-¡No digas eso Sten!- se queja Hanne entre risas.
-¡Es la verdad! Son unos animales.- se ríen juntos y en mitad de sus carcajadas Hanne añade algo.
-Pero queda feo.- Hacen un parón y continúan riéndose.
Clady decide ignorar los comentarios clasistas de sus amigos y sigue mirando sus redes sociales. Hanne se inclina hacia ella para ver qué es lo que hace en el móvil.
-Dios. Qué pesada con Instagram.- Hanne sobreactúa frustración.
-Mira quién fue a hablar.- Contesta Clady rotundamente.
Sten pronuncia una pequeña sonrisa de orgullo y Hanne se cruza de brazos.
-Pero qué le pasa a esta chica hoy.- murmura la misma mirando al cielo.
Sten rompe el incómodo silencio que han provocado sus amigas. Deja su café en la mesa y explica.
-Bueno, un amigo de la Uni me a invitado a su fiesta esta noche, y... HABRÁ ALCOHOL Y DROGAS.
Clady se sorprende.
-¡No lo digas tan alto!- avisa Hanne entre risas.
-¡¿Qué?!- se altera Clady- ¡Sten, no sabes en lo que te metes! ¡Yo no pienso tomar de esa mierda!
-¡Relaja! Nos lo vamos a pasar genial, te lo aseguro.- dice con una mirada retadora- Entonces, ¿os apuntáis?
Hanne acepta emocionada y Clady desvía su mirada del teléfono para ver el entusiasmo en los ojos de Sten.
-Acepto porque no tengo nada que hacer, pero no pienso hacer nada ilegal.- informó la chica castaña volviendo a desplazar su mirada a sus redes sociales.
-¡Bien!- se anima Hanne y Sten mira a la otra chica con una leve sonrisa de ilusión.
Clady llega a su espacioso piso en uno de los más lujosos barrios de Conpenhague. Como una buena niña rica, saluda al recepcionista con educación, sube a su tiempo hasta el quinto y último piso y saluda a sus padres. Su padre está hablando con su gran amigo de negocios, Skyler Bodilsen, el padre de Sten. Parece que hablan de la empresa. Clady consigue divisar sobre su mesa unos papeles con el título de "Asesoria de demandas, Police of Denmark". Ella no sabe concretamente de lo que se trata, pero no le da mucha importancia. Últimamente su padre está algo tenso, supone que es por eso. Soren se da cuenta de que su hija los está mirando, y cómo si escondieran algo, y poseído por el nerviosismo y sin pensar, mete esos papeles en el "cajón negro"- un cajón secreto escondido en la parte de abajo de la mesa de su oficina- sin acordarse de que su familia tiene total acceso a ese cajón. Clady, por suerte para su padre, vuelve a sus pensamientos y se va sin darle mucha importancia.
Cruza su enorme casa y llega finalmente a su habitación. Se tumba en su cama, tras poner una grabación de una canción relajante que hizo con su piano, y recapacita sobre la conversación con sus amigos en la cafetería. Suspira.
¿Qué hago? ¿Qué hago yendo esta noche a una fiesta de ricachones que se creen rebeldes? Reflexiona. Sé que si voy me buscaré malentendidos. ¡Joder Sten! ¡¿No me sirve con la presión de mi padre, también tengo que tener la tuya?! Se frustra y se tumba boca abajo en su cama. Todo era más fácil hace menos de un año. Teníamos a nuestro piso 30 metros cuadrados, no más. No necesitábamos más. Sé que cualquiera querría tener mi vida, universidad privada, padres que me quieren, amigos, casa grande... Pues yo no. La regalo a quién la quiera. Todo se pinta muy bien desde fuera, pero realmente, creo que era más feliz antes. Y así de repente. Quiero pensar que mi padre tuvo suerte, porque que así de la nada nos convirtiéramos en clase alta, es raro. Me siento extraña entre mis amigos, nueva en esto. Por alguna razón no los termino de comprender. No me siento cómoda...