The Witcher's Spell (Novela Homosexual)

-Capítulo 27: Uno mismo-

-Nate-

No sabía si lo hacía bien o si estaba siendo torpe, no era muy bueno en esto pues tenía años de no besar a nadie y nunca había besado a alguien que en serio quería, sin embargo, recordé las palabras de Ally "los licántropos solo besan a quienes realmente aman" y supuse que Bryan era tan inexperto como yo.

Rodee su cintura con mis piernas y su cuello con mis brazos cuando sentí que me había cargado, no nos habíamos detenido, simplemente quería disfrutar de sus labios, me besaba de una manera tan tierna mientras cuidaba que no cayera al suelo.

Sentí como Bryan comenzaba a moverse, no sabía a donde nos llevaría, solo disfrutaba del momento, nuestros labios se despegaban solo por unos segundos para tomar aire, pero rápido volvíamos a unirlos, sentía como Bryan protegía mi cuerpo, como ambos dábamos todo de nosotros.

Finalmente llegamos a su habitación, cerró la puerta y él se acostó en la cama dejándome encima de él sin despegar nuestros labios.

Finalmente, por falta de aire ambos nos separamos, pero esta vez fue diferente, esta vez ambos nos miramos a los ojos, no decíamos nada, simplemente nos observábamos hasta que sentí como Bryan empezaba a acariciar mi rostro.

Sus manos eran un poco rasposas a causa de su trabajo pesado en el taller, sin embargo, disfrutaba mucho su tacto, su caricia en mi rostro era muy placentera, ambos seguíamos observándonos a los ojos, me gustaban mucho esos ojos color miel y finalmente ambos nos sonreímos.

-Eres el chico más hermoso que he conocido Nate- dijo Bryan en un susurro y sin dejar de acariciar mi rostro- ¿Qué cambió?

-No quería estar contigo porque todas las personas importantes para mi están en constante peligro- dije un poco avergonzado- no me lo perdonaría si algo te pasa y dejaras solos a tus hermanos.

-Puedo cuidarme bien Nate- dijo el mientras besaba una de mis manos.

-Lo sé- dije con una tímida sonrisa- y yo no quiero pensar en lo que pasaría si tu llegases a faltar... yo quiero pensar en cómo sería mi vida si estás tú en ella.

-Podemos hacerlo- dijo Bryan sonriéndome.

Le di una última sonrisa y entonces volvimos a besarnos, sus húmedos labios llevaban el control, el acariciaba mi espalda y yo movía mi cadera que estaba cerca de su entrepierna, sus labios sabían bien, se sentía bien poder finalmente besarlo, poder estar más cerca de su cuerpo y poder sentir el calor de este de diferente manera.

Empecé a acariciar sus brazos sin dejar de besarlo, el por otro lado se animó a seguir acariciando mi espalda, solo que esta vez puso su mano por debajo de mi camiseta para poder sentir mi piel, esas pequeñas caricias me hacían saber que todo estaba bien, que en serio quería esto.

Nuestro beso poco a poco fue subiendo de intensidad, nuestras lenguas ahora formaban parte de esto, sentía como su lengua sometía fácilmente a la mía, sentía como su calor aumentaba y como se aferraba más a mi cuerpo y cuando volvimos a despegarnos por falta de aire decidí besar su cuello, no lo hacía fuerte pues no quería dejar marcas en su piel, pero si lo hacía con mucha pasión, escuchaba pequeños gemidos salir de Bryan y supe que lo disfrutaba tanto como yo, sentí como sus manos poco a poco bajaban, tocaban mi cadera, acariciaban mis piernas hasta que finalmente sentí como estas se posicionaron en mi trasero y empezó a apretar sus manos.

Al mismo tiempo yo seguía moviéndome, besaba su cuello y también movía mi cintura hasta que sentí que poco a poco algo crecía en su pantalón.

El calor era tanto que ambos nos deshicimos de la parte alta de nuestras prendas quedando desnudos del torso, Bryan en un simple movimiento cambió de posiciones y ahora era yo quien se acostaba en la cama y Bryan estaba sobre mí, sin embargo, el usaba sus piernas para apoyarse en la cama para no soltar todo su peso contra mí.