Semana Jondami/Damijon

Dia 3: Omegaverse/Confesión

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Tema Escogido: Omegaverse

Aclaraciones: Actos sexuales medianamente explícitos

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○"Descuido inoportuno"○

Si no fuera por su maldito descuido, eso no estaría pasando, se sentía definitivamente mal, pero de verdad no es como si pudiera hacer algo más.

Damián lo había invitado a unos minis vacaciones de fin de semana, serian solo tres días, para descansar la mente de ser héroes jóvenes de 18 y 21 años respectivamente, Jon había empacado todo lo que veía necesario, la ropa, el traje, el cepillo de dientes, las sábanas, todo menos lo más importante, sus pastillas.

Ya no vive con su madre como para que le remarque cada día que tenía que llevárselas, junto a su collar anti-mordidas y un spray repelente, no, ahora se supone que debía ser responsable de si mismo. Así que por inercia casi mecánica, al ver que su bolso no tenía su salvación al insistente dolor invasivo que comienza en su bajo vientre, decidió encerrarse en su cuarto, trabando las ventanas y puertas, acostándose en la cama matrimonial que se supone debería compartir con Damián, le envía un mensaje, pidiendo que le traiga algunas pastillas.

Impaciente decide bañarse, no podía más con todos los dolores pre-celo por los que pasaba, las piernas se le vuelven gelatina, la cabeza se le nubla por el calor que lo invade, incluso puede sentir como segrega muchos más líquidos de la zona que prefiere ni siquiera mencionar. Su animal interior está despertando y prefiere contarse la lengua antes de comenzar a dejarle paso a su salvajismo interior.

Luego de una larga media hora de espera calurosa y dolorosa, el novio de Jon llega, notando que no puede abrir la puerta prefiere no invadir el espacio que Jon se armó, por lo que solo toca la puerta esperando a su nervioso y olvidadizo novio con el ceño fruncido. El olor de Jon lo estaba matando desde que entró a la casa, literalmente es demasiado fuerte como para no notarlo, cosa que le pone los pelos de punta, sus deseos más salvajes le gritan que tumbe la puerta de una patada, pero su conciencia también le grita que Jon no lo está disfrutando tampoco.

Jon abre con cautela la puerta, solo estirando su brazo para que le entregue las pastillas, el chico se encontraba sudoroso y el hecho de abrir la puerta le dio un sopetón en la cara a Damián, que dilataba sus pupilas al tomar la muñeca de Jon y escuchar como el otro soltaba un quejido de sorpresa.

Queriendo molestarlo un poco más, pues nunca le había permitido pasar un celo junto a él, posaba las pastillas en la mano de jon y cuando este iba a tomarlas se las quitaba enseguida, con enfado Jonathan saco la cara por fin, mostrándose como solo en los sueños más locos de Damián se veia, los ojos azules de Jon exigían tantas cosas a la vez que parecía abrumado.