La relación de Carla y Shawn cada vez es mejor. Los dos no pueden pasar un segundo del día sin estar con el otro...
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Carla Hermoso
Comienzo a escuchar numerosos pasos por el exterior del dormitorio mezclados con voces de esas personas.
Al abrir los ojos veo el hermoso rostro de mi esposo que aún estaba dormido. Me giro para luego sentarme en la cama con los pies tocando el suelo y en ese momento me acuerdo que estaba completamente desnuda.
-Tendría una mejor vista de tu cuerpo si te dieras la vuelta - escucho la voz de Shawn, agarro una sábana para colocarla en mi cuerpo y luego me giro para darle un golpe en su torso desnudo - ¿no me das un besito de buenos días?
Le doy un beso en la mejilla por lo que gruñe y le regalo una sonrisa burlona. Me levanto de la cama con la sábana envuelta en mi cuerpo para caminar hasta el armario y coger un vestido corto para vestirme hoy para la llegada del primo de Shawn. Me adentro al baño para cambiarme y mientras lo hago escucho todo el ruído que está haciendo Shawn en nuestro dormitorio.
Al volver al dormitorio veo a Shawn caminado de un lado al otro con solo unos pantalones puestos.
-¿Qué buscas? - lo abrazo por detrás y me pongo de puntillas para apoyar mi cabeza en su hombro.
-No encuentro mi reloj, ¿lo has visto? - se gira para ahora mirarme a los ojos.
-Has mirado en el lavabo del baño - digo con una sonrisa y este niega con la cabeza - pues está allí.
-Sabes que te amo, mi reina - me da un beso en la mejilla y otro en los labios.
-Sí, me lo dices a todas horas - camino de espaldas hasta la salida de la habitación y este hasta el baño.
Al salir de esta casi choco con una empleada por lo que le pido disculpas. Bajo las escaleras con cuidado de no tropezar con un escalón hasta que siento que alguien está detrás mía.
-Como sigas bajando a esta velocidad el desayuno va a estar congelado - reconozco la voz de mi esposo.
-Sabes que te odio - este suelta una carcajada luego de cogerme de la mano.
-Sí, también me lo dices a todas horas - pongo los ojos en blanco por la poca paciencia que me queda con este hombre.
De pronto me agarra de las caderas para cargarme y baja las restantes escaleras demasiado rápido y luego camina hasta el comedor para dejarme en mi asiento.
A las once de la mañana, Shawn y yo caminábamos por el jardín trasero hablando sobre viajar a Miami este verano durante unos días de vacaciones o a Sydney.