Mis padres están divorciados. Mi custodia la tiene mama.
Dado que mi papa vive muy lejos solo lo veo unas cuantas veces al año.
Hace dos días acabe las clases y mi papa me propuso irme a su casa a pasar las vacaciones o parte de ellas, no estaba segura de aceptar ya que no conocía a nadie y me aburriría la mayor parte del tiempo. Pero a pesar de eso acepte puesto que pasaría tiempo con él y me vendría bien cambiar un tiempo de aires.
Cuando llegue a casa de mi papa me quede boquiabierta por lo grande que era, mi padre siempre hablaba de su trabajo pero nunca imagine que le fuera tan bien. Tendría que haberlo imaginado ya que siempre me enviaba regalos caros.
Inspeccioné la casa de arriba a abajo, me sentía bien al pensar que pasaría aquí las vacaciones, no estaba acostumbrada a tanto lujo.
Estaba acomodando todas mis pertenencias en la que seria mi habitación durante el tiempo que estuviera aquí, era una habitación grande, con grandes ventanas, un gran armario, un hermoso tocador y una gigante cama. Realmente era de ensueño, la luz que entraba por las ventanas la hacia más hermosa aun.
- ¿Necesitas alguna cosa preciosa? Dijo Kate entrando a la habitación.
Kate era la esposa de mi papa. Era joven, rubia y delgada, no demasiado delgada, en realidad tenia un cuerpo perfecto y era bastante hermosa.
-No, gracias. Me gire mirándola y sonreí.
-Sabes que puedes pedirme cualquier cosa que necesites. Puedes tomar tuyo el cuarto de baño de esta planta, nadie lo usa. Dijo señalando con la cabeza hacia la puerta.
-Esta bien, gracias. Mire a la puerta y sonreí.
-No se a donde ha ido Alex pero no tardara en venir, pueden ir a dar una vuelta cuando regrese, ¿No? Me dijo.
-¿Alex? Dije frunciendo el ceño con expresión de confundida.
¿Alex? ¿Quien era Alex? Mi padre nunca me hablo de que Kate tuviera ningún hijo ni nada parecido.
-Es una larga historia, pídele a tu padre que te la cuente o a Alex mejor. Dijo mirándome sonriendo.
No entendí nada, mil cosas se me pasaron por la cabeza, que tuvieran un hijo secreto, que Kate tuviera un hijo y papa nunca me lo uviera contado, que hubieran adoptado a un niño... Me molestaría que mi padre me hubiese mentido en algo así.
-Esta bien. Conteste con seriedad.
Kate se marcho y yo acabe de ordenar las cosas en la habitación.
Cuando acabe baje a la cocina a por algo de comer. Me preparé un sándwich y me senté en el banco de la cocina.
Estaba mordiéndolo cuando entro por la puerta de la cocina un chico alto. Su cuerpo era perfecto, se le notaban en él horas y horas de gimnasio, no era muy exagerado, se veía bonito. Era moreno, y con unos ojos tan azules que me perdí en ellos, es inexplicable, como cuando en las películas sale el guapísimo protagonista caminando a cámara lenta y todas las personas de su alrededor lo miran con la boca abierta.
Me di cuenta de que seguramente tenia la cara de la mas boba de el universo y trague la comida que tenia en la boca cambiando totalmente la cara.
-Hola, tu debes ser Julia, ¿cierto? Me miro sonriendo de lado.
-Si, y supongo que tu debes de ser Alex. Le devolví la sonrisa.
-Acertaste. Me dijo mirándome de nuevo.
¿De verdad iba a pasar las vacaciones al lado de el?
¿En su misma casa? ¿Viendo todos días esos ojos azules? Ese cuerpo fuerte y tonificado. Dios dame fuerzas.
-Veo que ya se conocieron. Dijo papa entrando a la cocina.
-Si, bueno recién le pregunte si era ella y me contesto que si. Se adelanto Alex a contestar y yo asentí mirándole.
-Ya sabes que no conoce a nadie, que vaya contigo. Dijo mi padre mirando a Alex.
-Descuida que lo are encantado. Contesto Alex. mi padre nos miro sonriendo y se fue.
Realmente me da un poco de vergüenza tener que ir con el sin conocerle de nada, no se que pensara de mi. Quizás sea un cargo para él...
-¿Que te gustaría hacer? me miro.
Podría contestarle mil cosas a esa pregunta como por ejemplo seguir embobada mirando sus ojos o su sonrisa perfecta pero simplemente sonreí levantando mis hombros.
Sonó su celular y lo miró tocándose el pelo con no muy buena cara.

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Queda una deuda de mil noches todavía.
RomanceEn el momento que sus labios rozaron los mios supe que haría cualquier cosa por él, que quería pasar el resto de mi vida mirándo aquellos ojos azules y su perfecta sonrisa que me enamoraba locamente de él.