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Paciente: Park Ji Min

Edad: 22 años 

Lugar de nacimiento: Geumjeong-gu, Busan, Corea del Sur. 

Fecha de nacimiento: 13 de octubre, 1995. 


El paciente subre de una posible demencia creada por un estrés post-traumático, después de haber sido secuestrado a los ocho años y haber estado retenido en contra de su voluntad por más de cinco años dentro de un hospital psiquiatrico que se encargaba de torturarlo. 

El paciente suele ser violento sin causa alguna dependiendo de la persona quien lo trate. 

El paciente dificilmente distingue entre lo que es realidad y lo que no es. Viéndose hablando solo en ocasiones. 

El paciente señala que a veces puede ver a seres que no están, "fantasmas" él los llama. Cuando están estos seres, el paciente puede llegar a ser violento con la nada, autoflagelándose, nunca dañando a los demás a no ser que se le quiera someter a tranquilizantes. 

El paciente tiene pesadillas recurrentes. 

El paciente le tiene fobia al agua. Se cree que su tortura tenía que ver con ahogamiento o electrocución por medio de esta. 

Cuando está lúcido, el paciente sabe diferenciar lo que es bueno y lo que no. 

PRECAUCIONES: Jamás quitarle su cobija amarilla, pues se pone violento y nervioso. 

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Cada uno de los enfermeros pudimos leer el expediente del nuevo paciente. Aquel pequeño chico de cabello castaño había sufrido demasiado mientras era muy pequeño. Todos los enfermeros estaban sorprendidos por aquello. Conmovidos. 

Yo no. 

Y no sabía la razón. Simplemente me llamaba la atención que él pudiera sobrevivir a tanto y no verse tan... acabado. 

Al siguiente día de haber ingresado, yo estaba entrando al piso. Saludé a las personas adecuadas con una pequeña venia y una sonrisa cálida para los pacientes. ¿Era de hipócritas ser más amable con los pacientes que con el personal con quien paso la mayor parte del tiempo? Lo dudaba. 

Las personas que estaban aquí, en su mayoría, eran personas olvidadas. Personas que sus familiares ya no quisieron cuidar porque eran para ellos un obstáculo para poder vivir su día a día. Ellos no tenían un trato lindo, habían sido abandonados aquí como unos animales. Yo solo quería darles un momento de alegría, esa alegría y amabilidad que me hubiera gusta recibir cuando era un crío y me encontraba en un lugar donde me abandonaron como un animal. 

Las personas necesitaban una segunda oportunidad, ¿no? 

—Min, ¿podrías ir a despertar al paciente 0613? —preguntó la enfermera Cho. 

Hice una mueca de desagrado —. Es una persona, señora Cho. Su nombre es Park Jimin. 

La señora, de casi cuarenta años me hizo una mueca infantil, sacándome la lengua. Sabía que no estaba molesta por mi altanería. Ella sabía a la perfección qué era lo que pensaba acerca de las personas que se encontraban aquí, incluso podría decir que era de las pocas con quien compartía el mismo pensamiento. Simplemente que era una hija de puta que le gustaba molestarme. 

Caminé pasillo abajo hacia la habitación doce, en donde se encontraba Park Jimin. Si era honesto, las habitaciones en este hospital eran demasiado buenas, casi mejor que mi departamento. Porque sí, me ha tocado hacer prácticas en otros lugares que sencillamente eran un asco. Podía imaginarme que el lugar en donde él se encontraba anteriormente también era un asco. ¿En pleno siglo veintiuno y aún usaban torturas para tranquilizar a sus pacientes? 

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⏰ Última actualización: Jul 22, 2020 ⏰

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