Carta 21

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Querido Aiden:

Y ahí estabas, rodeado de sabanas blancas, murallas blancas y olor a medicamentos y tristeza. Pálido, ojos cansados, triste, así estabas, Aiden. Susurraste el nombre de mi hermano y luego el mío. Llamaste a mi hermano para abrazarlo y luego de soltarlo me llamaste a mí. Me abrazaste tan fuerte que pensé que te romperias. Luego nos llamó el doctor para decirnos que tenías y me dolió tanto volver a escuchar a alguien decir que hiciste eso.

Cartas para Aiden.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora