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𝐄𝐋 𝐈𝐍𝐈𝐂𝐈𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐒𝐀𝐒𝐓𝐑𝐄 𝐎𝟔

—A la verga Vladimil, apúralo pana— Xiaojun tenía la piedra afuera, afuerísima, y el marico de Jungwoo no ayudaba. Por eso, en cuanto lo divisó saliendo del farmatodo, extendió las manos al cielo.

Jungwoo pensó que aclamaba a Dios, pero lo que estaba era maldiciéndolo en lengua indígena.

—Coño chamo, que yo no me llamo Vladimil— cuando estuvo cerca de Xiaojun, lo miro molesto porque también le tenía el güevo flaco con la mariquerita del Vladimil. —De paso ¿cuál es el apuro pues? ¿te tas cagando es que es?—.

—Si me estuviera cagando, que no es el caso, te estarías yendo solo pa tu casa, zorongo— Dejun le mató los ojos mientras empezaban a caminar. —Es que te tardas mucho vale, caminas con mallén, haces todo con mallén, tengo como una hora esperando afuera mijo— ay no, ahí se iba a empezar a quejar que jode, parece una vieja. Jungwoo suspiró y se preparó mentalmente para comenzar a ignorarlo.

—Mhm— soltó sin mucho interés, mirando lejos y sólo siguiendo a su acompañante.

—De paso que tengo senda hambrazón, esas panquecas que me diste ya se fueron pa home—.

—Ajá—.

—Y tu mallén no ayuda marico, yo ahí de güevón esperándote pa que comiéramos algo juntos, y me iré a comer un piazo e yuca tiesa en mi casa porque ahorita debe estar todo full— a la verga no se va a callar, que bolas.

—Ahm—.

Xiaojun de a bolas que se dio cuenta de que Jungwoo no le estaba parando bolas. —¿Tú eres marico verdad?— y obvio que lo iba a joder.

—Si— respondió, con aún menos interés que al inicio. Ya va... —¡Epa ya va, pero respeta pues!— Xiaojun soltó la carcajada mientras Jungwoo lo abrazaba por el cuello y lo espelucaba. —Coño marico tú siempre vale, te fueras ido solo, pajúo—.

—Ay ya, Jungwoo, no vas a llorar— Jungwoo le mató los ojos. —Tú sabes que te quiero mucho— Xiaojun le sonrió con su cara 'e loco. Jungwoo lo seguía mirando feo.

—Embustero habla paja— lo soltó, pero igual siguió caminando junto a él.

—Ah pues, no vas a empezar con tu drama— Xiaojun volteó los ojos. Aunque luego, en el camino, vio algo que quizá podría hacer que Jungwoo no lo fuera a envenenar con yuca amarga porque capaz que también tenía hambre y él lo estaba haciendo arrechar con su chalequeo. —Bueno, pa que veas que si te quiero, te voy a brindar algo—.

Ajo, ahí a Jungwoo se le pusieron los ojos brillosos y casi que le hace un altar ahí mismo a Xiaojun.

Piazo e lambuceo.

Así fue como Xiaojun hizo mamarra cola en la Heladería Coromoto pa comprarle a Jungwoo un helado de mandarina, porque era su favorito y Xiaojun era alcahueta. Lo que Xiaojun no esperaba, era que luego de calarse esa cola, a Jungwoo recordándole cada ratico que era helado de mandarina, no vaya a ser que le comprara de caraota o una verga así, y de pasapalo a unos carajitos ladillas que no se decidían sobre qué comprar

Que se iba a conseguir a un pajúo atendiéndolo.

—Epale Minho, hablale— Xiaojun estaba con la paciencia en su límite, pero iba a intentar tratar bien a su vecino malasangre pa ver si podía salir más rápido de la cola. El otro tipo ni lo miró, ese lo que quería era estar en su casa echándose fresco en las bolas. —Dame un helado de mandarina y uno de caraota—.

๑ Nojoda Con estos Trimalditos ⋆¸*ೃ NCT venezuelan! AU (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora