Capítulo 21: Noche de huésped

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Después de aquel largo sermón, el ambiente se reconstruyó bastante.
Parecía como si un ligero rastro de paz hubiera inundado la habitación hasta que todos se encontraron en un estado de conciencia suficiente como para pensar en lo que ahora seguía: Atrapar a Moriarty.

Era un tema que ahora estaban discutiendo Sherlock y John, en la entrada del departamento, mientras tú te encontrabas sentada en la silla de John, de piernas cruzadas, viendo a la nada; mirando de vez en cuando de reojo a los dos amigos, que ahora volvían a parecer un equipo.

Sherlock estaba a punto de salir. Les dijo a ambos que tenía que comenzar con la búsqueda de ese hombre y por lo tanto necesitaría la ayuda de Lestrade y, obviamente, el de Mycroft.

—Entonces...¿Todo bien?— Preguntó Sherlock mientras se acomodaba los guantes y la bufanda.

John hizo una mueca. Obviamente seguía habiendo cosas que no le parecían y que quería resolver junto con el detective... Pero, como acostumbraba a hacer, se guardo aquello y le tuvo paciencia una vez más.

—Dentro de lo que puede decirse—le dijo John, frotándose la ceja con la mano— Pero si. Está bien.

Sherlock no dijo nada, simplemente asintió con una sonrisa incómoda, intentando verse comprensivo.
Ambos se miraron y se dieron un amistoso apretón de manos.

—De todos modos. Cuentas con nosotros Sherlock; no tienes que hacerlo todo solo, no eres indestructible— le dijo John, antes de que se diera la vuelta.

— Lo sé— asintió Shelock a regañadientes.
Siempre parecía que le costaba trabajo tomar la amabilidad de otros, pero... después de todo, era parte de el no saber eso único: Lidiar con emociones.

Hablaron de otras cosas a las cuales ya no prestaste mucha atención, ya que te quedaste inspeccionando una pila de papeles sobre el caso del que les acababa de hablar.
Parecía que, oficialmente, estaban dentro de un drama policiaco y que ahora eras otro personaje más.

Cuando acabaste con los papeles, estabas revisando tu teléfono cuando escuchaste la puerta del departamento cerrarse y el paso firme de John se acercó hacia la estancia contigo.

—Entonces, ¿Todo bien entre ustedes?—Dijiste con una sonrisa al ver la figura de John, que tomo asiento en la silla que le correspondía a su amigo.

—Creo que si, por el momento— contesto John, dejándose caer pesadamente en la silla— Siempre que no haga algo estúpido pronto.

Sonreírste del lado ante su comentario.
La luz tenue y amarillenta de la habitación iluminaba el rostro de John, dejando ver sus facciones que aún tenían un par de cicatrices en el rostro.

—Se que me dijiste que no lo hiciera— dijo después de un segundo— Que no me disculpara, pero realmente arruiné la cita, y lo siento, (Nombre). Me gustaría poder compensar eso...quiero decir, si es que se puede arreglar algo así.

—No te preocupes demasiado, John— le dijiste con honestidad— Después de todo, fue emocionante. Nunca había tenido una cita llena de tanta adrenalina.

John se rió ante tu broma. Su risa te parecía algo melodioso, tan masculino pero al mismo tiempo tan inocente.

—Pero claro—le dijiste en un tono más serio— Claro que me gustaría salir contigo de nuevo. Y, además, ésta cita me dejó saber que...—callaste un momento, insegura de si sería un buen momento para recordarle. Entrelazaste tus dedos con la vista baja— Bueno...que tenemos un interés mutuo y eso, eso me agrada.

John levanto las cejas ligeramente. No dijo nada pero pudiste notar que intentaba ocultar su boca entre la palma de su mano, con el brazo recargado en uno de los descansa brazos de la silla.

—A mi... A mí también me agrada— dijo por fin con voz tenue— Realmente me sorprende cómo has estado aquí tanto tiempo, sin querer irte. Y yo, como dije...tampoco quiero que te vayas.

John se inclinó un poco hacía el frente, colocando sus manos entrelazadas entre sus rodillas.
Le gustaba mirarte y tú disfrutabas también cuando estabas tan cerca de el, a pesar de que físicamente, en ese instante, los separara una cierta distancia entre las sillas.

—Gracias, (Nombre)—te dijo— de verdad, espero que la próxima vez pueda llevarte a un sitio mejor... ¡Sin balcón! Lo prometo.

—No tienes que agradecer— negaste con la cabeza, acercándote también un poco más— Y si... Creo que sería buena idea un lugar cerca del suelo.

Ambos se echaron a reír.

—Creo que conozco bastantes sitios así— Bromeó John— De todos modos, por ahora deberíamos mantener un perfil bajo. Hablaba con Sherlock y hemos visto lo... absurdamente complicado del asunto. Hasta mañana que tengamos respuesta de Lestrade creo que no deberías estar sola.

—Ohh...—exclamaste ligeramente, deladeando un poco la cabeza.

—Si...bueno, no es que estés en peligro ni nada— dijo John, intentando aclarar su idea— Pero, creo que por ahora podemos tomar precauciones.

—Puedo pedirle a la Sra. Hudson si me deja quedarme en su otra habitación, así tendría a alguien acompañándome— sugeriste.

—Ehh... Más bien pensaba en que te quedaras aquí— dijo John algo avergonzado, colocando una mano detrás de su nuca.

Abriste los ojos como platos.
Sentiste entonces algo de vergüenza también. Era obvio que se refería a una invitación a quedarte.

—No tienes que preocuparte por Sherlock. En parte creo que el también estaría de acuerdo— intentó aclarar John.—Aunque... si no quieres.

—¡No, No! ¡Si quiero!— exclamaste en un tono bastante fuerte sin querer.—No, en realidad...Quiero decir... Me refiero a que, bueno, también me sentiría más segura estando con ustedes.— dijiste, intentando aclarar tanto tu idea como tú tono.

John no pudo disimular una pequeña carcajada.
Quisiste que la tierra te tragara, pero al final también era algo gracioso e intentaste ocultar una sonrisa ante tu torpeza.

—De acuerdo, (Nombre)— dijo él—Seras nuestra huésped entonces. Hoy hace algo de frío pero puedes quedarte en mi cama.

Levantaste la vista con sorpresa. Las palabras no salieron de tu boca, así que simplemente fijaste tu vista hacia él.

—¡Ah, no! Yo me refiero... Quiero decir que tú puedes dormír en mi habitación. ¡No conmigo! Digo, no es que diga que no quiero... ¡Aunque no digo que quiero!...

John intentó aclarar la situación al notar la expresión de confusión en tu rostro.
Efectivamente no habías entendido bien. Ahora John tenía el rostro bastante enrojecido, desde la nariz hasta las puntas de sus orejas y hacía ademanes sin sentido.
También notaste como tú rostro se ponía rojo y simplemente te limitaste a mirarlo, enternecida.

—Creo que no lo dije de la forma más clara desde el inicio— suspiró el doctor al final, dándose cuenta de que no encontraba en si una justificación coherente.

—Creo que no— respondiste con una sonrisa— Pero está bien, creo que yo tampoco estoy pensando muy claramente.

—Quizás, ¿Deberíamos descansar?— Preguntó él.

—Quizás si— asentiste.
Desviaste tu mirada hacia la puerta, preguntándote si sería buena idea sabiendo que Sherlock estaba fuera y con Moriarty rondándolo como si de un buitre se tratara.

—Estará Bien, (Nombre)— te dijo John, colocando su mano sobre la tuya al averiguar lo que pensabas— Después de todo... es Sherlock Holmes.

Sonreírste amargamente al sentir su tacto nuevamente, asintiendo.
Por alguna razón... Ese argumento era suficiente para poder estar tranquila.
Habías aprendido a confiar en ellos...

Caso sin resolver (John Watson x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora