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996 143 29
                                    


—Por cierto, ¿ubican a esa chica grosera que persigue a Taehyung? Hizo un alboroto en la enfermería por un dolor de cabeza. 

Taehyung le propinó una patada en la pierna y se aseguró de cambiar el tema en cuestión de segundos. Que si la película de acción que recién habían recomendado Namjoon y Jungkook de verdad era una joya o sólo se dejaron llevar por los buenos efectos especiales.

Yoongi miró a Hoseok con un semblante sorprendido antes de darse cuenta de lo obvio que sería para su hermana darse cuenta de quién era el culpable. 

Yoongi no se encontraba para nada arrepentido. No estaba dispuesto a permitir que su hermana repitiera ese ciclo sin fin. Y si tenía que meterse con el bienestar de alguien para asegurar eso, lo haría.

Ya no era aquel niñito que sólo podía husmear en los pensamientos de la gente a su alrededor.

Sin embargo, Haneul estaba concentrada en controlar sus pensamientos. Si su hermano sabía que Taehyung había sujetado su mano, era cuestión de tiempo para que se diera cuenta de el incidente de ese día, ¿cierto?

Lo que menos quería era poner a su hermano en esa situación. 

No otra vez. 

En el internado aprendió un par de trucos, nunca estuvo en una clase que no fuera estrictamente para ella, pero conoció a un  chico con dote mental. Ske. 

"Si quieres ocultar algo, basta con repetir números en tu mente. No podemos enterarnos de algo en lo que no estás pensando. Aunque claro, dicen que tu hermano es un genio que no necesita ayuda controlando su don, así que no confíes tanto en mi."

786,787,789,790...

—¿Te estamos aburriendo?

Han sonrió ligeramente, esperando que su hermano no sospechara nada. No le era fácil recordar que ya no necesitaba estar cerca de él para que sus pensamientos se quedaran en su mente.

—¿Y cómo es Suecia? ¿No era aburrido?—preguntó Hoseok. Si Han pudiera ponerlo en una categoría, seguramente sería "personas que transmiten paz". Su sonrisa era amable. Le agradaba.

—No era aburrido, mi internado era bastante... exigente—contestó, con esa voz calmada y ligeramente silenciosa. 

Yoongi sonrió. Escuchar a su hermana hablar con sus amigos lo hacía sentir feliz.

Y la sonrisa en el rostro de Taehyung le hacía saber que él no era el único sintiéndose así.

Time; kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora