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𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐒𝐀𝐒𝐓𝐑𝐄: 𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝟐

—Ajá, se prendió el pesebre pues, llegó lo más lacra de Maracaibo y del mundo— ya Yuta tenía un escándalo y apenas se estaban bajando de la buseta uy no. Donghyuck lo agarró por el brazo y lo jaló para un lugar más apartado. —Pero me vais a sacar el hombro papi—.

—Ve si dejáis la bullaranga ¿si? porque si no te montáis en esa buseta y te devolvéis pal Zulia, tas avisao— Donghyuck sacó el teléfono que Yuta con tanto esfuerzo le había regalado, pa buscar dónde es que era la bendita posada.

—Ve, respetame coñito— le zampó un tortazo en la nuca. —Que el que te va a cuidar es este que ta aquí, así que el que se va a devolver sois vos— se cruzó de brazos mientras esperaba que Donghyuck buscara la dirección.

—'Acié loco, ¿y te vais a gastar mis cobres y te vais a bonchar mi viaje? Tas es miando fuera del perol—.

—Ah pues ¿Qué tiene? Mínimo me lo merezco por aguantarte tantas vergas— ajá, se iba a espencar el peo. Donhyuck ya se estaba preparando pa sacarle los trapitos al sol a Yuta, casi que el juego de cuarto, las cortinas y los manteles del comedor, y de no ser porque Yuta se hizo el loco, se lo comía vivo ahí mismo. —Ya va, ya va, deja el brollo pa más tarde—.

Cuando Yuta comenzó a caminar pa otro lado lejos de él, Donghyuck lo miró raro porque Yuta no había ido nunca pa la Colonia y segurito se perdía pal coño. Total, que se pierda, tukki malagradecido.

Embuste, se le pegó atrás.

Yuta se detuvo detrás de un chamito más bajo que él. Donghyuck en ese momento pensó que ya iba a empezar con su chanceo raro, más cuando estuvo por detenerlo, Yuta ya había tocado el hombro del chamo para llamar su atención. Ay broder. —Epale Shotaro ¿Sos vos o me toy volviendo loco?—.

El chamo se volteó, abriendo los ojos lo máximo que podía porque esos le parecían dos rayitas en cada lado de la nariz. Sonrió y saludó con la mano. —A la vaina Yuta, ¿Qué hacéis por aquí?—.

Donghyuck los miró a ambos algo confundido, más aún así no dijo nada. —Nada chamo, aquí de vacaciones, cuidando carajitos— señaló a Donghyuck, que no le taba parando bolas porque ya le fuera zampado un coñazo, a la verga de mano suelta. —¿Y vos, estáis de vacaciones también?—.

—Si, algo así. Vine con...— se detuvo un momento para ver a su acompañante. Yuta no se había fijado, pero ah buen muchachote vos, el propio poste andante. Ambos, Shotaro y su acompañante, se miraron mutuamente por unos segundos antes de responder, como si pensara en qué decir. —Mi novio, se llama Sungchan— Yuta peló los ojos y soltó la carcajada mientras estrechaba la mano del otro chamo, Sungchan.

Sungchan parecía un poste de luz roja, rojo chavista. Shotaro rió tímido. —Qué molleja vos, estos muchachos de hoy en día son más aventaos que uno. De paso se vienen de vacaciones juntos, cuidao con una vaina— Ahora Sungchan parecía que tenía la fiebre como en 40, segurito lo usaban de decoración en marchas chavistas.

En realidad no eran novios, pero si estaban partidísimos por el otro. Detalles menores. —No, no, es que Sungchan es de aquí, y me trajo para conocer la Colonia— Shotaro taba era pasando pena, ni su mamá se puso así cuando le contó sobre Sungchan.

—Ajo, ¿váis a conocer a la familia? Esooo, puro muchacho serio pa mi muchachito— llamen una ambulancia es que es, a Sungchan le iba a dar un yeyo, y Shotaro tomando su mano repentinamente tampoco ayudaba. Jai vale.

Por otro lado, Donghyuck parecía el propio carajito gafo que se para al lado de su mamá a mirar lejos mientras ella habla con amigas que tenía en los años 1600 y que supuestamente lo cargaron cuando taba recién nacido. Estaba era ladillao y Yuta no se callaba la jeta, parecía una vieja intensa, pobre carajito. 

๑ Nojoda Con estos Trimalditos ⋆¸*ೃ NCT venezuelan! AU (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora