Eimi y los árboles de Mango.

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*Eimi, y los árboles de Mango*

Hace mucho tiempo, para ser exactos mil años.

Nuestros padres siempre an sido unos creyentes de toda la locura sobre el mundo, cosa que la mayoría de mis hermanos detesta, y por ser la última aún no lo entendía.

Para ellos el creer que si un niño dice una mentira se le crece la nariz, y eso es falso; estoy segura.

Y lo mismo en el caso de que en ese pueblo habían árboles, todos decían " Si un árbol de mango" no sé que signifique pero suena sabroso.

Y mis padres y todos los demás adultos de allí nos prohibían comer el fruto del árbol.
Por que?, nadie de mi edad lo sabía, según ellos sólo los adultos podían comerlos, y eso que sólo un mango; por que dos era pecado.

Para mi como a mis hermanos eso era algo absurdo, por que entonces habían allí una cantidad de mangos, el árbol más grande, que nosotros llamábamos _" El Gran sabio"- nunca nos había dicho algo pero parecía ser el más anciano de todos, tenía el tronco grumoso y muy áspero. Y las hojas de un verde oscuro. Y estaba sitiado en el centro del pueblo.

Entonces no entendíamos por que si habian tantos árboles no nos dejaban comer libres.
Y lo más extraño era que cada casa tenia un árbol algunas a su derecha y otras a su izquierda. Y solo los adultos comian. Decían que ellos eran inmunes a la magia.


Mis seis hermanos se enojaban con nuestros padres por que no nos dejaban comer los magos.

- Es que si hemos sido burros!- dijo Taron, mientras se sentaba en una piedra junto a la orilla de el río.- podemos robarlos!- finalizó, claro que eso hasta yo lo había pensado, Pero era quimerico, si los árboles estaban junto a las casas, mi hermano si que era burro.

- Loco te diría si yo no hubiera pensado en eso.- dijo mi hermana Marily los demás rieron. Yo sólo los observaba.

- Ambos están locos, yo sé que haremos.- acotó Tiana, sacudiendo sus manos como si quitará lo que Taron y Marily habían dicho.- esperaremos a la noche y pum los robamos!.- caí en cuenta de que todos ellos estaban locos. Entonces Taron y Marily le dijeron que ellos ya tenían la idea de robarlos y que casi daba igual lo que ella había dicho con lo que ellos.

- Sii, sumamente igual, saben que haremos.- habló Tiama la gemela de Tiana.- esperaremos a la media noche y listo los robamos!- cubri mi cara no fuera que se me pegara también la locura de mis hermanos.

- Hermanos, ustedes me hacen reír..- dijo Serfi entre risas.
- y lo peor es que estamos haciendo planes y es medio día.- dijo Susy riendo igual a Serfi.

- Yo digo que ...- todos me miraron a mí, era la última y nuestros padres nos enseñaron que primero habla el mayor y así hasta llegar al último, aún que tuvieras algo extremadamente importante que decir y estaba el mayor que él hablará primero y así hasta llegar al último.- debemos preguntar por que razón no podemos comerlos.- los seis negaron, pero ninguno se rió de mí.

- Eimi tiene razón, debemos hacerlo.- dijo Taron.
- Si, entonces vamos.- hablo Marily.
- Vaya Eimi, por lo menos no estás loca.- dijo Tiana.
- y eso es bueno por que nos salvas.- dijo Tiama y se levantó.
- Así es hermana, no seas tonta como los demás.- dijo Serfi y carraspeo.
- Bien, por lo menos tenemos a alguien con cerebro en la familia.- acotó Susy.

Los siete fuimos a casa de nuestros padres.

Al llegar allí, hablamos con ellos.

Madre nos dijo que los comeríamos cuando fuéramos adultos.
Y padre tenía un mutismo impresionante, hasta que Taron le hablo:
- Padre, usted que nos dice.- papá lo miro y sonrió.
- Ay! Taron, está bien les diré la verdad.- se sentó así como haciendo el momento más terrorífico. Mire a mis hermanos y ellos estaban ansiosos por saber lo que padre diría.- Cuando son niños, son inocentes no hay mucha maldad en ustedes, son vulnerables a cualquier mal, por eso es peligroso que los coman ustedes. Los adultos los comemos por que nuestra maldad es igualada a .... - miró a mamá y ella sonrió.- la de esos árboles. Por eso no nos sucede nada, si alguno de ustedes los come, será convertido en uno de esos árboles de mango.- sentí que había algo que no nos dijo, yo era muy observadora hasta el mínimo detalle, por eso dijo Susy que yo solamente tenía cerebro.
Cada uno de mis hermanos dio una respuesta a lo que papá nos dijo; sólo espere a que llegará mi turno. Y hablé:

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