Querido papá

Capítulo 6

En varias zancadas, Mathias llegó al lado de la cama, mirando a Jasmine, que extendió ambos brazos hacia él mientras se ondulaba en la cama. Los ojos de Mathias recorrieron su cuerpo. Sabía que las brujas tenían un cuerpo diferente, pero le pareció nunca pareció tan... tan... acogedor. Eran simplemente diferentes. Pero ahora sentía como si no quisiera nada más que notar los brazos de Jasmine alrededor de él y su cuerpo presionado contra el suyo.

"No eres Jasmine", dijo con voz cruda y estrangulada, "Y yo no soy un hombre. No puedo hacer esto... no está bien".

"Pero tu cuerpo quiere hacer esto", respondió la bruja. "Únete a mí, Mathias. Será agradable".

Mathias luchó contra los impulsos de su cuerpo, pero sintió que sus rodillas se doblaban como por propia voluntad. Sobre él, el Alma Oscura hirvió victoriosamente. Este aspirante no era lo suficientemente fuerte.

Mathias sintió que sus rodillas golpeaban el colchón.

"¡No no!" protestó cuando una de las manos de Jasmine atrapó su delgada cintura y tiró de él. Su pene palpitaba terriblemente... casi le dolía.

De repente comenzó a doler menos, y luego comenzó a suavizarse. El ansia hambrienta que tenía su cuerpo de alcanzar a Jasmine comenzó a disminuir. Mathias sintió que el control regresaba y se apartó de la bruja que le gritó con ira, sus ojos brillaron mientras intentaba agarrar su cuerpo. Ahora se parecía más a Jasmine. Mathias se alejó de la cama.

"No voy a hacer esto", dijo sedosamente a la bruja. "Eres hermosa, y puedo sentirme como un hombre, y tener el cuerpo de un hombre, pero no soy un hombre. No importa cómo me sienta, esto no está bien. Si voy a hacer esto, será en el momento adecuado. Ahora no".

Mathias comenzó a alejarse de la bruja y la cama. Un jadeo terrible comenzó cuando Jasmine comenzó a maldecirlo, lo que solo tuvo el efecto de facilitarle a Mathias alejarse más rápido, poniendo distancia entre él y la bruja. Un trueno comenzó a sonar y Mathias levantó la vista. Los ojos del Alma Oscura estaban rojos como la sangre y entrecerrados.

'Nuevamente, rechazas mi regalo, Mathias Snape. Eres un tonto por no aprovecharlo.'

"Prefiero esperar", dijo Mathias.

Una cosa era segura. Mathias nunca miraría a Jasmine Malfoy de la misma manera cuando regresara a Hogwarts. No sabiendo lo que ahora sabía. Miró hacia atrás. Jasmine estaba sentada en la cama, frunciéndole el ceño. De repente, un rayo cayó sobre la cama y la bruja desapareció. Sintió que su percepción cambiaba.

Era un niño otra vez. Soltó un suspiro de alivio. Levantó la vista hacia la nube que era el Alma Oscura.

"¡Muéstrame cómo estoy conectado contigo!" le gritó al ser. El Alma Oscura le respondió hoscamente.

'No tengo otra opción. Date la vuelta.'

Mathias se volvió y vio a Severus parado directamente detrás de él, sus ojos negros brillaban. Estaba vestido con su túnica docente. Mathias lo miró pero el profesor no habló. Él solo lo miró, inexpresivo. Mathias notó un movimiento detrás de él y lo rodeó... su boca se abrió.

Severus era solo el primero en una larga lista de personas. El hombre que había detrás de él era alto, pálido y con ojos negros y una nariz grande también. Severus se parecía mucho a él.

"Soy tu abuelo", dijo el hombre, mirando al niño.

Detrás de él estaba otro hombre de ojos negros, no tan alto o pálido, sino de pelo negro. La nariz era grande. Mathias se acercó a él.

"Soy tu bisabuelo", dijo, también mirando a Mathias. Pero tenía una sonrisa. Mathias le devolvió la sonrisa.

Detrás de él había una mujer de ojos negros y cabello negro, no muy alta. Sin embargo, no sonrió cuando miró a Mathias.