Disparos...¡Estabas segura!
3 tiros contundentes habían resonado extremadamente cerca.
El pánico surgía lentamente desde dentro de ti. ¿Que estaba sucediendo?
Pronto volviste a escuchar otro tiro que inundó tu habitación de una ligera vibración.
Ahora no había duda, el sonido provenía del piso de arriba, donde vivían John y Sherlock.
Pensaste en los peores escenarios posibles ¿A caso alguien había venido por ellos debido a que estaban inmersos en asuntos policiales?
Pensaste en mafiosos, psicópatas y asesinos en serie.
Sentiste el estómago revuelto debido al estrés...y también a las galletas que habías comido y que había preparado la Sra. Hudson.
Ahora mismo no se encontraba en el edificio, había salido a ver a unas amigas suyas, de modo que los únicos que podían estar en peligro eran aquellos 2 hombres."Bang!!"
Un disparo más. Ya no podías seguir esperando.
En un impulso te lanzaste hacía la entrada de tu departamento, dejando caer la laptop en el sofá.
No podías dejarlos solos a su suerte, tenías que hacer algo para ayudar.
En tu prisa, ni siquiera te pusiste sandalias y subiste corriendo para llegar a la puerta del departamento de Sherlock .
Sentiste la textura fibrosa del tapete bajo tus pies desnudos mientras tocabas con desesperación la puerta.—¡¡Sherlock, John!! ¡¿Que sucede allí adentro?!—gritabas mientras llamabas aún más fuerte a la puerta y acercabas tu oido para notar alguna señal de vida-¡Por favor, abran! ¡Chicos-
Te apartaste rápidamente cuándo te abrieron la puerta y tú peso casi te hace caer.
Era Sherlock, que más que herido o en peligro parecía molesto. Llevaba puesta una bata azul sobre una pijama blanca.—¡Por Dios! ¿Por qué armas tanto alboroto?— Te preguntó, fulminándote con su mirada—Nunca, nunca jamás me interrumpas cuando estoy pensando.
Tu mirada no podía expresar más que confusión, pero poco a poco se fue convirtiendo en ira.
Habías ido a su departamento buscando ayudarlos y lo único que encontraste fue a Sherlock diciéndote que cerraras la boca.
Entonces notaste que portaba un arma en su mano.
Cerraste tus puños con toda tu fuerza por contenerte, pero al final lo que te traicionó fue tu boca, y terminaste por despotricar contra él.—¿A caso siempre eres así de imbécil?—le recriminaste en tono arrogante.
—¿Disculpa?—te pregunto él sin cambiar su expresión en absoluto.
—¿Qué demonios estás haciendo aquí arriba? ¡Eres un maldito loco! ¡¿Dónde está John?! ¿A caso sabe que su compañero tiene tan poco cerebro que se pone a disparar a diestra y siniestra? Demonios, ¡Piensa en los demás por un jodido segundo!
—¿Qué tiene que ver John en todo esto?—te pregunto alzando más la voz, mientras retrocedía a paso veloz hacía la estancia, dejándote ahí en la puerta—No lo maté, si eso preguntas. No soy un psicópata. Soy un psociopata altamente funcional que está ¡Aburrido!— Exclamó mientras levantaba el arma nuevamente y le propinaba otro tiro certero a la pared, dónde se hallaba dibujada lo que parecía ser una carita sonriente.
El sonido de la bala impactando te hizo saltar y cubrirte los oídos por reflejo.
No pudiste evitar lanzar un pequeño grito.—¡¿Pero qué demonios está sucediendo?!
Esa era la voz de John, quien iba subiendo a toda prisa por las escaleras.
En cuanto lo viste sentiste un alivio tremendo.
No, no es que pensaras que Sherlock en verdad lo había matado. Simplemente que era más fácil saber que hacer con la única persona que conocía a éste loco sujeto.Llevaba una chaqueta color negro y su misma camisa a cuadros que hacían juego con su pantalón de vestir. En cuanto te vió abrió los ojos como platos y se acercó a ti, tomándote por los hombros descubiertos.
Tu seguías en un especie de shock.
—¡(Nombre), pero ¿Qué estás haciendo aquí?!—Te preguntó él. Parecía consternado.
Entonces le dirigió una mirada de furia a Sherlock—¡Por un demonio, Holmes! ¡¿Otra vez?! Definitivamente la Sra. Hudson va a echarnos ¿Que está haciendo, (Nombre) aquí?
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Caso sin resolver (John Watson x tú)
FanfictionTodos miraban al detective alto, de ojos policromados, saco negro y facciones delgadas, con sus cabellos rizados y perfectos... Pero tú... realmente jamás pudiste evitar observar a quien estaba a su lado, a ese hombre militar de mirada tan dulce y s...