Cap V

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Narra Annie

Al entrar y verlo nuevamente amordazado en esa silla me produjo como tristeza, o un sentimiento el cual no podría explicar.

Annie: Buenos días doctor! -ánimosa- ¿Puedo saber a que se debe mi presencia tan temprano?

Scp-049: Oh si! Eh estado invesrigando acerca de la pestilencia y necesito su ayuda en esto... -le entrega unos papeles algo arrugados con un tipo de letra extraña-

Annie: Uhm... -las empieza a mirar- Esto...

Scp-049: ¿Podría decirle a los guardias que me soltaran? Así sería más amena la conversación...

Annie: Lo lamento doctor, no puedo hacer tal cosa -lo mira algo triste-

Scp-049: Oh... No hay problema bella señorita

Annie: (¡¿Bella?!) Uhm... -ríe nerviosa- y bueno, ¿en que le puedo ayudar?

Scp-049: Necesito ayuda en esto -le muestra unos apuntes en un extraño idioma-

Annie: -los toma- Ehh... ¿Podría resumir esto?

Scp-049: Es basado a mi próxima investigación a cerca de la pestilencia

Annie: Oh ya veo, en ese caso quiero aprender más del tema para serle de utilidad -sonríe-

Scp-049: ¿Eh? ¿Está hablando enserio? -con un tono de ilusión-

Annie: Claro que si

Lod ojos del contrario se iluminaron por las palabras de la chica, desde ese momento hasta la tarde ambos estuvieron conversando y investigando más acerca de la pestilencia. Ya en la tarde la doctora se tuvo que despedir de el.

Annie: Me gustó mucho pasar tiempo con usted -le dedica una leve sonrisa- pero ya se me hizo tarde

Scp-049: ¿Mañana la volveré a ver señorita?

Annie: Claro que si, siempre estaré para ti -se acerca un poco más hacia el-

Scp-049: -al ver la acción de la chica se separa rápidamente- No!

Annie: ¿Que? -confundida- Yo...

Scp-049: No quiero... No quiero lastimarla... -con un tono preocupado-

Annie: Lo dices por... Tus manos? Se que si tocas algo lo matas... Tranquilo -coloca su mano en el hombro del sujeto- No te tengo miedo

Al sentir por primera vez el tacto de la chica y esas bellas palabras el sintió como su corazón se aceleraba y su rostro le ardía de una manera inexplicable, esos extraños síntomas le confundían y no sabía como reaccionar ni que decir al respecto.

Annie: Uhm... Bueno -se aleja de el- Nos vemos mañana -toma sus apuntes y sale del sitio-

Tras caminar por unos minutos y subir los niveles correspondientes llegué a mi oficina, ya era tarde y no había comido nada me dirigí al casino del sitio el cual ya estaba vacío, calente mi comida y me dispuse a comer en el profundo silencio de aquel lugar, sin darme cuenta empecé a pensar en el... No sabía el por que de esos pensamientos y sin darme cuenta un leve color carmesí se apoderó de mis mejillas.

Jack: Hey An!

La voz de Jack me sacó de mi trance y centre mi mirada en el, el cual se encontraba frente a mí

Annie: Oh hola Jack

Jack: Lamento no haberte esperado para comer... Saliste algo tarde y yo...

Annie: Tranquilo, no hay problema -sonríe fragilmente-

Jack: Eh... Oye... Sucedió algo? Te ves uhm... Rara

Annie: No es nada tranquilo

Jack: -Toca la frente de la chica- Tienes fiebre...

Annie: Eh?!

Jack: De seguro te resfriaste -sonríe tiernamente-

Annie: Claro que no, estoy perfectamente bien

Jack: Si mañana sigues así no puedes venir al trabajo -serio-

Annie: -Termina de comer y se levanta- Tranquilo no puedo hacer eso, mi informe y mi paciente son importantes también

Jack: Pero tu también eres importante Annie -le acaricia la mejilla-

Annie: Esta bien...

Tras eso ambos caminaron hasta la oficina de la chica para que el y ella pudieran empezar sus informes.

Tras el paso de las horas cayó la noche y ambos ya estaban cansados por tanto ajetreo pero el informe estaba listo, ambos tomaron sus cosas y salieron del sitio para ir al estacionamiento.

Jack: Sube, te iré a dejar a tu casa

Annie: Gracias! -subiéndose al auto-

Tras eso arrancó el auto y llevo a la chica a las afueras de su casa.

Jack: Nos vemos mañana -deposita un beso en la mejilla de la chica- Ya sabes, si no te sientes bien... Avísame

Annie: Y lo haré, tranquilo -sale del auto- Adiós Jack

Tras esas palabras la chica entró a su casa completamente cansada, se lavó y ordenó todo para el día siguiente y se dispuso a dormir.

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Mi única cura eres tu (SCP-049)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora