Agente Albis

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Albis

Mi rutina de siempre es salir a correr por las mañanas, debo hacerlo ya que me mantiene activa y así no caer en la pereza, me gusta ser activa y si no lo fuera ya estaría muerta. Y más sabiendo que no es de mi agrado.

Me cansé un poco así que decidí caminar, paso por una callejón y ahí fue donde escuche a una chica gritar

—¡Auxilio, por favor, ayudenme! —llevé mi vista y logre ver a un tipo tratando de secuestrar a Jessica, mi hermana.

Me adentré en el callejón y me acerqué al tipo asqueroso —¡Hey, estúpido. Deja a esa chica en paz! —el volteó y saco su arma apuntándome con ella, grave error, estúpido, grave error.

Le quitó el seguro al arma antes de hablar —¿Quién eres tú? —sonreí

—Alguien con quién no te gustaría toparte de nuevo, deja a esa chica en paz —él carcajeó.

—Claro que no me topare contigo de nuevo, por que estarás muerta —iba a dispararme pero antes de eso lo tomé por los hombros y golpeé su estómago con mi rodilla, él solto su arma y gracias a otro golpe cayó al suelo. Lancé el arma hacia el contenedor de la basura, pues no lo utilizaría más, él se volvió a levantar e intentó golpearme en la cara, esquive el golpe y le hice una llave, y esta vez lo golpeé con la planta de mi pie en la espalda baja, y volvió al suelo.

—Hija de puta —escupió adolorido, hice puchero antes de hablar.

—Ow, a llorar con tu mamá —burlé —No te quiero ver cerca de ella y ni de ninguna chica o chico de aquí, o esto que te hice será solo una mínima parte de lo que en verdad te espera —lancé un beso antes de salir junto a mi hermana del callejón.

—Gra... —la interrumpí.

—Te dije que no salieras de tu casa, Jess —regañé —sabes el peligro que corres ¿por qué te importa un carajo tu vida?

—Solo quería ir al festival, iba bien y ese hombre comenzó a seguirme, pensé que había salida en el callejón y no fue así —la tomé entre mis brazos y la abracé, no me cabía en la cabeza la idea de que mi hermanita fuera secuestrada, mataría medio mundo por salvarla sin lugar a duda.

—No vuelvas a salir sola —le ordené.

—Pero siempre estas ahí para protegerme, nunca fallas —suspiré.

—¿Y que hubiera pasado si no me hubiera asomado por la calle? No tenia planeado hacerlo, pero mamá me envió un mensaje que pasara por avono en la floristería, fue pura coincidencia —ella bajo la vista.

—Lo lamento —se disculpó —ire al festival

—Oh no señorita, usted no se ira sin... —mi celular comienza a sonar, lo saque de donde lo tenia y vi el marcador, es el señor Rivera ¿que querrá ahora? — adelantate, te alcanzo en un rato.

—¿Ok? —respondió confundida, para después empezar a caminar de nuevo.

Me asegure que estuviera lejos para que no escuchara mi llamada—. ¿Bueno?

—Agente albis, que dicha que responda la llamada —se notaba el entusiasmo de este,

—¡Qué sorpresa, señor Rivera! ¿a que se debe su llamada? —escuche una pequeña risa.

—Tengo aquí un ligero contratiempo ¿te apuntas? —sentí que me

—¿¡Qué!? Obvio que me apunto ¿cuando me quiere allá?

—Mañana si puedes  —siento como quiero gritar de emoción, no lo puedo creer, al fin.

—Bien, mañana tomare el primer vuelo

—No, agente, el avión pasa en una hora —y terminó la llamada. Solté un pequeño grito.

Maldito hijo de puta ¡Tengo una hora para buscar todo!

—¿Otra ves te vas? —volteo encontrándome a mi hermana, se veía triste y yo se porqué, nunca le agrado el hecho de que me fuera lejos, y a misiones peligrosas en donde arriesgo no solo mi vida, si no la de ellos, pero ¿qué puedo hacer? Fui reclutada obligatoriamente por la ASE.

—Jess, lo lamento, pero sabes que es mi trabajo. Debo ir. —le aclaro. Ella me ve con miedo, y no la culpo, nunca se sabe si regresaré.

—Bien, te esperaré con un tazón lleno de helado con chocolate y bombones en él —y me da un cálido abrazo, le entrego dinero para que haga los mandados que debía hacerle a mamá y retorno mi camino a casa muy apresurada.

Luego de casi una hora ya estaba en el aeropuerto esperando el avión, el piso en donde estaba era exclusivo para la ASE, nadie sabe sobre él, ni siquiera los guardias.

Ocurre que al ser una agencia secreta, nadie debe conocer ninguna instalación relacionada con nosotros, un cabo suelto puede provocar un corto circuito trágico, no sólo encontrarían la ASE, ahí se encuentran muchas cosas con ella, armas y tecnología avanzada, nuclear, vieja y extraña, en las manos equivocadas eso podría ser el fin de toda la civilización que cualquiera conoce, algo muy fatídico.

Es por eso que hay muchos agentes en esto, unos conductores de taxis, otros, camareros, cocineros, arquitectos, empresarios y por supuesto, personas como yo, desempleados. Cada uno con rol diferente, los del rango más alto, los jefes supremos cada uno en un continente diferente, el señor Hisbon, ahora proclamado como supremo de Europa; el señor Oswold, proclamado hace un año como supremo de Australia; el señor Rivera, proclamado como supremo de América; el señor Takahashi, supremo de Asia y por último, el señor Wilson, supremo de África.

Cada cierto tiempo se reúnen en la oficina del señor Rivera para nombrar al siguiente agente, cuyo entrenamiento ha terminado, yo fui reclutada hace unos cinco años.

Me pregunto si en esta misión habrán más personas, odio trabajar sola, nunca lo he podido manejar bien, mis planes siempre son en equipo y al no tener muchas veces se me ha complicado la misión, como sea, espero sea divertida.

Agente Albis, su avión está aterrizando

Al fin.

Una va en camino, faltan 3 agentes más ¿Les gusta como va? A mi me encantaaaaaa en fin, tomen awuita. 


Manuel saldrá más adelante <3

Amor Contrabandista || Manuel TurizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora