Querido Aiden:
Estaba caminando por los pasillos del colegio hasta que tomaste mi mano. Me atrajiste hacia ti y me abrazaste por la cintura, dejando mis manos apoyadas en tu pecho. Me tomaste del mentón haciendo que te mirara. Me perdí en tus ojos. Nos miramos a los ojos, me pareció que estuvimos así mucho tiempo, hasta que bajaste tu vista hacia mis labios y lentamente te fuiste hacercando. Me besaste Aiden. Lo hiciste al fin y tengo miedo de lo que podría llegar ocurrir ahora.