๛• ∂αγ 20 ·࣭̣࣪̇⸱

1K 135 21
                                    

Angel y Demonio.

AU

Luzu estaba caminando exasperado por la calle y no era otra la razón que las dos vocecitas que le hablaban a sus oídos todo el rato, una en cada hombro. Si alguna vez en su vida le dijeron que al cumplir 18 años dos criaturas aparecerán en su vida, todo seguiría igual porque igualmente no se lo creería.

Hace poco Vegetta le había confirmado que esto era normal pero mencionarlo públicamente era un especie de tabú ¿Quién quería mencionar sobre un demonio y un ángel susurrándote o manipulandote? Más que todo por el demonio algo no aceptable por la iglesia que aunque el mundo había evolucionado seguía teniendo algunas "tradiciones", por así decirlo.

La primera vez que los escuchó fue a las 00:00:01 (no exageraba, bueno tal vez un poco) recuerda cómo le habían despertados aquellas pequeñas personas que tenían una acalorada discusión.

- ¿Tú qué haces aquí?

- Cumpliendo mí trabajo, genio.

- Mejor vete al infierno sucia rata.

- ¿Con es boca besas a Diosito?

- ¡Cállate!

Eso fue lo poco que escucho antes de abrir completamente los ojos, saliendo de su ensoñación, aun así siguió pensando que aquello se trataba de alguna broma de su imaginación. Delante suya estaban dos hombres pequeños tan altos como su dedo índice, ambos volaban pero uno en particular agitaba más rápido sus alas además que adoptaba una pose agresiva. Tiempo después, descubrió que se llamaba Alex.

Claramente Luzu no esperaba levantarse gracias al ruido que hacían aquellas criaturas por lo que su primera reacción fue quedarse callado un largo rato, sin que los otros dos se dieran cuenta que estaba despierto, para después cuando el otro hombrecito que se notaba más tranquilo que el otro, le saludara perezosamente, haciendo que pegara un grito. Seguramente llego hasta la casa/mansión de Vegetta.

- ¿Por qué no sigues el protocolo, demonio? Antes de nada nos traerás problemas.

- Entonces deberías de haberte dado cuenta tu primero que estaba despierto.

EL hombrecito con alas de pájaro. El que las movía furiosamente, contestó con un gruñido para volverse hacia Luzu con una sonrisa "amable". Probablemente Luzu se la hubiera creído si hace unos segundos no lo hubiera visto furioso y apunto de matar a alguien.

- Muy bien. Hola Luzu, soy Alex, tu ángel asignado. De ahora en adelante estaré cuidando de ti hasta que te mueras o consideremos que estas en buenas manos para seguir tu camino solo.

- ¿Consideremos? Hay otros... ¿Cómo tú?

- Exactamente, somos una organización, pero tú no debes preocuparte de eso

Luzu asintió sin querer hablar más, pero igualmente miro hacia a la otra criatura que se mantuvo callada en la breve explicación. Alex al darse cuenta de esto añadió:

- Él no es nadie importante, solo viene a arruinar tu vida por lo cual te prohíbo escuchar algún consejo suyo.

- ¿Me prohíbes?

- ¿Le prohíbes? - esta vez fue el otro sujeto - ¿Quién te crees para callar al grandioso Fargan? Pobre angelito amargado.

Al ver que el ángel y Fargan iban a pelearse nuevamente decidió separarlos suavemente. Se veían muy frágiles.

- No somos frágiles, por lo menos yo - dijo Fargan, sorprendiendo a Luzu por escuchar sus pensamientos - Soy Fargan, un demonio que también se te fue asignado. Pero no creas que por ser demonio soy malo ¡Soy más bueno que un pan! Solo vengo a dar equilibrio a tu vida y no te vuelvas un amargado como alguien aquí presente.

Tosió muy falsamente mirando hacia Alex.

- ¡Yo no soy ningún amargado! Y sabes cómo te gus-

Hasta ahí escuchó los reclamos de Alex, cuando su mente se desconectó del exterior. Intentando procesar la nueva información, recordando si alguna vez había leído algo parecido en su biblioteca, pellizcando su brazo o intentando recordar si había tomado alguna droga antes de dormir. Pero nada, todo era muy irreal.

Tiempo después comprendió que aquello era un gran secreto, todos lo sabían pero nadie hablaba. Luzu, por ejemplo, la primera vez que lo hizo fue con Vegetta que harto le había confesado sobre aquello. Fue difícil de procesar ya que el amante del morado no tenía un ángel y un demonio persiguiéndole a todos lados sino dos demonios y ningún ángel, se llamaban Rubius y Willy.

Fargan le explico que Vegetta era un caso aislado y seguramente él era lo suficientemente "angelito" para tener uno por lo que le dieron dos demonios. También le contó que se sorprendía que Luzu no fuera como él ya que lo consideraba más "angelito" que, incluso, Alex.

En unos meses lo consideraba normal, las discusiones entre Fargan y Alex cada 5 minutos se hicieron normales, los susurros maliciosos del demonio invitándole a robar cada vez que caminaban por el pueblo fueron cotidianos y si había pequeños cambios Luzu se adaptaría.

Incluso se atrevería decir que ambas criaturas se llevaban mejor, Alex ya no se enojaba tan frecuentemente (a veces hacía la vista gorda) e incluso ambos se sentaban en el hombro derecho de Luzu sin hacer ninguna dramatización. Cuando Luzu le preguntó al ángel por el cambio, este agacho la cabeza algo sonrojado y musitó:

- Al final tendremos que estar juntos por muchos años. Tampoco quiero pelear por 80 años.

Luzu aceptó con una sonrisa la respuesta.

─ཹ🌹 Fargexby Month Donde viven las historias. Descúbrelo ahora