Capítulo 2.

8 1 0
                                    

High Infidelity de Taylor Swift sonaba en sus orejas. Traía puestos los auriculares inalámbricos desde que había comenzado el viaje. Estaba en el autobús, sentada sola puesto que su hermano menor se había encontrado a un amigo y se había sentado con él. Al principio, el autobús estaba vacío pero ahora ya estaba casi lleno de personas, sin embargo, el asiento a su lado estaba intacto.

Kate estaba un poco desesperada por ver a sus amigos en cuanto llegara, puesto que los nervios prácticamente la carcomían en el estómago. No estaba muy segura de que era lo que volver al instituto le haría, pero sabía que reencontrarse con Sam y Henry sería lo mejor de todo.

En cuanto el autobús frenó, Kate levantó la vista a la ventana para poder ver el instituto. Tragó saliva, nerviosa, y un pequeño recuerdo la atormentó. El día en que entró a cuarto, el año anterior, cuando por primera vez se topó con Christopher. Kate y Christopher venían de dos mundos totalmente diferentes, él siendo un chico más bien popular y ella una Don nadie, pero de todas formas él la había visto. Esa fue la peor cosa que podría haberle pasado.

Las personas comenzaron a bajarse del vehículo así que la pelirroja tomó su mochila y su bolso y acompañó a la multitud hacia la calle. Perdió a su hermano entre la multitud y, cuando bajó finalmente, ya no estaba a la vista. Negando la cabeza, comenzó a buscar por sus amigos. Detuvo la música en su celular y mandó un mensaje al grupo:

"¿Dónde estan?"

Pero ninguno respondió. Comenzó a caminar hacia la entrada que se encontraba repleta de amigos reencontrándose y abrazándose. Aunque era cierto que Henry, Sam y Kate vivían bastante lejos uno del otro, la realidad era que habían hecho lo posible por verse en el verano. Después de lo pasado el año anterior, Sam había insistido en que tenían que disfrutar al máximo el tiempo juntos. Kate no había reprochado su constante insistencia en juntarse puesto que lo necesitaba más que nunca. Y, aunque la pelirroja no quisiera admitirlo, se había dado cuenta de que Henry aún no había recuperado la confianza de antes. De hecho, a veces Henry no se juntaba con Sam y Kate. Ella no lo culpaba pero se había propuesto pasar más tiempo con él este año para poder recuperar su amistad. De todas formas, ella se lo debía.

Después de caminar unos pasos un grito desesperado se escuchó a poco metros de la pelirroja. Sonriendo, sabiendo claramente de quien provenía, se dio media vuelta para encontrarlo cara a cara. Sam, su mejor amigo desde hacía 4 años, estaba con brazos abiertos y una sonrisa de oreja a oreja mirándola. Su cabello castaño oscuro con rulos caía sobre su frente y sus anteojos redondos resaltaban sus ojos color miel. Traía puesto un buzo con capucha y unos jeans grises rotos con unas pequeñas botas al estilo Harry Styles. Casi corriendo, Kate se acercó y, dejando caer el bolso en el suelo, lo abrazó. Ambos se quedaron abrazándose unos segundos que parecieron eternos.

-Katy, katy...- susurró Sam en su oído.

-Samy, samy...- susurró ella en su oído y ambos se separaron sonriendo. Se habían puesto esos apodos años atrás cuando buscaban algo único para decirse. Sin embargo, habían utilizado los apodos más comunes y corrientes entre todos.

Se separaron y Kate volvió a agarrar su bolso para no perderlo entre el gentío.

-¿Dónde está Henry?- preguntó ella. Sam se encogió de hombros.

-No lo sé, no lo vi.

Kate volvió a corroborar el grupo en su celular por las dudas.

-Tampoco contestó al grupo.

Kate se encogió de hombros también y ambos sonrieron.

-¿Cómo estas?- preguntó él señalando con la cabeza el edificio. Kate sabía que le preguntaba por cómo llevaba volver a aquel lugar después de lo ocurrido el año pasado.

Los Misterios de Addeline.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora