Capítulo 9- ¿L?

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...

Fallaste... tú me fallaste L— decía esa voz tan extraña.

¡Perdóneme padre! — dijo otra voz con tono de súplica y miedo.

Estaba ahí, era como su lo viera desde los ojos de alguien, era como si yo fuera esa persona.

Estaba en una sala, las paredes eran de metal y yo estaba frente a un extraño... nunca había visto su rostro, pero estaba sentado en una especie de trono y encima de él había una gran bandera con el logo de Los Sacrinem.

Era un hombre de ya avanzada edad, tal vez unos 60 o 70 años, su rostro mostraba varias arrugas y cicatrices, parecía que era ciego de un ojo pues la pupila la tenía mucho más clara que la otra, su cabello era totalmente blanco al igual que su barba, a pesar de ya verse mayor el imponía miedo, era como si yo estuviera aterrado de verlo.

No tienes derecho a llamarme padre— dijo ese hombre con una mueca de asco.

Perdóneme señor— dije con una voz llena de miedo— subestimé al brujo... era... yo no sabía que era un asqueroso brujo tan poderoso— trataba de justificarme a toda costa.

¡YO TE HE ENTRENADO PARA QUE FUERAZ EL MÁS PODEROSO Y NO TUVIERAS QUE PERDER CONTRA NINGUNA DE ESAS PESTES! — dijo esa voz y sentí como con su pie me daba un fuerte golpe en el abdomen.

Empecé a toser, me faltaba demasiado el aire pues me había dado en la boca del estómago, en mi mente quería usar mi magia para defenderme, o al menos para curarme, pero tenía tanto miedo que no me atrevía a usarla.

Le prometo señor... le prometo que la próxima vez lo voy a matar— dije una vez que recuperé el aliento, pero aun arrodillado— le prometo que le traeré su cabeza y la de todos y cada uno de esos lobos también.

Se que lo harás— dijo el hombre mucho más calmado, pero sin eliminar esa expresión de asco— porque sé que no eres estúpido L— ¿por qué me llamaba L? — pero no creas que aun así no mereces un castigo... creo que 1 hora en la cámara te va a ayudar a saber que no volverás a fallarme.

Sentí tanto miedo, no sabía que era esa cámara, pero por alguna razón sentía que no era nada bueno. Unos hombres que hasta apenas me había enterado estaban detrás de mi cuidando la puerta me tomaron de los brazos, quería zafarme, pero no hacía el mínimo intento por hacerlo, era como si supiera que merecía el castigo...

La habitación en donde estaba era demasiado oscura y tenebrosa, me despojaron de la parte superior de mi ropa y entonces no tarde en sentir el dolor, era un látigo el cual había golpeado mi espalda, con cada golpe soltaba un gran grito, ¿por qué no podía defenderme? ¿Por qué no puedo salir de aquí? Tengo el poder para hacerlo, tengo el poder para matar a todos... pero ¿Por qué no quería hacerlo?

Fue entonces que me di cuenta de que cerca había un espejo, pero al mirarme no vi mi rostro... era el rostro de ese chico con el que hace solo unas cuantas horas había tenido una pelea...

...

Cuando desperté me di cuenta de que no estaba ya en el sofá... ni en la habitación de huéspedes de Bruce... era mi habitación, la cama seguía con el hechizo de agrandar ¿cómo había llegado aquí?

Me levanté para quedarme sentado en la cama, estaba muy confundido, ¿cómo llegué aquí? ¿dónde están todos? ¿quién era ese hombre? ¿el nombre de ese chico era L? ¿y por qué podía ver lo que él estaba viendo? ¿era real o solo era un extraño sueño?

Sin embargo, mis pensamientos fueron interrumpidos por un pequeño ruido de algo que se había caído.

Rápidamente giré mi cabeza y vi a 2 pequeños niños que estaban ahí observándome.

The Witcher's Spell (Novela Homosexual)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora