Jungla.

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Estuve mirándote.
No me refiero a tu formación física, sino a la pintura que mi mente ha creado sobre ti.
Fue bueno verte aunque sea solo por un momento en mi mente.
Te escribo, ni muy tarde ni muy temprano, justo cuando pienso en ti.
Tú me recuerdas a lo bueno de la vida, ahora en este confinamiento es cuando mi mente comienza a divagar lejanamente, hasta mis profundos pensamientos. Aquellos donde el sol es quien abrazaba mi rostro, y se mostraba en tus ojos obscuros la luz que hay en ti. Quien diría que a pesar de ser el temple clandestino de la noche, quien orbita aquellas esferas, el sol tuviera la dicha de iluminar aquellas.. Que belleza el recuerdo que mi mente crea, con vibraciones y melodías, tan agridulce el sentimiento. Que precioso momento alquel en el que la tempestad abarcó cada rincón del lugar. Hoy te miré una vez más en el Amazonas con los bellos pájaros cantar y las piedras resonar en el caudal del río. Oh vaya que nada superaba tu cuerpo empapado en alegría de aquel día. No estabas maravillado mirándome, estabas observando la naturaleza que te rodeaba y te acogía con su manto. Y ahí estaba yo como una boba, apreciando el llanto del cielo que susurraba a gritos que mi amor por ti fuera verdadero.

Memorias: libérer les opprimésWhere stories live. Discover now